Era un día soleado en el pueblo de Konoha, estaban tres chicos entrenando muy duro para una misión que les habían asignado pero sin pensarlo, algo ocurrió.
- ¡Ah! - se escuchó un grito de una chica que se había caído.
- ¡Hinata! ¿Estás bien? - preguntó Kiba.
-Sí, creo que sí.
-A ver, trata de levantarte - le dijo Shino a la chica.
Hinata trató de levantarse y se volvió a caer.
-Creo que no estás bien Hinata... te llevaremos con Tsunade.
-N..no, no se preocupen... s..sí me pue..do levantar - dijo con un dolor reflejado en su mirada.
-No puedes, y no te vamos a dejar ir sola. ¿Ok?
-Pero ya casi nos tenemos que ir para la misión.
-No será posible que te dejen ir así.
-Pe..pero.
-Nada Hinata.
Kiba cargó a Hinata y ella se sonrojó un poco y estaba, a la vez, apenada por lo que había sucedido, puesto que ella quería dar lo mejor de sí misma como para que le pasara eso. Ella era una chica de 17 años de edad, era tímida, inteligente, fuerte pero a la vez era la chica más sencilla de toda Konoha y también una de las más bonitas.
Kiba, Shino y Hinata se encontraron a Neji en el camino. Neji vio a Hinata con la pierna izquierda y el brazo derecho vendados, ya que Tsunade le vendó la pierna izquierda y el brazo derecho y les dijo que ella ya no iba a ir a la misión, que los acompañaría Ino.
- ¿Qué le hicieron a Hinata? - preguntó Neji enojado.
-Na...nada niisan... ellos no me hicieron nada - le dijo Hinata con su débil voz. Estaba cansada, se le podía notar en sus ojos, y también adolorida.
Kiba y Shino le explicaron a Neji lo que pasó y éste cargó a Hinata y les dijo que ya podían irse a su misión.
-Hinata, ¿se encuentra bien o sigue adolorida?
-Aún me duele niisan... lo siento por los problemas que te causo siempre.
-No causa ningún problema Hinata-sama, sabe que yo estoy aquí para cuidarla y protegerla.
-Gr...gracias Neji-niisan - dijo Hinata.
Neji dejó a Hinata en su cama y ella se tenía que quedar en cama por más de un mes aproximadamente, ya que sus fracturas eran profundas.
Ella realmente no quería quedarse en cama todo el tiempo, quería salir, estar afuera, no le gustaba estar encerrada como si estuviese presa.
Se sentía demasiado cansada como para pensar en lo que quería hacer y se quedó dormida. Neji iba a llevarle algo para comer, pero al entrar a su cuarto la vio dormida, y prefirió no molestarla.
Hinata se despertó y sintió un dolor horrible en todo su cuerpo y unas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, haciendo un pequeño recorrido por sus mejillas sonrosadas. Y sin querer, comenzó a llorar como si el mundo dependiera de su dolor.
