Ahí estaban ellos, besándose apasionadamente como siempre acostumbraban a hacerlo. Sentados en aquella banca donde todos los fines de semana solían ir. No les importaba quien los viera, no les importaba lo que decía la gente, aún así, ellos se amaban, y sabían que iban a morir estando aún juntos. Sabían que algún día podrán comprometerse a estar juntos por el resto de sus vidas, pero, ¿cuándo?...
— Hinata... —dijo un chico de una coleta alta y cabellos castañoscon una voz muy suave.
La chica no dijo nada, solo se notó un leve sonrojo en sus mejillas después de otro de sus apasionados besos.
— Hinata, mi princesa... —le decía Shikamaru acariciando su cabello mientras miraba sus hermosos ojos color perla. — Necesito preguntarte algo, pero prométeme que te lo tomarás muy en serio, ¿sí?
La peli azul tampoco dijo nada, no sabía cómo reaccionar.
Ese sentimiento de seguridad y protección que le otorgaba el moreno la hacía quedarse sin aliento, lo único que quería era que la abrazara y que no la soltara nunca.
— ¿Q...qué pasa m...mi amor? —fue lo único que salió de la boca de la chica.
— Yo... sinceramente, me encantaría pasar el resto de mi vida junto a ti —le iba diciendo Shikamaru mientras Hinata sentía como su sangre subía a sus mejillas poco a poco. —Así que...Hinata, quería saber si es que... ¿Quisieras casarte conmigo?
Ahora sí que la Hyuuga se había quedado sin palabras. Por su puesto que quería, ¿cómo decirle que no? Hinata nunca pensó en aquel momento donde el chico de sus sueños le pide matrimonio.
— S... ¡Sí! ¡Sí quiero! —le respondió de lo más feliz la ojiperla.
Shikamaru se quedo sin palabras. Sólo la tomo delicadamente de la nuca, la acercó hacia él, y justo antes de juntar sus labios le dijo:
— Te amo Hinata, más de lo que tú piensas...
Hinata no alcanzó a responder, porque justo antes de que reaccionara, sus labios con los del chico ya estaban juntos. Ambos cerraron sus ojos poco a poco, mientras Shikamaru rodeaba cálidamente su cintura con sus acogedores brazos. La Hyuuga nunca había sentido tanto cariño, tanto amor, ni si quiera viniendo de su propia familia. Pero ahora ella tenía una familia nueva, ahora ella sería esposa del Nara, Shikamaru Nara.
