Capitulo 8

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Y no me equivoque a medida que los días pasaban el entraba en mi pieza cuando yo estaba sola

Mamá cada ves estaba peor no sabía lo que tenía pero últimamente no se levantaba de la cama , era Luna la que cuidaba de ella tanto de nosotros . Ya que Mauro trabajaba .

Luna estaba con mamá en la pieza mirando un programa en la tele los mellis dormian y yo en la pieza acostada en la cama que compartía con mi hermana

Las veia a través de una madera separada que dividía nuestras habitaciones . Quería ir con ellas estar a salvo a su lado pero estaba castigada siempre lo estaba por una u otra cosa siempre lo estaba . Y no digo que no me lo merecía, aunque bueno aveces era sólo por no querer comer pero la mayoría era siempre por pelear con mi hermana. No se porque era así con ella , quería ser la mejor , que mamá me viera como la miraba a ella cuando hacía las cosas tan bien que le mandaba a hacer. Pero no podia ser como ella ni siquiera podia conservar las cabezas de mis muñecas . Sentía que Dios me hacía burla mandando una hermana perfecta siendo que yo quería caminar y el paso que daba era equivocado.

Las miraba eran iguales las dos eran perfectas y yo todo lo contrario. Estaba tan concentradas mirándolas pensando en como me gustaría ser como ellas que no me di cuenta que Mauro había entrado a la habitación de no ser porque se tiro arriba mío..

Los músculos de mi diminuto cuerpo se tensaron al instante de sentirlo arriba mío , le pedí a Dios con todas mis fuerza que haga cualquier cosa para que el se valla ya no podía soportar más esto . Pero Dios me odiaba tanto que parecía que entre más yo le suplicaba que parará que ya no podía aguantar más, el más estaba dispuesto a dejarme sufrir ..

-Shh cariño- me dijo al oído -¿ no querras que algo malo le pase a mamá no ? . Se buena chica y mira que nadie venga - me ordenó dando besos en mi pequeño cuello- te juro cariño que esto va a gustarte- me dijo mientras bajaba mis pantalones .

Mis ojos ardían de las lágrimas contenidas , en mi garganta un nudo crecía cada ves mas , mis pulmones no estaban dispuestos a querer recibir el aire que les mandaba, mis piernas temblaban mientras el se desabrochaba el cinturón de su pantalón.

Cicatrices En El AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora