Verde??

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Hinata caminó lentamente, casi dolorosamente, lo sabía, siempre lo había sabido, que Naruto a quien amaba era a Sakura, pero ¿Por que tenía que enterarse de esa manera que su relación ya era oficial?, es decir, todo el mundo lo veía venir, Naruto el hombre que dentro de poco se volvería Hokage y Sakura Haruno la mejor medic-nin de todas las aldeas ninja, tan buena en lo que hacía que ya había superado a Tsunade-sama.

—¡Sakura-chan te amo! —Ella había pasado por el puesto de ramen no porque quisiera verlo a él ni cosa parecida, para su desgracia había sido una desafortunada casualidad, ese día se suponía que iría a entrenar con Kiba y Shino, hacía tiempo que no lo hacían y se encontraba sumamente feliz por el hecho a pesar de que el día era sombrío. Habían quedado de verse en el campo de entrenamiento diez, como en los viejos tiempos, pero antes Hinata le había prometido a Hanabi que pasaría por el centro y le avisaría a Moegi que su hermana se retrasaría un poco, había aceptado el encargo porque no debía desviarse demasiado y además iba temprano a la cita con sus compañeros.

—También te amo Naruto baka… —La respuesta de Sakura había sido lo mismo que si se hubiera echado encima un balde de agua helada, no, peor, había sido como si su corazón se detuviera y toda su sangre se quedara estática dejando a su cuerpo sin oxigeno. Ni siquiera supo como es que siguió caminando, tenía el vago recuerdo de que los ojos le picaban, que los pies se negaban a seguir, que su corazón se estrujaba impidiéndole respirar adecuadamente.

A medio camino se olvidó del asunto de Moegi y caminó como autómata por las calles de Konoha, a su alrededor la gente reía, gritaba, se insultaban, corrían, carcajadas y un despertar que empezaba a abrazar a una acariciadora primavera, pero ella no podía ser participe de todo aquello, en su mente sólo se repetía sin cesar la misma idea "Naruto esta con Sakura" y para nadie era una sorpresa y no debía de serlo tampoco para ella, pero aún así no podía evitarlo, ¡Había esperado por tanto tiempo!, lo había amado desde que era una niña, desde el día aquel en el que él la había salvado sin conocerla, desde que siendo niños él había arriesgado su integridad por ella.

Amargas lágrimas escaparon de sus ojos perdiéndose por sus mejillas, su largo flequillo ocultó su tristeza al resto de las personas, sí, había soñado tontamente que quizás algún día Naruto se fijaría en ella, en un mundo paralelo, en una vida aparte quizás él la notara, tal vez la vería a los ojos y notara que sus pupilas no eran desagradables, tal vez sus sonrojos dejaran de convertirse en una cosa rara para pasar a ser un gesto adorable, tal vez notara su largo cabello con tintes azules… todo falsas ilusiones, ¿Cómo podía compararse una chica rara y apocada con Sakura, una mujer fuerte y decidida?, Hinata no podía evitarlo, admiraba a Sakura, le hubiera gustado ser como ella, tener su temple, su fuerza, su arrojo.

Recordaba sin embargo que una vez Sakura se había sentado al borde de las escaleras, sus hermosos ojos verdes un tanto perdidos.

—¿Pasa algo Sakura-san? —No había podido evitar preguntarle, por lo general la joven de cabello rosa no solía perderse en divagaciones.

—¿Te digo una cosa Hinata? —La voz de la joven medico sonaba lejana y Hinata fue consciente de que hablaba con ella sólo porque era la primer persona que se había cruzado en su camino en un momento en el que lo necesitaba.

—Si usted gusta Sakura-san.

—Yo en verdad amaba a Sasuke-kun. —Hinata se preguntó si debía hacer algún comentario, pero como la cabeza se le quedo hueca en aquel instante prefirió permanecer en silencio—. Yo en verdad lo amaba, —Sakura continuó—, lo había amado desde que éramos niños así que no podía ver a nadie más que a él, ¡Que tonta!

hinata y shikamaru (pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora