CHAPTER ONE

4.8K 349 66
                                    

He pasado toda mi jodida vida, aunque no era jodida, y no tenía que serlo, junto a mi compañero de todo, Shawn Mendes, y no es algo grandioso, todo lo contrario, un puro infierno. Vivir con él, junto a él y pegada a él, es lo peor que le puede pasar a una persona, y no digo que físicamente sea feo, en cambio, es un desperdicio de belleza, porque alguien que actúa del modo en el que él lo hace, no merece ser un Dios esculpido, no lo merece!

Mis padres, sí es que los puedo llamar así, vivieron toda su vida junto a sus amigos, Karen y Manuel Mendes, desde secundaria que se había conocido y jamás se separaron, una relación muy duradera de amistad, y hubiera querido que terminara antes de que cursaran la universidad, y no me malentiendan, son unas personas geniales, pero el engendro que tienen como hijo, no lo es. Así que, que mejor que comprar una casa en conjunto y vivir el resto de sus vidas en son de amistad, viéndose todos lo días? Era lo mejor, antes de que comenzara a entender todo y a tener conciencia propia.

Desde que recuerdo, no ha había un solo día en paz, siempre tenía que haber algo que me lo arruine, o alguien, y ese maldito ser que ocupaba la palabra alguien, era Shawn. De trabas en los pies a tirarme "accidentalmente" su bebida en la ropa. De empujones a falta de ropa. De sacarme el baño a encerrarme en mi habitación. Ese chico no conocía limites y tampoco se lo establecían. Era un pan de Dios delante de los ojos de nuestros padres, pero todo un demonio detrás de ellos.

Lo último en bromas, fue hacerme desaparecer mi sudadera favorita de mi equipo de fútbol, y lo odio, jamás le toque la ropa, jamás trate de vengarme, nunca le hice nada malo, en cambio, siempre lo trate bien.

Pero sí el chico quiere venganza la tendrá y no sera algo agradable, va ser lo peor de sus pesadillas.

Y saben a lo que me refiero, creare un repelente con todo lo que odia, esta vez, si me dejara en paz.

--Engendro de aborto de mono --dirigí mi vista a la puerta de la habitación, hablando de engendros, le sonreí falsamente y él rodó los ojos--, es hora de la cena, o mejor quédate y no comas, te hace falta --volví mi vista al escritorio y escuché una risa de su parte. Es un infantil, tenemos 15años, bueno él 16, es ilógico que se porte como un crío de seis.

La primera vez que empezó a molestarme, teníamos alrededor de siete años y fue para mi cumpleaños. Era fanática de la Cenicienta y mis papas me habían comprado el vestido, algunas compañeras de la escuela estaban entrando en la casa, cuando apareció Shawn, y no fue muy agradable su entrada, me abrazo en saludo y pegó un chicle en mi pelo. No fui a la escuela por un mes, solo porque no me crecía el pelo, y eso no fue lo único que paso en esa tarde. Había tirado chocolate caliente en mi ropa, me había tirado al suelo, y, lo peor de todo, había roto mi vestido. Llore a mares ese día y mis padres no hicieron nada, la típica excusa que es cosa de niños y nadie hizo nada. Nunca pase tan mal un cumpleaños. De ahí la tradición de hacernos una broma cada cumpleaños, lo mío siempre es el clásico llenarlo de espuma la cara, pero él, las cosas que hace, lo último que me hizo en mi cumpleaños 15 fue rasurarme una ceja, por suerte, solo fue un extremo y creció, pero yo no me quedé atrás, digamos que su pelo tuvo una cesión de muchas sustancias.

--Cariño, la cena --mi mama entró en la habitación y camino hacia mí, cerré la computadora algo fuerte, causando el susto de mi madre, estaba trabajando en mi ensayo para la escuela, la profesora de literatura nos pidió que escribiéramos un cuento de ficción, pero esta difícil.

--Ya voy --le sonreí. Mi mama se fue sin chistar y la perdí de vista. Abrí nuevamente la computadora y observé lo que había escrito.

Parte sin titulo

Se veía en la parte superior de la pantalla, exacto, estaba nula, suspiré frustrada, así no voy a llegar a ningún lado.

--Que te pasa, aborto de elefante? --Shawn apoyo su mentón en mi hombro y lo mire fulminante mientras cerraba la computadora una vez más. El aborto de mono me miro y frunció el ceño.

--Te haces el amigable? --pregunte cortante mepare para salir de la habitación. El aborto de mono me siguió y me empujó, trastabille para delante y casi caigo de rodillas.

--Nunca lo voy a ser, cuando te lo vas a clavar en la cabeza? --paso por delante de mí y empujó mi hombro, rodé los ojos, era un infantil.

Y eso fue una de las pocas veces que se puede decir que fue amigable, porque dirigirme, siquiera, la palabra, ya era una gran avance, pero mi fórmula contra Shawn estaba en trabajo.

Lo primero que supe era que odiaba los tomates, ya sé cuál sera el primer ingrediente.


COMIENZO?

Que tal?

La sigo?

Anti-ShawnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora