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Desde ese día que las Kim se mudaron a la casa Jeon la seguía a todos lados, atendía todo a lo que la adolecente pedia pedía y mandaba muchos pensarían que esto Jeon lo hacia por ser un buen nuevo hermano mayor y hacer sentir cómoda a la pequeña infante a acostumbrarse en su nueva casa pero esto Jungkook no lo hacia por estos motivos, la verdadera razón es que después de ver a la pelinegra el ya adulto Jeon quedo hipnotizando por la belleza que poseía Yeri.

Pues ¡vamos! ¿quien en su sano juicio no cairia por una adolescente con un cuerpo de infierno, voz angelical y mirada que hervía la sangre de cualquier, obviamente Jeon lo sabia y había alguien además de el quien los encantos de Yeri habían cautivado.

— Hola Yeri — Saludo taehyung entrando sin ser invitado si quiera a la casa de los Jeon/kim. —Ah, y hola Jungkook. — Saludo al castaño sin mirarlo su atención se la robo cierta adolecente que jugaba muy entretenida en el piso de la sala un juego de vídeo con un bote enorme de helado de galleta que Jeon se encargo de conseguir para ella y que ahora era devorado por su mejor amigo. — «estupido tae» — Pensó kook.

Jeon no tuvo mas remedio que sentarse a lado de contrario de taehyung para quedar a lado de Yeri, toda la tarde tuvo que soportar ver los coqueteos que este le tiraba a su pequeña "hermanita" mientras él sentía como sus celos aumentaban y su sangre hervía. El tiempo paso y cuando menos acordaron ya pasaban las 11 de la noche y como era de esperar Yeri había caído dormida en uno de los hombros de jungkook, esto al castaño lo derritió de ternura por dentro.

Con ayuda de su mano libre logro apagar el televisor ganandose un gruñido por parte de tae que se callo luego de ver a kook levantar a una dormida Yeri en brazos.

— Es tarde tae, debes ir a casa y yeri debe ir a dormir mañana tiene colegio y siempre batalló mucho para despertarla en las mañanas cuando se mal pasa en sus horarios de sueño. — Jeon camino por el pasillo directo escaleras arriba hasta que fue detenido por la mano de un tae con los ojos brillosos como si tramara algo.

Kook, dejame llevarla a su cama, tu puedes recoger la sala ya luego me iré. — El castaño pudo jurar que si no tuviera a la pequeña en brazos ya le habría proporcionado un gran golpe en esa sonrisa cuadrada en sus labios, pero se controlo para volver hablar y detener a tae cuando este iba a tomar a Yeri en brazos.

— Lo siento tae, pero mi papá no deja que nadie además de mi, él y por superpuesto mi madrastra entren al cuarto de Yeri y tu no eres ninguno de los tres. Es mejor que te vayas, papá ya casi llega y si te ve aquí te matara por hacer que Yeri duerma tarde. — Mintió. Solo basto una mentirita piadosa para hacer que un tae completamente espantado saliera casi corriendo de la casa, la verdad es que no lo culpaba cualquiera le tendría miedo al pelirubio y mas si se trata de la pequeña Yeri la nina se ganó el corazón del mayor en apenas unos días que estuvieron ahí, aunque claro no tanto como se gano el de Jeon.

Una vez que Tae se había ido Jungkook siguio con su labor de dejar a Yeri en su cama, no tardo mucho en llegar al cuarto de Yeri donde la dejo recostada, quitó sus zapatos y ahí fue donde la cordura de Jeon se fue literalmente a la mierda.

Nunca se dio cuenta de la vestimenta de Yeri esta portaba unos short demasiado cortos para ser vistos por alguien más una, una camisa corta que dejaba ver su delgado y blanco abdomen, sus piernas eran muy cortas, sus manos delicadas, el chico castaño juró estar frente a un ángel, esos labios tan rojos no podían ser de este mundo.

«Controlate jungkook, no cometas ninguna locura es solo una niña» — Jeon comenzó a subir sus manos por las descubiertas piernas de la menor, hasta llegar a la punta de su bóxer, mordió su labio conteniendo la respiración cuando Yeri entre sueños giro su cabeza quedando a unos escasos centímetros de sus labios— «mierda, mierda, ¡mierda!» — Su mano subió mas hasta estar en el pecho de Yeri donde apenas si toco con su dedo se golpeo mentalmente y salio casi corriendo de la habitación a la suya, se tiro a la cama golpeando la almohada como si de un niño de 5 años haciendo berrinche se tratara.

«¿Que demonios estabas haciendo, Jeon Jungkook? Es tu maldita hermana, pedófilo e incestuosos de mierda» — Regañaba la conciencia de Jungkook — «Pero que hermana más malditamente tentadora»—

Las guerras historias con miles de muertos no se comparaban en nada con la guerra interna que había en la cabeza de Jeon en esos momentos.
Su corazón le pedía a gritos que volviera a esa habitación y tuviera lo que por tantos días a querido conseguir, tocar la piel de Kim Yerim, pero su mente le decía que eso estaba mal se consideraba pecado pues ahora ella era su hermana.

Al final la locura siempre le gana a la razón, ¿no? al menos cuando de Jeon Jungkook hablamos así es.

— «Vas a ser mía, Kim Yerim» —

Ella no era para mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora