Trabajando con Max

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Ya en el trabajo...

El dueño presentó a Max como el nuevo integrante en el grupo de trabajadores.

-Ven conmigo - tomándome de la mano – no se preocupe ella me enseñará todo lo que sea necesario para ambientarme rápido al trabajo, claro, si usted me lo permite – dijo al dueño de la tienda - 

-Claro, no te preocupes, sé que estarás en buenas manos - sonriendo
-Gracias por su confianza – respondí al dueño

Enseñé a Max todo lo que debe de saber sobre la tienda como atender, los precios, manejo de inventarios, caja, etc.

Los días pasaban y Max no necesitaba ya de mi ayuda, se defendía solo, las señoritas, señoras, querían que él las atendiera, ¿y quién no?, ver a un chico atractivo, joven y bien atento, a decir verdad me incomodaba un poco, las señoritas hacían hora en decidirse que llevar solo con el fin de sacarle información, no soportaba la idea de que ellas le coquetearan, y que el respondiera a ello, pero estaba feliz por tenerlo cerca, y saber que él me quería, él se daba cuenta de las muecas que hacia cuando las chicas se le acercaban, unas veces les hablaba, ponía sus manos en los hombros de ellas, me miraba, y lo único que hacía era agachar la cabeza al ser descubierta, y luego al terminar de atenderlas venia y me decía no te preocupes tanto, ellas son lindas pero no tanto como tú, eres la única en mi corazón nunca se te olvide... eso hacía que yo subiera a las nubes y así me mantenía hasta el otro día.

Había días en el que él era acosado y lo único que decía era Mi amor me puedes ayudar, tú que eres mujer ven y atiéndelas por mí, no se mucho de estas cosas, por favor mi vida hazme ese favor, lo decía tan dulce, yo iba donde él y para que lo dejaran en paz respondía: no te preocupes corazón, claro que te ayudo, cuando algún joven atractivo se me cercaba para que le atendiera el me observaba para ver que hacía, yo por mi parte al igual que él le hacía tener celos, y me cobraba las que él me las hacía, otras él se ofrecía y se lo llevaba lejos de mi para atenderlos, me parecía tierno, celoso, atento, en verdad teníamos muchas cosas en común, y sí, tenía que admitirlo me estaba enamorando un poco más de lo que ya estaba, salíamos de vez en cuando, decirle no era imposible, por más que ese día este cansada y sabiendo lo persistente que él era, así que negarme o hacerme a la difícil ya no daba lugar a una respuesta negativa.

En cierta forma nos habíamos convertido en pareja (aunque no era formal, porque nunca dije que sí y él nunca preguntó), salíamos como tal, la gente nos veía así, él tomaba mi mano y yo la suya (no se daba la oportunidad de un beso, yo quería que sea especial, romántico y el más inolvidable y él también, por eso solo nos tomábamos de la mano en señal del amor que nos teníamos, no nos exigíamos, ni nos presionábamos, solo dejábamos que nuestras salidas sean lo más agradable y duradera posible.


Y así pasamos las vacaciones trabajando juntos, quien lo diría despuésde hacer lo imposible para apartarme de él como dice "Mi Yo" el destino nos terminójuntando.


Yo, Mi Yo y ÉlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora