capitulo 10

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Nadie se ofrece a hacerme una portada para la historia?

No?..... Las amo igual ❤

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—se esfumó.

Frente a ellos. la fuerte presencia de un asesino como Zabusa había desaparecido frente a sus ojos. Sin dejar rastro.

—¿Quién era? —preguntó Naruto en un susurro.

Todos menos Kakashi se encontraban con el corazón en mano. Pues la pelea que hacía pocos minutos su maestro y aquel asesino por poco habían tenido les había dejado un extraño latir en el pecho del susto. 

—Zabusa Momochi. Un asesino experto en matar a sus víctimas con una técnica llamada silente.

Y lo más frustrante e impactante. Fue el rostro casi descubierto de su sensei. Al revelar aquel ojo sharingan completamente inesperado en su orbe derecho.

—¿Silente? —cuestionó Sakura en voz baja.

Kakashi miro al suelo. Para luego suspirar. —como su nombre lo dice; Silente. Sin ningún sonido o movimiento que advierta nada.

Un recuerdo volvió a su mente. Compañeros. Ninjas valientes, inclusive de diferentes aldeas que habían muerto en aquellas manos asesinas. Mientras Zabusa miraba a cada uno de ellos con una mueca feliz en su rostro.

—es tan rápido que te vas de esta vida sin darte cuenta de lo que pasó en realidad. El sharingan no puede neutralizarlo por completo, así que no bajen la guardia.

Continuó explicando. Dejando a todos con un sabor amargo de boca. ¿Tan bruzca y maquiavélica era esa persona?, ¿Existiría algo que le hiciera ser feliz?

—Bueno. Si fallamos solo perderemos nuestras vidas.  —finalizó sin facción alguna en su rostro.

Sakura apretó los puños. Dejándose llevar por aquella falta de respeto a algo tan preciado como lo que ella consideraba era la vida.

—¿Cómo puede decir algo así? —gritó enfadada.

Aún así. No lo entregaron la respuesta que ella quería. Si no que, en vez. Lo intercambiaron por crudo silencio.

Naruto chillo de sorpresa. Llamando la atención de Sasuke casi enseguida. Cosa que le provocó cierta e instantánea gracia. Puesto que el chico observaba el siempre aire, mirando con curiosidad como cada vez la niebla se hacía más y más densa.

Cual fue la sorpresa que. Debido a esa niebla que empezaba a relajar el ambiente, perdieron de vista a aquella cabellera plateada que les transmitía seguridad de alguna forma.

Todos comenzaron a desesperarse buscando incansablemente a Kakashi. Pero, en lugar de que la niebla se dispersara. Se volvía cada vez más espesa. Haciendo que perdieran hasta el rostro de sus mismos compañeros. Sin embargo, optaron por no perder la formación que habían hecho varios minutos atrás.

—ocho puntos.

—¡¿Qué es eso?! —gritó Sakura. Su rostro reflejaba terror.

Aquella voz parecía renacer del mismísimo infierno. Con un tono excesivamente autoritario, tan aterradoramente calmada. Las piernas de Naruto comenzaban a sentirse débiles. Juraba que en cualquier momento podría caer de cara al suelo.

—Laringe, columna, pulmones, Hígado, estómago, artería super clavial, riñones, corazón..., ¿Cuál será mi punto de ataque?

Sakura tomó una bocanada de aire. El susto le estaba impidiendo respirar de cualquier forma. Presionó más el kunai contra su palma. Dejando sus nudillos completamente blancos.

Naruto le dirigió una mirada asustada a ambos de sus compañeros. En busca de que algunos de los dos tuviera aún un poco de valor por donde afirmarse.

Sin embargo. Se encontró con las figuras alteradas de dos niños preadolescentes. Dos niños asustados. Justo como él mismo.

Kakashi se inclinó. Llamando la atención de sus alumnos, mientras que Realizaba varios cellos de manos casi imposibles de persibir para la vista misma. Segundos después. Disperso la neblina que tapaba la vista de sus alumnos.

Sasuke clavo su vista en la espalda de su sensei. Sintiendo como el aire se escapaba de sus pulmones sin remordimiento alguno. Se quedó parado, tieso en su lugar como un árbol. Los músculos se le contraían del terror. Y las manos le temblaban como hojas en el aire.

La ira de un ninja era algo insoportablemente aterrador.

«un leve movimiento será suficiente para atraer su ataque y llamar la atención. No puedo hacer nada..., Es tan..., Tan..., ¡Sofocante!» gritó hacia sus adentros. Soportando los deseos de gritar. «si esto sigue así, me volveré loco. La propia ira de los Shounnin es tan insoportable. ¡Es como si mi propia vida fuera cortada!»

Deslizó la mano por el bolsillo de su pantalón. Tomando de su porta armas un kunai de tamaño regular. Con desesperación, lo coloco en su cuello centrándolo justo en su garganta. Intentó hacer presión. Sus manos se movían solas, él no podía detener lo que iba a pasar.

Prefería acabar el mismo aquel trabajo. Que lo hicieran sin algún tipo de respeto hacia su cuerpo. Posiblemente el suicidio de una salida menos respetable que ser asesinado. Pero era lo más fácil.

Cerró los ojos. He hizo presión con la cuchilla en su cuello, hiperventilando.

Kakashi abrió la boca para lanzar un grito. E incluso un reproche. Pero fue callado por un chillido.

—¡¿Qué haces?!

Naruto golpeó la mano de Sasuke. Quitándole abruptamente el kunai de sus dedos. El chico, rojo de la ira y la impotencia. Lanzó varias maldiciones. Tomando a su compañero de los hombros, obligando que vea sus ojos.

Sasuke no respondió al impedimento. Atónito inclinó la cabeza varios centímetros, solo para ver aquellos ojos azules cual cielo que de alguna forma se sentía obligado a observar.

Sin embargo. No distinguió la típica mirada feliz, solo observo una vista gélida y cristalina. Obviamente que aguantaba lágrimas tras los párpados.

tristeza, decepción, angustia, lastima. Todas esas palabras retumbaban en su cabeza, provocándole migraña momentánea.  

Corrió un poco su vista. Observando como detrás del chico. Estaba su maestro, su compañera, he incluso ese hombre que debía proteger. Mirándolo con preocupación. ¿Ninguno de ellos habría intervenido de la misma forma que ahora esté chico revoltoso y rubio lo hacía?

Naruto zarandeo a Sasuke. Aquella acción casi lo lleva a sacar lo peor de sí.

—¡¿Cómo se te ocurre?!, ¡Kakashi está aquí para defendernos! ¡Nada nos pasará! —los gritos histéricos del doncel hacían que el remordimiento estuviera en su cabeza —.¡Eres un imbécil!

Naruto estiro su mano. Entrelazandola con los dedos de Sasuke sin ninguna delicadeza.

se le escapó el aliento al sentir aquel calor sobrehumano recorrer desde la punta de sus dedos hasta el pecho. Un simple toque había sido suficientemente para hacerlo recobrar la razón.

—¡Si tanto te asusta, toma mi mano y no la sueltes!

Un extraño sentimiento le dio una bofetada En el rostro. La culpa, el remordimiento, la ansiedad. Todo en un mismo segundo. Mezclándose en su estómago. Sentía que, con esas palabras había intentado decirle otra cosa.

Naruto se coloco al lado de Sasuke. Sin soltar su mano, ni tampoco despegar la vista del frente.

Hizo la mismo.

Fingiendo prestar atención. Cuando en realidad persibir la suave palma de aquella mano contraría le producía una sensación de protección.

Debía proteger a Naruto.

Agarró con fuerza aquel apretón de manos. Mirando con detenimiento hacia el frente. Esta vez, Mirando con enfado a ese hombre que se hacía llamar Zabusa.

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