10 Horas

8 horas

—juguemos algo— sugerí para deshacerme del silencio que crecía entre los dos.

—te escucho— dijo recostando su cabeza en mi hombro.

—verdad o reto—digo sonriendo.

—¿que retos podemos hacer? ¿correr por todo el recinto por tres horas?—dice riendo, Ese es el Alex del que me enamore, el que aunque tenga una oficina oscura con las piernas inmóviles le busca algún chiste a la situación.

—entonces verdad o verdad—

—yo empiezo...Chris ¿verdad o verdad?— me dice jugando con sus dedos.

—verdad—digo imaginándome todo lo que me puede preguntar.

—¿que fue lo que mas te gusto de mi?—dice serio.

—umm...—hice parecer que estaba pensando, pero la respuesta la tenia clara desde hace mas de seis años— Me hipnotizaron tus ojos, son tan negros que reflejan todo lo que te rodea.

—vaya contraste —dijo riendo— a ti te hipnotizan mis ojos negros y a mi me encantan tus ojos ambarinos, son...con como— el hizo una pausa, yo me imaginaba que iba a decir algo común como "son como oro liquido" o "son como el sol" pero el es único—¡lo tengo! son como las sabanas de la cama de cuarto del hotel donde pasamos nuestra luna de miel—ambos nos echamos a reír al mismo tiempo.

—me sorprende que te acordaras de las sabanas, porque tan pronto como entramos en la habitación terminaron en el piso—

—me sorprende que después de esa noche aun nos dejen entrar en ese hotel—dije recordando como dejamos el cuarto—

—La única razón por la que no nos expulsaron fue que gastamos cien mil dolares entre servicios y comida— me gire a mirarlo y me fije en que había sonreído inconscientemente.

—aun no me explico como las almohadas quedaron en la tina.

—yo si—dijo con tono sugerente reímos.

Las siguientes 2 horas las pasamos recordando lo salvaje, loca y descontrolada que fue nuestra luna de miel.