10 Horas

¿Felices para siempre?

(6 años después)

—¿Carlos como me quedo el nudo de la corbata?— es irónico que le haya pedido a Carlos su opinión sobre mi corbata en mi boda y ahora se la estoy pidiendo para mi divorcio.

—Bien, ¿quieres bajarte de auto? el estacionamiento de un bufete no es el mejor lugar para que te antojes de cambiarte la corbata—luego dice en susurro— la cual no te combina.

Rápidamente me quite la corbata y la puse en la guantera.

—Cuando suba, ya no habrá marcha atrás— mire el anillo en mi dedo anular— seis años se van a la mierda con un papel.

—Hermano, por el amor a Cristo, apenas se hablan, simplemente el amor se acaba— me dijo Carlos dándome una palmada en el hombro.

—¿Subirás conmigo verdad?— le digo mientras me quito el anillo y lo pongo en uno de los bolsillos internos del saco.

—No, tengo que pasar buscando a las niñas por la guardería, avísame para venirte a buscar cuando termines, justamente hoy te antojaste de que te trajera en vez de tu venir en tu carro.

—solo necesitaba un poco de apoyo fraternal, pero veo que busque en el lugar equivocado— dije haciendo un puchero

—Si eres infantil, ya tienes treinta y dos... la verdadera razón por la que insististe tanto en que viniera es que solo necesitas que te den un motivo para que no subas ahí y quieres que sea yo quien te lo de.

—claro que no— estoy mintiendo, no quiero subir, no quiero verlo sin el anillo, no quiero que estemos en polos opuestos de la mesa discutiendo quien se queda con que, eso no me importa, solo quiero...que todo vuelva a ser como antes— Estoy listo para subir.

—Te deseo suerte— me abraza— y en el caso que te quiten las casas, siempre tienes abiertas las puertas de mi casa, mientras compras otra.

—Gracias, eres un gran apoyo, no se que haría sin ti, tu sabes que a mi me da igual los bienes materiales— me baje del auto y Carlos encendió el motor, presione el botón del ascensor.

—Saluda a Alex de mi parte—dijo Carlos antes de salir del estacionamiento del bufete.

Cuando el ascensor abrió sus puertas entro y marco el décimo piso, cuando las puertas están a punto de cerrarse una mano se asoma y las abre.

En muchacho alto y vestido informalmente entra con una bandeja de subway y también oprime el piso 10. Tiene los ojos mas azules que he visto.

—¿Repartidor? — pregunto por curiosidad.

— no, vengo a traerle el almuerzo a mi novio, hoy le pediré matrimonio y ¿a ti que te trae por aquí?.

Se me hace un nudo en la garganta .

— divorcio, me voy a divorciar de mi esposo.