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—Entonces ¿estás dentro? – le preguntó YoonOh mientras caminaban hacia la salida de la escuela. Mark iba a un lado de Dongyoung escuchando atentamente todo.

—¿Que debo hacer exactamente? – preguntó una vez mas el mayor de los tres.

—En resumen solo debes fingir sentirte mal, todos estaremos reunidos ese día y tú abandonarás la escena diciendo que necesitas ir al baño o algo así, luego vas por el pastel y regresas. Sencillo. – explicó Mark.

Dongyoung afirmó que ya había logrado entender todo y el tema quedó olvidado. Ese día los tres habían estado trabajando arduamente en lo que sería la sorpresa para Jungwoo por su cumpleaños, el día ya parecía estar a la vuelta de la esquina y a ninguno se le ocurrió planear algo hasta ese momento, por suerte Dongyoung y YoonOh trabajan perfectamente como equipo y no les costó idear algo bueno. Sencillo, pero ideal.

Así que, una vez olvidado el tema, los tres jóvenes caminaron con rumbo a la casa de YoonOh. En realidad ya ni siquiera se molestan en pedir permiso o avisar, es de forma inconsciente que muchas de las veces solo comienzan a caminar en esa dirección. Afortunadamente la madre de YoonOh es un rayito de sol y siempre les recibe con los brazos abiertos, incluso les da de comer cuando se quedan hasta tarde. Exceptuando las últimas semanas que Dongyoung ha estado siendo víctima de algunas miradas rencorosas cada que Jungwoo se acerca de mas a él, por eso mismo ha tenido que apartar al menor.

—Hyung ¿que se siente ser ya un año mas viejo? – ese fue Mark preguntando solamente para hacer enfadar a Dongyoung. El reciente cumpleaños del mayor lo tenía algo alterado respecto a la edad.

—Genial, da más libertad para hacer esto – Dongyoung le soltó un zape en la nuca a Mark.

El menor pareció entender el mensaje ya que no dijo nada después, Dongyoung sonrió satisfecho.

Llegaron a casa de YoonOh unos minutos después, automáticamente todos fueron a tirarse en alguna parte de la habitación del mencionado. Botaron sus cosas en una esquina y se dedicaron a descansar del atareado día de escuela que habían tenido. Eso hacía Dongyoung, extendido en la cama de YoonOh, hasta que sintió un peso extra sobre él y unos brazos que le envolvían con sumo cariño. Como que el oxigeno comenzó a faltarle.

—¿Ni siquiera un hola antes de comenzar a manosear me? – le dijo Dongyoung en broma a Jungwoo, el cual solo sonrió divertido, pero nunca se apartó.

—Un manoseo es diferente, hyung. Solo te estoy abrazando.

El pelinegro no dijo nada, prefirió disfrutar del contacto que Jungwoo le otorgaba antes de que cualquier de los demás presentes hiciera algún comentario al respecto, sabía que solo era un abrazo y que no había nada detrás, simplemente la personalidad de Jungwoo es así. Claro que es algo que su corazón no puede diferenciar y de todas formas sigue emocionado se cada que el de cabello azul se encuentra en posiciones tan cercanas como esa. Pero es algo de lo que nadie además de Dongyoung tenía conocimiento.

El pelinegro pasó ambas manos con suma lentitud a través de la espalda de Jungwoo, sintiendo como este se tensa ante el contacto. Dongyoung levantó la vista, encontrándose con la mirada atenta de Jungwoo hacia... Todo su rostro, sin un sentimiento en particular. Al menos no uno que el mayor supiera identificar. Analizó cada detalle sin siquiera saber lo que significaba, Dongyoung pasó un mano por el cabello de Jungwoo y decidió dejarla allí.

De pronto comenzó a sentirse nervioso, estaban demasiado cerca como para ser algo real, Dongyoung fácilmente podría levantarse un poco y besarle en este mismo instante.

Ganas no le faltaron, pero ¿como saber si Jungwoo quería lo mismo? No puede darse el lujo de arruinar todo lo que tienen por algo tan simple como un beso.

—Si van a besarse por favor que no sea en mi habitación, hay niños presentes ¿saben? – YoonOh habló, rompiendo el trance al que habían entrado.

—¡No soy un niño! – exclamó Mark.

Dongyoung río, podría jurar que casi carcajeó e incluso, para ambientar más su diversión, derramó un par de lágrimas. Lo trágico fue que hizo eso para ocultar la decepción al haber sido interrumpido en el mejor momento que había logrado tener en meses, tal vez años.

El pelinegro trágicamente, después de un par de semanas de reflexión, terminó aceptando que tiene un enamoramiento hacia Jungwoo. Es la única explicación viable que encontró para todo ese revoltijo en su estómago cuando está junto al menor. Ya comprobó varias veces eso con la esperanza de que fuera hambre, todas terminaron siendo un rotundo fracaso, aunque a su vez una victoria para su estómago.

Es algo trágico para él, enamorarse del hermano pequeño de tu mejor amigo va en contra del reglamento sagrado de amistades. Si YoonOh se llega a enterar de su sucio secreto, seguramente le castraría antes de que Dongyoung pudiese terminar la oración. Aprecia demasiado su vida como para arriesgarla de tal manera. Si él tuviera un hermano menor, lo protegería de todo lo relacionado con el amor hasta que el menos tuviera 30 años y una carrera universitaria concluida.

Aunque si YoonOh le llegara a reclamar en algún momento, Dongyoung puede decir firmemente que fue el mismo YoonOh quien se encargó de hacerle darse cuenta sobre esos sentimientos en primer lugar. Él no sabía que estaban allí hasta que su mejor amigo empezó con todas sus estúpidas preguntas sobre si su amistad con Jungwoo es algo más.

Por supuesto que no es algo "mas", nunca ha sido algo más. Dongyoung en su mente desearía que así fuera, pero nunca ha dejado, ni dejará de ser una simple relación de amigos.

Por el momento él esta bien con ello, solo teme no poder resistir las ganas de besar esos finos labios color carmín y tirar todo por la borda al no ser correspondido.

Mimosas ;; DoWoo (Doyoung x Jungwoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora