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¿Una caja?

Pasaron algunos días desde que fui a la cafetería. Hoy, al salir de trabajar, mi celular ha vibrado en mi chaqueta. Un mensaje; de nuevo ella. Primer señal después de aquel día.
Lo abro, aunque no quiera, en el fondo me da curiosidad. "Alexa, ¿Podemos vernos?" ¿De nuevo lo mismo?
Decidida a no responder, guardo el aparato en mi mochila y emprendo camino a casa. Subo al coche y manejo cerca de media hora hasta llegar.
Al aparcar, noto que frente a la puerta hay un caja. No espero ninguna encomienda. Me acerco a la puerta con las llaves en mano, abro y entro con la caja en mis brazos.
La dejo en el suelo de la sala, cuelgo mi mochila en la entrada y vuelvo a la habitación donde estaba.
La caja no está sellada, cuando me estoy acercando se mueve. La abro y veo una pequeña perrita, es igual a mi pequeña Mindy. La echo de menos, otra vez.
La pequeña cachorra comienza a caminar por la caja y luego trata de salir, ladra al verme y comienza a mover su cola. Es adorable.
La tomo en brazos, es tan pequeña. Luego de unos segundos, se acomoda y se duerme. La dejo en la caja y voy al baño. Lavo mis manos y mi cara, me dirijo a la cocina y me preparo con sándwich.
Voy a la sala, me siento en el sofá y escucho como llaman a la puerta. Dejo el plato en la mesa y me dirijo a la entrada.
Abro y la veo.

Sólo llámame Alexa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora