01.

241 28 4
                                    

A veces pienso que realmente tener a mi mejor amigo encima de mi a cada momento era muy angustioso, sin embargo no le hacía ningún comentario ya que dirigirle la palabra se me hacía mucho ya.

—¡No puede ser!—Exclamó quitándome de mi mano derecha una carta que apenas había sacado del maletero— ¡Te llegó una confesión! ¿Cómo puede ser posible eso?

Hice una mueca y me encogí de hombros sin importarme lo que decía ese pedazo de papel. Mi amigo no obstante, tenía tanta curiosidad de lo que ocultaba aquella carta pues sonrió en cuánto tuvo aquella hoja en sus manos y leyó en voz alta.

Claro como si fuéramos los únicos aquí en los pasillos de la escuela.

"Eres lindo cómo el más resplandeciente sol que sale cada mañana..." — Desde el rabillo del ojo pude ver que estaba haciendo una cara de asco— "Me encantan tus ojos, gatunos que brillan cuando tienes una maravillosa idea y la plasmas en ese misterioso cuaderno... ¿Sabes? Todo me gusta de ti pero lo que me hizo perder la cabeza fue tu fría e inteligente manera de pensar sobre el mun..."

Lo interrumpí

—Para ahí ¿Quién rayos se desvivió escribiendo tanto intento de poema barato?

Inmediatamente mi amigo dirigió su mirada hacia la parte de abajo de la hoja y sin mucha importancia dijo su nombre

—Eh Jungkook, Jeon Jungkook.

—Tiralo.

Hice un ademán con la mano tratando de decirle que era poca cosa aquella confesión y mi amigo rompió la carta, aún sin poder creerselo.

—¿Rechazas al chico más guapo e inteligente de nuestra facult...

—No es mi tipo Hoseok, ya deja el rollo ahí.

Seguí caminando dejando a mi amigo de toda la vida detrás, pues si él planeaba llegar tarde a clases es su problema ya que yo necesito mínimo un 9 para aprobar Física.

—¿Tienes otra carta?

Preguntó curioso llevándose una mano a la barbilla intentando imitar a un gran pensante. Puse los ojos en blanco por un minuto y con apresuramiento busqué entre mi maletero-mochila la última carta.

Se la entregué y apresure todavía más el paso.

—¡Hey espérame! ¿No quieres saber que te escribió tu otro admirador?

Formé una ligera mueca en mis labios, no lo miraba pero sabía que estaba ansioso por leer lo que contenía aquella carta.

—Luego.

Fue lo último que dije antes de entrar despavorido en el salón, por suerte el profesor estaba platicando con una grupo de alumnas.

Genial, pueden tardarse cuántas horas quieran, por mí toda la eternidad si se puede.

Dejé el pesado maletero entre los últimos asientos sin ningún cuidado y volteé a ver a mi amigo.

—Mira, ahí hay un lugar vacío.

—¿Puedo leertelo?

Ignoró por completo lo que había dicho haciendo que dejara escabar un largo suspiro.

—Despues Ho.

—Ahora mismo.

Frunci el ceño confundido por lo que acababa de decir, ¿Por qué se esmeraba tanto en leer una simple confesión que será rechazada de todos modos?

—¿Ahora mismo?

Pregunté cómo si hubiera escuchado mal y el asintió varias veces.

Sin embargo el profesor nos llamó la atención diciendo que nos sentaramos en nuestros lugares correspondientes.

Hoseok dejó la carta en mi butaca cómo si fuera un objeto apreciado y antes de irse habló.

—Espero que lo leas, creo que ésa persona realmente quiere hacerte feliz

Observé la carta, no tenía ninguna dobladez o que haya sido usada antes, no, sólo una simple carta que Hoseok ansiaba que leyera

Pero entonces un pensamiento pasó por mi mente logrando inquietarme y que las ganas de leer ésa carta fueran desvaneciéndose lentamente...

¿Hoseok escribió ésta carta?

¿Acaso le gusto a Hoseok?

Moví mi cabeza en signo de negación varias veces pues la respuesta estaba en mi mente resultando bastante obvia.

No, sólo somos amigos.

F R I E N D S » YoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora