CAPÍTULO 2

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¡Aquí os dejo el capítulo 2! Recordad que los comentarios me dan la vida, al igual que las estrellitas ^^

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Al día siguiente, Stiles acudió como cada mañana con sus padres al mercado, para observar cómo trabajaban y ayudar en lo que podía.

Al ser demasiado pequeño, no tenía obligación de hacerlo, pero Stiles siempre estaba dispuesto a aportar lo que buenamente pudiera para sentirse útil en la familia. Aunque, como alma intranquila e hiperactiva que era, apenas aguantaba una hora con sus padres antes de abandonar el puesto y pasear por la ciudad con Garrus.

Era un fastidio que Derek estudiara por las mañanas y no pudiera jugar, pero siempre podía disfrutar de su compañía por las tardes.

Y como cada tarde, Derek acudió a su cita, aunque en aquella ocasión sólo llevaba una espada. En la otra mano portaba un palo largo y grueso, seguramente recogido por el camino.

—Hoy vamos a jugar a magos y templarios—le dijo con una sonrisa—. Ayer, al final, no pudimos jugar. Pero ahora que lo sabes todo podrás ser un buen mago—Le dio el palo—. Harás magia con esto.

—¿Los magos tienen que usar un palo?

—No se llaman palos, se llaman bastones. Tienes que imaginarte que este palo es un bastón de mago—le explicó—. Los magos pueden hacer magia sin bastones, pero dice mi tío que con ellos potencian su poder.

Stiles sujetó el palo, mientras que Derek desenvainaba la espada.

El juego era sencillo: Derek, el templario, tenía que lidiar contra un terrible y despiadado mago, que quería apoderarse de Thedas encabezando un ejército de engendros tenebrosos y demonios salidos del Velo.

Stiles lanzaba potentes e imaginarios hechizos contra Derek, que fingía repelerlos con su escudo o ser dañado cuando tenía la guardia baja.

Corrieron junto al huerto, donde los padres de Stiles tenían la plantación de patatas, y Derek se agachó para esconderse entre unos cuantos matojos.

—¡No te saldrás con la tuya, mago!—gritó con fingida voz adulta y sobreactuada—. ¡Acabaré contigo!

—¡Eso ni lo sueñes, templario!—replicó Stiles—. ¡Ahora vas a arder!

Sujetó con firmeza el bastón, concentrándose en su hechizo. Su esmero a la hora de interpretar su papel era tal que podía, incluso, sentir cómo la magia nacía en su fuero interno, recorría sus extremidades y se agolpaba en las yemas de los dedos.

—¡Fuegoooooo!

Lo que precedió a su grito fue como una pesadilla. Durante unos interminables segundos, Stiles pudo ver cómo chorros de energía salían realmente de sus manos. Energía que, al momento de ser liberada, se transformó en fuego. Llamaradas que fueron lanzadas hacia delante, donde se encontraba Derek.

El chico pudo reaccionar antes de ser atrapado por ellas, saltando fuera del matojo mientras este era alcanzado por el fuego, prendiéndose y comenzando a arder.

Stiles no daba crédito a lo que veían sus ojos. No era un sueño. No era su imaginación. Había contemplado la magia, magia real, salir de su cuerpo en forma de llamarada, y en aquellos momentos el huerto ardía con energía, consumiéndose rápidamente.

—¡Stiles, apágalo!—le gritó Derek, corriendo hacia él para huir de las llamas.

Garrus ladraba, tan asustado como los chicos.

LA TRAICIÓN QUE ME SALVÓ (Sterek) [AU] Dragon Age universeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora