Mimosas ;; DoWoo (Doyoung x Jungwoo)

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Dos semanas después, en el esperado día del cumpleaños de Jungwoo, Kim Dongyoung se encontraba jodidamente nervioso. Sus manos y piernas temblaban, no había parado de transpirar desde la mañana, y no era capaz de pensar en otra cosa mas que en lo que podría pasar al darle el regalo planeado a Jungwoo. Sabe que solo hay dos posibles desenlaces a lo que tiene planeado, y es precisamente la respuesta a ello lo que le tiene tan nervioso.

Era un sábado por la tarde, afortunadamente todo el grupo estaba disponible y había quedado de verse ya en un par de horas en la casa de YoonOh. Por parte de Dongyoung, él fue tan elegante que llegó poco mas de un día antes de la hora acordada a la casa del castaño. Claro que no fue precisamente porque estuviera ansioso sobre ello, nada de eso, si no que esta vez fue YoonOh quien le insistió en que Dongyoung se quedara a dormir en su casa y juntos repasaran todos los detalles del plan.

Ahora, como que Dongyoung no podría estar mas arrepentido de haber dicho que sí a algo.

Justo cuando terminaban de afinar los detalles del plan, YoonOh le sugirió a Dongyoung que sería una estupenda idea sacar a Jungwoo de la casa para que el castaño pueda decorar y prepara todo. Originalmente habían acordado que sería Mark, pero el menor no logró obtener el permiso de sus padres, dejándoles sin sujeto encargado de la distracción. Por lo tanto Dongyoung terminó accediendo, después de todo no le quedaba otra opción.

Eso nos lleva al presente, donde Dongyoung esperaba pacientemente –siendo comido por los nervios en el interior– a Jungwoo para que salieran juntos. Solo ellos dos, sin nadie de por medio. Dongyoung y Jungwoo teniendo tiempo para ellos sin nadie de por medio.

Bien podría ser la noticia mas felíz que Dongyoung podría escuchar en la actualidad, en verdad, si por él fuera saltaría de la felicidad cual conejo libre en el verde campo, incluso si fuera posible juraría que de sus poros brotarían pequeños corazones rojizos sin parar. Eso sería viendolo desde el lado en el que obtiene tiempo de calidad con su dulce chico de cabello azulado y dueño de la sonrisa mas acogedora que sus ojos alguna vez han visto. Desde luego, es una oportunidad que no se presenta todos los días, y aún así Dongyoung desearía poder hacer cualquier cosa para evitarlo. Así de crítica ha quedado su situación.

—Hyung ¿a donde iremos? – le preguntó Jungwoo llegando a su lado. Dongyoung intentó ocultar el pequeño saltito de sorpresa que dio, había estado pensando demasiado en una forma para evitar tener que lidiar con esa situación, que irónicamente olvidó el pequeño hecho de que de todas formas iba a pasar.

Por su parte, Jungwoo le dedicó al mayor una sonrisa llena de ternura, la cual fue correspondida enseguida, tanto que ninguno se percató de lo tontos que debían haberse visto sonriendo se entre sí sin decir una sola palabra. Dongyoung olvidó hasta el color de sus calzones en ese momento, tristemente se vuelve ajeno a todo lo que pasa al rededor cuando se trata de Jungwoo. Si tuviera una hoya de frijoles en la estufa apunto de explotar, tampoco le prestaría atención.

—Al infinito y mas allá – el cerebro de Dongyoung no pudo pensar en algo mejor, en realidad ni él mismo sabe a donde demonios llevará al menor.

¿donde se supone que es buen lugar para llevar a alguien lejos de su hogar? ¿el parque es lo suficientemente lejano? ¿llevarlo por un helado? ¿a cortarse el cabello? ¿a la tienda de tintes? A ese paso Dongyoung terminará por perder el poco control que a duras penas conserva.

Jungwoo río sin añadir algo más, se colocó un suéter y juntos caminaron hasta la salida del hogar.

Dongyoung iba con la mente completamente en blanco, estaba tan concentrado en reprimir todas sus estúpidas emociones que no le era posible pensar en un buen plan. Estaba aterrado de no ser capaz de hacerlo.