Capítulo 10.

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Jungkook estaba tirado en la cama, llevaba mucho tiempo allí, pero no recordaba desde cuando, solo sabia que no estaba cómodo, le faltaba algo. Se acurrucó más en la almohada. Suspiró.

—La vida es tan complicada...—susurró en un intento por dormir.

No pudo, sentía que sus ojos se cerraban, pero no dormía, no podía... Imaginó que estaba en una playa, que estaba con él. Casi lo podía oler, ese olor tan peculiar que le producía tantas sensaciones. Volvió a cerrar los ojos, pero nuevamente no pudo dormir. Enfadado consigo mismo, se levantó de su cama y salió. No lo pensó, fue inocentemente, pero apareció en la habitación de él.

Las vacaciones habían llegado y con ello los hyungs de got7, sus hyungs y su mejor amigo nuevamente habían quedado para salir unas semanas juntas. Miró de un lado a otro, nadie se miraba por el pasillo.

La puerta estaba medio cerrada, él sabia que dormía con Bambam y Mark, más no le importaba. Entro en la habitación, escucho su respiración, los latidos de su corazón.

Abrió la puerta y, sin hacer ruido, se coló en la habitación. Se acercó a él. Miró donde estaba, en aquel sofá... Allí había pasado todo. Los recuerdos pasaron por su cabeza como una película. Sin duda, uno de los mejores momentos de su vida.

Ellos dos, solos en aquella gran cabaña y, sin embargo, tan juntos. Se quedó observándolo desde una esquina, no quería que lo vieran, solo quería observarlo en silencio.

Observó como sus ojos se abrían. Pudo haberse ido, pero no lo hizo, algo en él le decía que no podía, que quería seguir allí, con el menor. Yugyeom lo miró sorprendido.

—¿Qué haces aquí?—preguntó mirándolo con esa mirada preocupada que, tantas pocas veces, él le había visto.

Lo miró, un cosquilleo le removió por dentro. La sensación de incomodidad de antes había desaparecido. Todo estaba tranquilo, ahora Yugyeom estaba despierto.

—No podía dormir...—susurró el castaño, no era así, pero aquel chico lo transformaba, lo convertía en alguien asustadizo.

—No creo que aquí sea mejor...—afirmó el rubio, señalando a sus compañeros, que roncaban sonoramente.

—No me importa...—volvió a susurrar. El mayor solo quería estar con su chico. Él se levantó, acercándose más.

—¿Sabes que...?—hablo el Kim. Jungkook no contestó, no hacia falta.—Tu cabello... es precioso...—murmuró mientras empezaba a jugar con él. ¿Su cabello? Ese color castaño claro... él no se había fijado nunca en eso.

—Lo que pasó la otra noche...—dijo Yugyeom.

Aún jugaba con el pelo del chico. Él se puso nervioso. Le miró a los ojos... Su expresión tímida cambió.

—¿Algún inconveniente...?—preguntó el mayor firmemente mientras se acercaba más al menor.

Este negó con la cabeza. Estaban ya muy cerca, no era casualidad. Clic... Pensó el menor de bangtan cuando, de golpe y sin previo aviso, lo tomó por la cintura y juntó sus labios con los del castaño. Fue un instante. Se separaron un segundo para mirarse. Los dos sonrieron.

Se olvidaron del resto, entre caricias y besos salieron de la habitación, de camino a la del mayor. Fue todo muy deprisa, como la noche pasada. ¿Porqué? No habían hablado de todo eso, solo había pasado... ¿Y si solo era... un revolcón? Jungkook se estremeció al pensar eso. En realidad Yugyeom también se lo preguntaba pero... ¿Qué iba a saber Jungkook?

Se tumbaron en la cama, uno al lado del otro. Después de unos segundos entre dudas y un poco de incomodidad, Jungkook le miró con decisión.

—¿Qué ha sido esto?—preguntó sin preámbulos, tenía que saberlo...Yugyeom no supo que contestar. Pensó unos instantes más. ¿Qué podía decir?

¡Hey! Regresame mi cuerpoWhere stories live. Discover now