11.

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- "Hola"- dijo en un tono tan poco familiar que Ana no sabía que le estaban hablando a ella hasta que levanto la vista.

Javier se situó delante de ella, las manos profundamente en los bolsillos de su abrigo. Desviando su mirada por todo el parque antes de mirar a Ana.

- "Como que hace frío para estar aquí".- El viento soplaba fuerte en ese momento, arrastrando una botella de agua vacía en el suelo.

Ana lo miró en silencio, irritada brevemente hacia la persona a quien tenía en frente. En circunstancias normales se habría ido. En cambio, no hizo nada, sino mantener quietas las páginas de su cuaderno de bocetos a medida que el viento volvía a soplar.

- "Es bueno"- dijo.

- "¿Te han gustado las flores?" -Ana miró hacia abajo, se sentía cansada ahora. Deseaba que la deje.

- "¿Qué quieres, Javi?"- Él se sentó a su lado sin esperar una invitación. Debió haberse dado cuenta que ella no le ofrecería una.

- "Quería pedir disculpas".- Ana miraba su perfil, tratando de no aparecer como que se sintió sorprendida. ¿Javier? ¿Pedir disculpas? ¿A ella?

- "No fue tu culpa que yo..." -Javier dudó y empezó de nuevo. -"Mis padres estaban ejerciendo una gran presión sobre mí para encontrar a alguien más."- Él la miró con rapidez. -"No es que no les gustas es que sólo que... no eres....." –

Ana intentado ignorar la sensación de humillación que siempre acompañaba la forma de pensar de los padres de Javier. Por supuesto, sabía que no era de clase alta. Por supuesto, ella sabía que sus padres no la aprobaban, a ella y la relación con Javier. Por supuesto que sabía que le habían amenazado cortar su relación con él si no rompía con Ana. Que habían dicho muy claro que ella no era lo suficientemente buena para él.

Javier se cambió para hacerle frente.

- "Las cosas estaban realmente feas, y tuve que decirles que nos separamos".- Ana trago saliva, sin que el odio la lastime.

- "¿Cuándo?"

- "Hace seis meses"- dijo. -"Lo siento, Ana. Era la única forma que podrían dejarme solo. La única forma en que nos dejaran en paz. Sin embargo, no fue suficiente". - Él paró y respiró profundamente, lo que indicaba que lo que seguía era mucho peor. -"Ellos me juntaron con alguien. La hija de uno de los socios de negocios de mi padre. Ingresó también en mi misma universidad, y realmente...nos caímos bien. Por eso he estado tan distante... La he estado viendo a ella".

Ana parpadeó, incapaz de formular palabras.

- "Quiero decir que cuando dije que te amo era cierto. Era la razón por la que quería tu transferencia a mi misma universidad. Quería creer que tú y yo podríamos ser algo. Que lo que yo sentía por Vanesa era sólo temporal..."

- "Vanesa"- dijo Ana suavemente, pensando que el nombre hizo chispar algo en ella. Ira o amargura o algo así. Además de algo vacío.- "¿Has dormido con ella mientras estábamos juntos?"- Javier la miró.

- "Lo siento". -Ana asintió.

- "Gracias por decírmelo"- dijo, llegando a sus pies.

- "Ana..."

- "Es bueno"- dijo, no estaba segura de si era cierto o no. El frío fue llegando a su momento, y necesitaba caminar. Tal vez si caminaba se libraría de su asentamiento, de su entumecimiento.- "Por favor, deja de llamarme".

El lado ciego del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora