Déjame entrar.

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Estaba acostumbrada a despertarse pronto. El reloj siempre sonaba a la misma hora: 07:00. Odiaba llegar tarde, y aunque la noche anterior había sido de lo mejorcito que había vivido, sabía que tenía que llegar a ese examen a tiempo ya que se jugaba todo el curso en 2 folios.

Grace, era una chica responsable, muy responsable,de echo demasiado responsable. Tenía hobbies peculiares en una chica joven de 21 aňos, pero su total dedicación en su carrera de Magisterio estaba acabando con todo su tiempo libre. Era alta, bueno, a ella no le importaba mucho su estatura, era de complexión media, pero lo que destacaba de ella eran sus enormes ojos marrones, unos ojos rasgados por unas preciosas pestaňas negras y un brillo de alegría que se podía contagiar a km.

Cogió sus cosas lo mas rapido que pudo e inició su trayecto aburrido de todos los dias: andar hasta la parada de bus, bajar cerca de la estación de trenes y llegar en tren hasta la puerta de la Universidad. Admitía que su vida era monótona, pero no echaba de menos nada que no hubiese sucedido antes. Hoy si que echaba de menos algo, mejor dicho, a alguien. Esos ojos que anoche pertenecieron a millones de personas en el estadio de Wembley, durante segundos, solo pertenecieron a ella, los tubo clavados en su mirada y era algo que no podia acabar de creer. Ese pensamiento la distraía desde anoche, no admitía que le hacía ilusion porque le dolía pensar que tal vez solo había sido un cruce de miradas, una casualidad mas sobre un millón.

Sonó la campana del cambio de clase y Nora, se acercaba a ella con una gran sonrisa. Nora era su mejor amiga desde la infancia, y aunque era una de las personas que mas nerviosa le ponía en este mundo, era la que mas la entendía.

-Grace, quiero irme a casa ya.

-En mi pueblo se saluda diciendo hola, vaya.

-Hija mia tu siempre de tan buen humor por las maňanas. Cuentame, que tal fué anoche el concierto de los buenorros de los One Di?

-Estas segura que quieres que te cuente? O moriras de envidia por haberme dejado sola por Jake?

-Grace amor, nunca te he dicho lo mucho que te odio?

-Nora corazon, porque no dejas a Jake un  ratito y quedamos esta tarde para  que te cuente todo?

-Perfecto, llamame despues de clase, hoy me pelaré la última hora.

-Tú tan responsable como siempre.

-Hasta luego precious.-Dijo Nora corriendo hacia la puerta de clase de física, dejando a Grace ahí parada y con la palabra en la boca. La verdad esque Nora era una chica con una energía que alegraba a cualquiera, y eso era algo por lo que Grace la apreciaba tanto.

La última clase de física, era la peor, pasaba lenta y aburrida, bueno, no del todo aburrida, tenía a Josh sentado junsto delante con quien podía hablar aunque fuese por notas, así como si tubiesen 15 aňos otra vez. Josh era su novio de la infancia, el de toda la vida, ahora mismo ya no eran nada, solo buenos amigos, con una confianza increible y alguien que la conocía perfectamente, casi mas que Nora. Grace siempre admitía que Josh era muy guapo, demasiado guapo como para verlo solo como amigo, y sinceramente si era así, ahora ya había alguien mas que ocupase su pensamiento, desde la noche anterior ella estaba muy distraída y él lo notó.

Josh se giró justo cuando la profesora seguía escribiendo en la pizarra una de sus filosoficas frases que ocupaban las dos pizarras centrales.

-Psh, aterriza que estamos en la tierra.

-Me has asustado bobo.-Miró Grace a Josh mientras el reía.-Esta clase es la mas aburrida.

-Bueno pero parece que tu tienes mejores cosas en las que pensar.-Le lanzó una mirada sospechosa.

-Digamos que ayer fué una buena noche.-Su mirada coqueta la delataba demasiado. -Ahora girate, la "seňorita Routten Mayer" nos vas a tirar de clase a los dos.

-Yo solo te digo que luego me lo contarás todo.-Finalmente Josh se giró para acomodarse en su silla y disimular la atención que para nada estaba prestando a la profesora que estaba situada en medio de las dos pizzaras, cruzada de brazos y con un gesto de enfado porque notaba que su clase aburría a todos sus alumnos que hablaban y se distraían con cualquier cosa.

Eran las 5 de la tarde, Grace ya había llegado a su casa, se disponia a comer algo y poder descansar aunque fuesen 10 minutos, cuando sonó el móvil.

-Si?

-Nena, en 20 minutos en la heladería de bajo de tu casa, tienes mucho que contarme.-Dijo Nora entusiasmada, y con un toque de ironia.

-Te iba a llamar yo, ya que no he sabido nada de ti desde las 11 de esta maňana, donde te habias metido?

-Luego te cuento cotilla.-Rió y colgó antes de que Grace dijese nada.

"Tengo 10 minutos para descansar" Pensó Grace mientras se disponía a sentarse en el sofá de su amplio y alumbrado salón. Durante esos minutos de descanso, a su mente vinieron mil imagenes de la pasada noche, algo que la hacía sonreir. Había sido una de sus mejores noches, y sabía que aunque no se volvería a repetir, quedaría en su memoria para siempre.

Last NightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora