One-shots KaiLen

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Sus labios tan cerca y las respiraciones agitadas, el brillo en sus ojos junto al suave olor a vainilla que estaba en cada rincón de la habitación lograba que el momento fuera perfecto.

—Yo... —Acortó la distacia entre sus rostros y empezó a besar con delicadeza a la persona que más amaba.

Los movimientos un poco tontos le resultaron lindos. Su primer beso había sido dado a su mejor amigo. No podía sentir mayor alegría que aquella.

Se separaron, pero de inmediato volvieron a juntarse. Kaito empezó a subir el tono del beso. Era tan feroz y hambriento que Len subió a las piernas del otro, acomodándose lo más cerca que pudiera hasta que su trasero quedó sobre la entrepierna del mayor.

Un pequeño gemido brotó de sus labios cuando el de cabellos azules sintió cómo el menor presionaba su notable erección.

El rubio sin saber qué era lo que estaba bajo él decidió frotarse un poco y averiguarlo. Se separaron del beso mientras un hilillo de saliva les unía. Los ojos cerrados del rubio y sus mejillas que habían adquirido un tono rosado y sus labios brillantes le hicieron perder el control.

Sin perder tiempo lo tomó de la cadera. Lo dejó en la cama con su espalda sobre la misma mientras él empezaba a besar el cuello blanquecino del de menor estatura.

—Ah~ —Constantemente dejaba escapar pequeños suspiros, jadeos y gemidos. Las sensaciones eran completamente nuevas para él. No sabía si era bueno o malo, pero sí sabía que su mejor amigo nunce le haría daño.

—Eres hermoso, Len... Quien te diga algo distinto está completamente mal—Dijo luego de dejar marcas rojas en el cuello del pequeño. Volvió a sus labios para empezar a besarse de nueva cuenta.

Las manos traviesas del mayor se colaron por la sudadera celeste que el rubio usaba. Tocó sin pudor, con total libertad la cintura del otro. La levantó hasta que los lindos botones rosados se encontraron a su vista. Bajó hasta ellos y los lamió. Él jugó con ellos cada vez con más ímpetu al escuchar un gemido del ojizarco.

— ¿Esto está bien, Kai? —Preguntó de pronto aquel joven quien se encontraba siendo acariciado por el mayor entre gemidos.

—Sólo está bien si yo hago esto contigo—Respondió con fuerza, en su mente no había cabida para la idea de que Len estuviera con alguien más que no fuera él. 

—Claro, Kai—Su linda y tierna sonrisa se formó con un poco de dificultad. Sin embargo, no había nada mejor para el de cabellos azules en esos momentos.

Desabrochó con rapidez el short blanco que usaba Len. Lo quitó junto con la ropa interior y se alejó un poco para ver con detenimiento la erótica escena frente sus ojos. Len tenía sus ojos cerrados, labios algo hinchados por los besos, un sonrojo en sus lindas mejillas. No portaba nada más que su sudadera. Sus delicadas piernas estaban un poco abiertas dejando ver su erección, los dedos de sus pies estaban flexionados y sus manos apretaban con fuerza las sábanas.

—Eres perfecto, Len—Soltó cuando el menor abrió sus ojos. Sus miradas se conectaron y una pequeña descarga eléctrica les recorrió le cuerpo. El pequeño se levantó de la cama para acercarse provocativamente al otro por el calor del momento.

—Kai... Quiero que sigas tocándome. Me gusta mucho—Su voz delicada sonó y quedó grabada en la memoria del otro. Adoraba a ese pequeño.

—Claro, acercate—Contestó con una mirada lasciva y una sonrisa en sus labios.

El rubio tomó el cuello de Kaito con sus manos con las que luego acercó sus rostros para besarse. Las manos de Kaito se dirigieron instintivamente a la cintura del otro. Lentamente las bajó hasta su trasero, lo apretó con libertad quedando encantado al sentir cómo el beso atrapaba los gemidos de Len.

Se separaron del beso, inmediatamente tres dedos estaban frente a la boca del menor. Los empezó a lamer al verlos, su vista fija en la del otro. La erección que tenía empezó a doler cada vez que sentía la lengua del rubio sobre sus dedos.

Lo puso con su rostro contra la cama, separó sus gluteos con una mano mientras con la otra tocaba la entrada hasta que metió el primer dedo recibiendo un jadeo por parte del menor. Agregó un segundo dedo hasta que el tercero quedó dentro.

Los sacó y su miembro al fin fue liberado de sus prendas. Empezó a provocar a Len pasando su pene sobre la entrada. Le penetró lentamente, todo su miembro fue recibido dentro del cuerpo del rubio.

Sacó la mitad y volvió a meterlo con fuerza. Los gemidos llenaron la habitación. El deseo y necesidad del otro eran grandes.

Antes de que acabaran Kaito decidió dejarle hacer algo a Len. Lo sentó en sus piernas, el rubio empezó a subir y bajar con dificultad, pero eso le hacía sentir cada vez mejor.

—Yo. Yo... —El menor fue el primero en terminar, seguido de Kaito al sentir como las paredes internas se ceñían a su miembro placentaramente.

Se acostaron ambos juntos en la cama cubriéndose sólamente con la sábana que Kaito fue a buscar luego de recuperar el aliento.

—Len... Sé que esto debí de haberlo dicho antes, pero eres la única persona por la que he sentido esto. No sé cómo describirlo, pero gracias por existir, por entrar a mi vida como si de tu casa se tratase, escabullirte dentro de mi corazón y por adueñarte de él—Se confesó. Miró el rostro del rubio que estaba sonrojado. Tenía una sonrisa tierna y en sus ojos se podía apreciar un brillo especial.

—Te amo, Kai—Le dio un beso en la mejilla y se recostó en su pecho.

— ¿Quieres ser mi novio, pequeño? —El asentimiento tímido le hizo sentir alegría y rogocijo en su corazón como nunca antes había experimentado.

Ambos durmieron hasta el día siguiente soñando con el futuro que querían tener juntos. 

Al menos esa vez estudiar fue algo mejor de lo que esperaban. 

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¡Hey! ¿Qué les pareció? xd

¿Les gusta el Shipp de Slaine e Inaho? Pues si les gusta, tengo una fanfic nueva de ese shipp, espero se pasen por ahí :3

¡Que pasen un buen fin de semana!

-Sofía

Nota del 2021:
El hecho de que escribí esto en el 2018 me deja asombrada;;
No sé qué tenía la Sofía de ese entonces en la cabeza, pero puedo asegurar que no era algo puro c':