Ya era fin de semana... En mi país, de donde yo venía íbamos todos los fines de semana a pasarla en la playa entre familia. Compartíamos y practicabamos Deportes acuáticos. Esa era una de las cosas que extrañaba más de mi isla. Estando en Carolina del Norte ir a la playa era muy difícil. Era un viaje extenso y cansado, según James, pero aún así decidimos ir. Sería nuestra primera aventura fuera de casa. Nos divertimos muchísimo. Recolectamos caracolas. Tomamos helado, nos vallamos el en mar e incluso jugamos volleyball.
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*Sábado 8:30 p.m.*
Decidimos quedarnos en un hotel hasta el otro día. Pues era algo tarde y llegaríamos muy noche a la casa. Llegué y me duche con James. Luego decidimos que iríamos al restaurant del hotel para cenar algo. Luego nos subimos a la habitación y quedamos rendidos del sueño.
*Domingo 9:00 a.m.*
- Dormilona despierta. La princesa más bonita necesita despertar porque es tarde- dijo James.
- Un ratito más por favor- dije.
- Ya es tarde cariño- dijo James. Y beso mi mejilla.
Me levanté para alistarme. Nos subimos al auto para regresar a casa. En el camino paramos a desayunar y luego continuamos el camino. Llegamos a la ciudad luego de dos horas. James me llevó a mi casa y luego el y su familia fueron a la suya.
No supe de James hasta la noche pues en la tarde estuvo en la práctica de baloncesto. En la noche como de costumbre James me marco y hablamos un rato. Me contó le había ido el día y estuvo la práctica. Antes de despedirse, pues al otro día tendríamos clase dijo :
- Mi princesa. Recuerda que eres mi único amor.
- Tu también eres mi único amor - dije. ¿Todo está bien?
- Si cariño. Todo está bien- dijo con una voz algo nerviosa. Mañana pasaré por ti.
