h

3K 203 118
                                    

Estaba sentada en una especie de cajón, mientras veía como bailaban las kpopers pa la huea de la alianza. La verdad admiraba cómo se movían, porque yo ni cagando hago esos movimientos. De repente, sentí que el Emi se sentó a mi lado.

—Oye Gabi, ¿te puedo preguntar algo? — me preguntó. El culiao tenía las manos pintadas hasta los antebrazos.

—Yapo — respondí.

—Últimamente has estado callada, ¿tai bien? — me preguntó preocupado el hueon.

—Sí, o sea, creo que sí — le contesté y de repente, sentí una presencia atrás mío.

—Oye, disculpa — me di vuelta al escuchar una voz masculina. Al ver que el Pablo me estaba hablando, casi me cago. Ni siquiera le pude contestar, porque lo quedé mirando como ahueoná.—Estai sentá arriba de mi poleron, ¿podi pararte? — me pidió.

Conchetumare.

Estaba teniendo un crush panic por dentro y me quería puro enterrar.

—Chucha, sorry — me paré y sacó su poleron. Lo quedé mirando y sonrió.

—Gracias — me dijo y se fue.

Por dentro estaba gritando, pero por fuera estaba roja y temblando.

—¡Ih, te gusta el rey de la alianza! — me dijo el Emilio y me di vuelta a verlo.

—¿Qué? — le pregunté.—¡No! — le grité. Estaba nerviosa y casi temblando.

—¡Mira cómo te pusiste! — me molestó y suspiré. Me di la vuelta y me apuré pa salir del gimnasio.

Intentaba calmarme, pero estaba como agitada. Hace mucho no me sentía y me sentía incómoda.

—Cálmate, Gabriela culia — susurré bajito, mientras me iba hacia la escalera. Me senté ahí y escuché pasos, pero me tranquilicé a ver al Emilio. Se quedó en silencio y se sentó a mi lado.—Sí, me gusta — susurré bajito, pero sí me escuchó.

—Yapo, ¿y qué onda? — me preguntó con curiosidad.

—¿Que onda con qué? — le pregunté desanimada.

—¿Vai a hacer algo? ¿Le vai hablar? — respondió con preguntas.

—No, porque no me va hacer caso — le dije y suspiré.

—Pero, Gabi...— me dijo y lo interrumpí.

—No va a pasar, no lo haré. Igual él en unos meses más se va del colegio po, Emo — contesté y vi que el Pablo pasó por el pasillo rápidamente.—Ay no — susurré.

—La verdad, yo creo que deberiai arriesgarte. Él se va, pero eso no significa que no debas intentar algo — me dijo con esperanza.

Volví a suspirar.

No podía intentar algo si no sabía si iba a salir bien. Estaba sugestionando todo y hasta a mi misma, sabía que mis inseguridades me estaban invadiendo de a poco y odiaba eso.

Una parte de mi, quería arriesgarse, pero la otra se negaba a hacer algo y siempre mandaba esa parte.

N//A: yapooooo, arriésguense nomás chiquis😗✌🏻

—WeaOriginal🌚✌🏻

¿La pendeja con el de 4to Medio? [CHILENSIS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora