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dos palabras se repetían en la cabeza de cierto chico: ¿qué mierda?

¿aquel chico con cara de ángel puro, era soonyoung, el niño "feo" (a los ojos de los demás) del salón? es imposible, imposible, imposible. ¿cómo cambió tanto en 3 años?

de lo que no quiere pensar es de que estaba a los pies de kwon soonyoung nuevamente. otra vez, volvió a caer ante el mismo chico. ¿por qué se atrevía a cambiar tanto? ¿era para enamorar a alguien? ¿era para gustarle a alguien? ¿y si precisamente no era el a quien quería gustarle? porque mingyu ya ardía en celos con solo pensar que a soonyoung le gustaba alguien que no fuera el, que era lo más probable.

toda la confusión en su cabeza, lo hizo perderse de la clase, ya que no prestó atención en ni una de las palabras y números que fueron mencionados en esta. más bien, salió de su trance solo por el sonido del timbre, el cual anunciaba el receso y cambio de clase. todos los estudiantes salieron casi corriendo con todas sus cosas ya preparadas previamente, excepto uno, el cual guardaba sus cosas en su estuche tranquilamente.

seokmin y junhui observaron a mingyu, el cual tenía su mirada fija en aquel chico de pelos azul marinos, exactamente kwon soonyoung. seokmin rió y volvió su mirada hacia el chico moreno, el cual tenía expresión irritada.

—¿ahora que? ¿iras y lo volverás a golpear?

—quizá.

bueno, seokmin no se esperaba esa respuesta. y mingyu solo volvería a fingir.

—ya deja eso, mingyu. ¿has visto lo lindo que se ha puesto? parece un muñequito.

escuchar esas palabras de parte del de sonrisa amplia hicieron que mingyu se irritara más en celos. sabía más que todos que parecía un muñequito, una pieza de porcelana. y odiaba eso, le irritaba, lo molestaba, porque no quería volver a hacerle nada para quedar bien ante todos.

—¿y que? no me importa, seguiré haciendo lo que quiera con el.

—pobre chico, mingyu.

mingyu sonrió ladinamente, mientras seok lo miró con un mohín, pero luego suspiró y sonrió. tal vez tenía razón, no tenía derecho a decirle que hacer, tampoco era su mamá. solo esperaba que por lo menos no deforme esa linda carita que tiene soonyoung ahora. jun observó todo sin decir nada, no le gustaba opinar, ni tampoco hablar en realidad. sin más, los dos se retiraron dejando a mingyu solo con soonyoung. y ahora mingyu empezaría con su actuación.

cuando el de mejillas grandes estaba por levantarse, min rápidamente fue hacia su escritorio, y posó sus brazos en este fuertemente, captando la atención del residente de aquella mesita. cuando soon levantó su mirada, sabía que todo volvería a ser como antes. volvió a agachar su cabeza, y dejó sus cosas en su regazo. la culpa en mingyu llegó, pero no sé detendría, no sé mostraría débil, y menos ante el.

—¿con que decidiste volver hecho un niño bonito? dime ¿a quien quieres enamorar?

—y-yo no...

soonyoung había vuelto hecho un niño bonito para que mingyu deje de golpearlo, pero se ve que no funcionó, y que el vale de todas maneras siempre lo mismo.

—mírame cuando te estoy hablando, y responde mi pregunta ¿a quien quieres enamorar?

soonyoung empezaba a sentir como sus ojos se cristalizaban. y fue peor cuando sintió como la mano del más alto tomó su quijada y alzó su rostro. lo hizo tan fuertemente, que hasta le dolió.

mingyu movió su mano y observó el rostro de soon. «ni una espinilla, ni un grano» se decía el moreno en la cabeza. su piel era perfecta, era blanca y suave, totalmente lisa. tal como había dicho, un muñeco de porcelana. mingyu igual aseguraba de que si soonyoung volvía igual de cómo era de pequeño, seguiría igual de enamorado. volvió a poner su rostro al frente en un movimiento brusco, haciendo que largara un quejido.

—ow... ¿vas a llorar, muñequito?

y era más que obvio que seguramente lo haría, ya que en su cara se pintaba un puchero rosado, debido al color raro intenso de sus labios, con sus mejillas y nariz levemente coloraditas, y unos ojos vidriosos, que en cualquier momento derramarian lágrimas, qué tal vez estaban haciendo el mayor esfuerzo por no soltar el llanto. y lamentablemente, esta imagen se veía condenadamente adorable y linda a los ojos del más alto, haciendo que todo sea más difícil.

había hecho llorar a soonyoung varias veces, y con cada lágrima que derramaba, su corazón se partía un poco más. y estaba seguro de que ahora su corazón estaría a la mitad.

mingyu sin más levantó su puño, amagando con golpearlo, haciendo que soonyoung cierre sus ojos fuertemente y espere el gran impacto contra su rostro. pero segundos pasaban, y nada ocurría, absolutamente nada. pero no sé atrevía a abrir los ojos, los cuales ya habian derramado dos pequeñas lágrimas.

mingyu empezó a hiperventilarse ¿por qué no lo había golpeado ya? se mostraría débil ante el. pero por más que quería hacerlo, no podía. no quería ver tampoco como su puño se estampaba en su rostro, porque le dolería el alma. hasta tenía ganas de secar sus lágrimas, las cuales caían por sus mejillas y mojaban su mano, que seguía sosteniendo el rostro de soon. pero sería ridículo, el tenía que golpearlo. pero no podía. a la vez quería, y a la vez no ¿y si soonyoung empezaba a sospechar? ¿y si todos se enteraban?

finalmente, soltó el rostro de soonyoung, y se dió la vuelta saliendo del salón, irritado, sin decir nada más. y si soonyoung no entendía que había pasado, el menos. y odiaba eso, y lo odiaba a el, por volver y complicar su vida y sus sentimientos.

see u (+) moshi ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora