4

172 12 3
                                    

Corría por la noche como un alma en pena escapando de la muerte, su mente no pensaba bien y sólo su cerebro podía mandar el mando a sus extremidades inferiores de correr, de hacerlo lo más rápido que pudiera porque si no perdería su vida.

Podía perder su vida a manos de la persona que amaba.

Como una mala película de terror había elegido ir por un callejón que no tenía salida, el miedo en sus ojos cristalizados y cuando dio media vuelta para encontrar al de cabellos azules con una sonrisa plasmada en su rostro.

—Mi amor ¿Por qué te fuiste del apartamento así? —Le preguntó con un deje de tristeza impregnado en su voz.

—Yo. Yo sólo quería ir a mi... a mi casa, Kai... Por, por favor, déjame ir con, con mi hermana... —Detrás de todas aquellas palabras se encontraba el deseo de ir hacia él y abrazarle, decirle en su oído que le amaba y que todo estaría bien.

Tomó una respiración, y aún no muy seguro, caminó hasta él consiguiendo una mirada estupefacta del más alto.

Abrió sus brazos con la total seguridad de que su novio le atraparía, corrió y saltó, pero lamentablemente no miró que el cuchillo estaba apuntando a su dirección, Kaito no había podido salir de ese estado de shook.

Cuando se dio cuenta de su error tomó llorando el rostro de su novio que estaba en el suelo desangrandose con una pequeña sonrisa temblando.

—Te amo, Kaito—Susurró antes de cerrar sus párpados para siempre.

Lloró sobre el cuerpo de su único amor.

Y el otro murió a manos de su único amor, mejor amigo y apoyo.

Ambos muertos, uno ya en el otro mundo y el otro en este.

Porque no se necesita estar en una tumba para estar muerto.

One-shots KaiLenWhere stories live. Discover now