Fue una semana muy intensa en la que tuvimos que montar la canción y ensayarla todo lo que pudiéramos.
El día antes del reality, estaba yo sola ensayando las partes que más me costaban de la canción, cuando me encontré a Noah apoyado en el marco de la puerta, observándome.
-¿Espiándome? ¿Tan bajo has caído, Pumpk?-me reí, era la primera vez que usaba su apodo.
-Sólo quería ver qué tal lo estabas haciendo. ¿Te importa si te doy un consejito de nada?-preguntó Noah.
-No, no me importa.- contesté.
-A la hora de cantar, es muy importante expresar en cada momento todo lo que causa en ti la canción. En cada nota, palabra o gesto, el oyente tiene que percibir todos tus sentimientos y emociones. Si hace falta llorar, llora; si hace falta gritar, grita. A fin de cuentas, la música es puro sentimiento, ¿no crees?-expresó Noah, dejándome sin palabras.
-¿Qué tal si cantamos la canción de nuevo, poniendo en práctica mi consejo?-propuso Noah.
Asentí y puse la canción y, simplemente, me dejé llevar por completo. Hice parte de mi cada palabra cantada y cada sentimiento que estas provocaban en mí.
Entonces, como siempre que sonaba el último acorde de la canción, nuestras caras acabaron casi pegadas, terminando así nuestro baile. Iba a separarme cuando Noah me puso una mano en el cuello. Alcé la mirada y me encontré con sus ojos, azules y llenos de sentimientos. Poco a poco, Noah se fue acercando más mientras cerraba los ojos. Finalmente rompió el espacio entre los dos, dejándome acariciar sus labios con los míos. Pasé mis brazos por su cuello y empecé a jugar con su pelo. Sus labios eran lo mejor que había probado en mi vida. Cuando, desgraciadamente los despegó de mí me dijo:
-Ya era hora de que sucediese, ¿no, crees?
Oímos que alguien entraba en la habitación y nos separamos. Ed nos miró raro desde la puerta, y Noah se despidió y salió a la terraza. Ed se sentó en mi cama y me hizo un gesto para que hiciera lo mismo.
-Esta mañana he hablado con Pablo.-Dijo con una sonrisita- ¡Adivina con quién estoy saliendo!
-¡Con Daphne! –Exclamé, en broma.
-Eres tonta… ¡Con Mel Grinni! Estoy saliendo con uno de los chicos más codiciados del país. –Comentó, orgulloso.
-¿Y me lo vas a contar todo o no? Vamos, es que a veces dices que soy tu hermana, y luego se te olvida el importante detalle de decirme que tienes novio…
-No te enfades, porfi… Te lo cuento todo, ¿vale? –Asentí- Mira, la primera vez que le vi fue en Loudly, antes de que nos hiciesen la primera audición. Se presentó como Magnus, y yo le dije que necesitaba un apodo urgentemente. Después de diez minutos, llegamos a la conclusión de que Mel era un nombre genial. La segunda vez que hablamos fue cuando nos echaron del programa, recuerdo que Mel estaba muy triste y yo le abracé. Estuvimos abrazados hasta que nos vinieron a buscar y Mel me dio su teléfono. Pasó una semana y nos hicieron volver al programa. Te puedes imaginar cual fue mi sorpresa al ver ahí a Mel, mi nuevo amigo, porque entonces yo tenía novia y tal. Pasamos una fase del concurso por los pelos, sin casi tiempo para ensayar y después nos fuimos a la casa de la playa del hermano mayor de Mel. Ahí empezamos a tontear, hasta que un día me besó. Estuve dos días sin hablarle, hasta que tuve una charla muy profunda con Logan y le conté todo. Log me hizo hablar con Mel y volvimos a quedar como amigos, aunque de vez en cuando le robaba alguna caricia o abrazo que no les das a tus amigos. Pero yo no estaba listo. No podía dejar a Lilly, mi novia desde hace dos años. La cosa mejoró cuando pasamos a la fase de las casas, porque tenía a Mel tonteando conmigo 24 horas al día. Después de varias semanas dejé a mi novia, porque me estaba enamorando de mi mejor amigo y no podía seguir mintiéndola a ella, ni seguir mintiéndome a mí. Desde ese momento, los encuentros con Mel se multiplicaron y surgieron las Melard Shippers. El día antes de fin de año, mi cumple, Mel se declaró. Me dijo cosas que nunca olvidaré y que no te voy a contar porque tienes 15 años. Tres días después me declaré yo y empezamos a salir. Cuando se lo dije a mi madre flipó muchísimo, pero los padres de Mel, que ya sabían que era bisexual, no fliparon tanto. Si te digo la verdad, conocer a Mel fue una de las mejores cosas que me han pasado.
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Cuando las palabras fallan, la música habla.
FanfictionLynsie es fan incondicional de Fantartic, una boyband que va a participar en un reality. Cuando se da cuenta de que tal vez se pase varios meses en ese reality, con sus seis chicos favoritos, no se lo puede creer. Estar con Fantartic es lo que cualq...