Recuerdos de un adiós

Spring Day

Se encontraba caminando por el parque, recordando tiempos pasados. El ligero calor la hacía sentirse sofocada debajo del suéter que llevaba puesto. Se sentó en una banca y se dedicó a observar detenidamente su alrededor: la gente atlética que iba trotando, señoras paseando a sus perros, los niños divirtiéndose en el área de juegos, los autos que pasaban en la calle.

Fijó su mirada perdida al frente mientras dejaba a su mente volar como copos de nieve en el frío invierno, pensando en lo que fue y es de su vida, de pronto sintiéndose perdida y vacía.

Sacudió de pronto la cabeza intentando salir del trance en el que se había sumergido y de igual forma tratando de alejar los pensamientos. Al instante se pregunto si eso se debían al día en que se encontraba. Sonrió melancólica, lo más probable era que así fuera.

Dejó volar a su mente de nuevo, hasta el pasado, hace cinco años exactamente. Recordaba perfectamente ese día, una hazaña debido a su mala memoria. Podía tener recuerdos importantes: como el día de su graduación, su fiesta de cumpleaños, el primer día de clases, su primer concierto, la vez que lloró en el cine cuando fue a ver su película favorita; diversos recuerdos pero todos difusos, no tan claros como el de aquel día.

Ese día era muy diferente a hoy, estaba el mismo sol pero no era cálido, hacía frío. Ella describe a esa clima como la clara imagen de la melancolía. Recordaba la ropa que vestía, algo sencillo y cómodo en tonos oscuros; lo más sobrio que había encontrado en su guardarropa en aquel entonces. Recuerda el pasto, las rosas y sus pétalos blancos, recuerda el frío viento haciéndola estremecer. Recuerda haber visto el cielo y pensado en un atardecer cuando sólo eran cerca de las dos de la tarde. Sentada en esa banca en el parque casi puede con su mente romper las barreras del tiempo y el espacio al sentirse transportada hacia aquel momento. 

Voltea hacia el cielo entrecerrando los ojos por la fuerte luz del sol, hoy no se parece a aquel día. Las ligeras gotas de sudor que corrían por su cuello sólo se lo confirmaban.

Al bajar la mirada distingue a una rosa blanca saliendo tímidamente de los arbustos al lado izquierdo de ella y casi quiere echarse a llorar, es su flor favorita. No sabe si lo es desde aquel día o es sólo una simple coincidencia. Quiere arrancarla y llevársela consigo, pero sabe que no es lo correcto, la flor pertenece ahí. Tal vez debería plantar sus propias rosas, pero por lo pronto solo disfruta observando aquella bella flor.

—Te extraño, nos veremos algún día, descansa —susurra mientras observa a la rosa blanca.

Decidida se quita su suéter mientras se levanta de su lugar y camina lejos, con una ligera sonrisa y los ojos inundados en lágrimas.

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G.R.P.

16/02/13

17/02/18

Editado y re-subido: 29/06/18