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Llegue a mi casa a las seis, por suerte. Todos, absolutamente todos me volvieron loca.
Margaret y sus toques de superioridad, los gemelos y sus bromas, Brandon que se sumaba a los gemelos. El único santo fue Jason que se quedo mirando naruto el resto de la tarde.

Me tire en el sofá y me saque las botas.

-me preguntaba cuando ibas a llegar- dijo Noah saliendo de mi cuarto y yo sentí que mi corazón dejo de funcionar por unos segundos.

-Qué haces en mi apartamento?- pregunté mientras me enderezaba.

-te ves horrible- me dijo y fue a la cocina, la seguí y vi que estaba reparando café- qué tal los niños?

-son demonios, les salen cuernos, parecen buenos y hermosos como ángeles, pero son demonios- dije mientras suspiraba.

-la tienes difícil- dijo mientras me daba mi café.

-¡y su padre es nada mas y nada menos que Simon cooper!- golpe la mesa.

-QUÉ?!- dijo dándose la vuelta rápidamente.- ese bombón es padre de esos niños?- asentí- benditos sus genes.-volví a asentir.

-te juro que es mi primer día y ya me quiero pegar un tiro- dije- no me imagino una semana. - Noah me dio palmadas en la espalda.- bueno, iré a tomar una ducha, hoy tengo turno en el restaurante.

-tenemos- dijo Noah- por eso estaba en tu apartamento.

Me bañe y relaje por completo.

...

La alarma sonó, solté un quejido y la apague, me levante de la cama y fui al baño a lavar mi rostro y dientes.

Llevo una semana cuidado a los demonios esos. Me hicieron la semana imposible y de solo pensar que debo volver a ir allí me duele el estomago.

Salí y busque que ponerme, agarre un short negro, mis botas Will Ricky hasta las rodillas lisas negras, me puse una camisa verde con los primeros botones desabrochados, Y tome mi chaqueta negra.
Comence a maquillarme como todos los días para mejorar mi aspecto, arregle mi pelo y cuando la imagen que me devolvía el espejo era de mi agrado sali de mi cuarto para ir a desayunar.
Me prepare un café doble yme senté a leer el periódico mientras lo bebía.

Estoy tan acostumbrada a esto que saber que tengo que cuidar mocosos es estresante.

Suspire resignada. Cuando termine el café, lavé la taza y la guarde en su respectivo lugar.
Tome las llaves de mi bebé, después de una semana desastrosa tener mi chevrolet cruze turbo azul es lo mejor.

Salí del apartamento y lo cerré con llave, camine hasta el ascensor.

-Buenos días Dove- me saludo la señora Henry, es una mujer de unos cincuenta y largos años que trabaja en una florería muy famosa.

-Buenos días señora Henry, se ve igual de radiante cada mañana, debería contarme su secreto- dije y ella solo soltó una risita. El ascensor se abrió ante nosotras y entramos. Marque el primer piso.

-gracias, tú siempre tan educada- dijo.- estas yendo a tu trabajo de niñera?

-si- sonreí, creo recordar que el viernes pasado me la cruce y le conté esto.- estoy muy emocionada de ir a cuidar niños- dije soltando una risa cansada.

La señora Henry se rio y me palmeo un poco el hombro- cuidar niños nunca es fácil- dijo- me ya veras como te gustará.

-espero que si- dije y recordé que sed de sangre me agarra cuando los niños se burlan de mi.- por el bien de ellos y mío.- agregue.

Salí del edificio y subí a mi hermoso bebé. Son las seis y veinte de la mañana, intento mantener mi humor.

Encendí el auto y tome rumbo a la casa de los Cooper. Mi celular comenzó a sonar, conteste y lo puse en el asiento del copiloto en alta voz.

-habla Dove Hale- dije mientras intentaba pasar a un pelotudo que iba delante mío a paso de humano.

-Hola Dove, soy Susan- dijo y yo me recrimine mi manera de contestar tan mala.- quería saber si estabas llegando, todavía es temprano, es solo por si no desayunaste y querías que te preparará algo.- esta mujer tiene mi amor.

-lamento haber contestado de esa forma, estoy conduciendo- dije para justificarme- si me esperas con un café doble no me molesto- use un tono adorable mente infantil.

-de acuerdo, lamento haberte molestado- dijo y corto.

Suspire y pensé en el rico café que me esperaba en mi destino, mi segundo café doble.

En cuatro minutos ya estaba en la puerta de los Cooper. Abrí la puerta y entre, me dirigí a la cocina, allí estaba desayunando la familia cooper. Me lamente no haber ido por la otra puerta.

-Buenos días- dije mientras intentaba dirigirme a mi café en la otra habitación conjunta.

-Buenos días Dove- me saludo el señor Simon y casi me largo a llorar de lo sexy que suena su voz.

Necesito uno así para navidad.

-buen día Dove- dijo Jason cuando pase por su lado. Se acercó y me dio un beso en la mejilla. Sonreí y termine mi recorrido.

-Buenas Susan- dije y me senté en la mesa, deje mi mochila en la silla de al lado.
Susan se acercó y me dio mi café doble, con extra espuma.- te dije ya que te amo?- le pregunte para luego darle un sorbo a mi café.- esto es el paraíso.

Susan se rio.- me alegra saber que disfrutas tanto de mi café.- se sentó frente de mi con una taza de té verde.- te ves muy bien hoy, creo que es la primera vez que te veo vestida de esa forma. Siempre vienes con Jeans y cosas más reservadas.- dijo y me sentí fuera de lugar por mi atuendo.

-estoy fea?- pregunté mirando mi ropa.

-no cariño, no- dijo- te ves extremadamente bien. -me sonrio.

-gracias- dije.

Charlamos un poco del fin de semana, en el cual estuve disfrutando de mi casa sin niños, me contó que sus hijos vinieron y que se la pasaron muy bien.

-ya es casi la hora de que entren los niños- dijo y yo mire mi reloj.

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Nick.

De niñera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora