Me está volviendo loca.
Cenamos, y ahora estamos mirando una pelicula en la sala. Kassia está sentada junto a mi en el sofá, tapada con una manta azul marino. Realmente la película no tiene mi atención, toda está dirigida hacia la chica a mi lado.
Observo como se concentra en la pantalla, apenas parpadea, está totalmente absorta en la historia. Se mueve para tomar algunos dulces del tazón, abre un poco sus rosados labios y antes de llevar el dulce a su boca comienza a reír por una escena de la película.
Me mira y sonríe. Esa sonrisa me está volviendo loca.
-¿Qué tanto me miras?- Pregunta bromeando y río.
-Nada, espera un momento.- Digo y subo hasta mi habitación.
Al cabo de unos minutos bajo con un lienzo en blanco, mis pinceles y pinturas. La joven me mira con incertidumbre.
-Quiero pintarte, ¿Puedo?- Pregunto sonriendo mientras me siento en el pequeño banquillo frente al lienzo.
-No lo sé, ¿Qué tengo que hacer?- Pregunta confundida.
-Nada, solo sigue mirando la película.- Digo sonriendo y eleva una ceja.
-¿Quieres una pintura mia mirando una pelicula?- Pregunta con curiosidad.
-Sí, ¿Puedo empezar ya?
-Está bien.- Dice no muy convencida y sigue mirando la película.
Comienzo a buscar los colores exactos, muevo los pinceles con agilidad sobre el lienzo mientras la observo. Así, natural, con esa sonrisa y la mirada perdida en la pantalla, es sin duda una de mis mejores pinturas.
La película termina justo a tiempo, firmo la pintura y sonrío. La joven se acerca y me observa con sorpresa, su sonrisa se acentúa y mi corazón se acelera.