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<<Pablo, se llama Pablo>>, me repetía a mi misma.

Habían pasado algunas semanas desde que me enteré de su nombre y literal, el culiao a veces me hacía el día y eso me hacía sentir bien, pero bastante débil. Nunca me ha gustado la dependencia emocional, tampoco nunca lo noté, entre tanto ahueonaje, no lo vi hasta ese día...Siempre nos juntábamos en el hueco culiao que había en la escalera y él igual se juntaba por ahí con sus amigos y yo jamás me di cuenta, pero ahora lo miraba y lo miraba, no me cansaba de mirarlo, pero solo posaba mis ojos en él cuando estaba distraído o cuando se reía.

<<¿Por qué a mí?>>, me decía a mi misma. A veces era díficil levantarme por las mañanas y se preguntarán "¿qué problemas puede tener una pendeja de trece años?" y no se imaginan todas las respuestas que podría darles. No diría que todo en mi vida está mal, porque tengo donde dormir, una familia, comida, pero aún así yo no dejaba de sentirte como el pico conmigo misma. Siempre fui una niña apartada de los demás y no sé, creo que cuando comencé a crecer y a darme cuenta de lo que ocurría con las personas en la vida, no volví a ser la misma.

-¿Que pasa, Gabi?- la Vale me notó rara. Estábamos en recreo y en el huequito de la escalera.

-Nada.- respondí cortante.

-Ya po, hueona si sé que te pasa algo.- me insistió.

-Nada.- respondí con algo de rabia. Giré mi cabeza para ver al Pablo y al darme cuenta de que me observaba, me sentí acalorada. Sentía las mejillas rojas y que las manos me sudaban y sin razón alguna. Apartó su vista y volvió a hablar con sus amigos...

¿Que fue eso?

Literalmente, solo repetí, internamente, unos cuantos:

No me ilusionaré.
No me ilusionaré.
No me ilusionaré.
No me ilusionaré.

[...]

Cuando volvimos a la sala, suspiré y la Vale se dio cuenta de la cara de hueona que puse.

-¿Te gusta alguien?- me comenzó a molestar y yo solo me reí.

-No, ni cagando.- respondí.

-¡Ya po, hueona cuéntame!- me insistió.

-¡Pero si no me gusta nadie!- le contesté y se cruzó de brazos la culiá. Se había enojado y yo solo pensaba.

La clase comenzó y me pasé por la raja lo que hablaba la profe, ya que entendía la materia, pero pensaba en el Pablo y en lo lindo que se veía cuando se ordenaba el pelo o cuando se reía.

-Sandoval, por favor, deje de mirar el cielo como si fuera interesante.- me retó la profe.

<<El cielo es más interesante que tu clase culiá de hormonas, vieja culiá>>.

-Ya, perdón profe.- le dije y miré el cuaderno. Tomé una lápicera y comencé a garabatear y escribir hueás al final del cuaderno y sin darme cuenta, escribí su nombre y lo rayé.

¿Que hueá estaba haciendo?

Dejé el lápiz a un lado y sentí ese miedo culiao irracional, ya que sabía lo que sentía o lo sospechaba, lo intuía, pero no quería reconocerlo.

Tocó el timbre y di un salto, me di cuenta de que nos tocaba lenguaje y que la profe de biología se iba para dejarnos solos.

-Bueno, niños, necesito que escriban un ensayo de mínimo cuatro planas de cualquier cosa que se les venga a la mente...- la profe comenzó a dar instrucciones y yo andaba en mi volá.

Comencé a escribir y me puse los audífonos:

¿Por qué huimos cuando nos gusta alguien?

Yo huyo de lo que siento al sentirme insegura, al saber que no funcionará.
Sé que no soy la más bonita de todas, pero tengo mis momentos y eso no me hace menos. Quizás el miedo al rechazo es más grande que atreverse con los ojos cerrados...

Estuve toda la clase escribiendo y borrando, hasta que sonó el timbre y salí. De camino a la escalera con mis amigos, vi al Pablo de nuevo y sonreí sin darme cuenta.

¿Cuando iba dejar de ser tan vulnerable a su presencia?

N//A: tarde, pero ajá.

No actualizaré como en dos o tres semanas más, ya que estoy saliendo de clases y tengo la cagá, así que este sería el capítulo hasta en tres semanas más. (Igual entiendan, estoy en media y mis notas tienen que ser excelentes).

-WeaOriginal🌚✌

¿La pendeja con el de 4to Medio? [CHILENSIS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora