*Flashback*
Despierto abrazada al oso de peluche que compró mi mamá para mi cuando supo que estaba embarazada. Es como mi mejor amigo. Nunca me separo de él, sólo cuando quiero ir al baño ya que sería raro que lo llevase conmigo, así que lo dejo sentado afuera.
Me levanto de mi cama y después de ponerme mis pantuflas, voy directo a la habitación de mis padres. Al abrir la puerta me encuentro con que no están ahí, me encojo de hombros y cierro la puerta para bajar las escaleras hasta la cocina encontrándome ahí con mis papás, sonrío y voy rápidamente a abrazarlos.
la mañana pasó tranquila hasta la tarde. Ayudaba a mamá a preparar la comida, yo lavaba los vegetales y ella los picaba. Mamá se tambaleo un poco en su lugar haciendo que la piel de uno de sus dedos rozara con el cuchillo cortandose un poco, al darme cuenta de eso bajo del banquito en el que estaba parada y me acerco a ella con el ceño un poco fruncido.
-¿Mami, estás bien?- pregunto llamando su atención al jalar un poco de su vestido floreado, ella sólo sonrió y asintió para después agacharse hasta quedar de mi altura y besar mi mejilla cariñosamente.
-¿Por qué no sacas las zanahorias y las lavas para que las pueda picar?- propone sonriendo dulcemente a lo que yo asiento devolviendole la sonrisa y voy hasta el refrigerador, pero antes de que pueda completar mi tarea, un fuerte golpe hace que gire mi cuerpo y dirija mi atención hasta lo que provocó el ruido, encontrándome a mamá tendida en el suelo, inconsciente.
Dejo caer las zanahorias que tenía en la manos y corro hasta donde se encuentra ella.
-¿Mami? no es hora de tomar la siesta ¿por qué no despiertas? ¿Estás bien? - digo preocupada y confundida al ver que de alguna parte de su cabeza comienza a salir sangre poco a poco, dejo que las lágrimas comiencen a salir mientras intento despertar a mi mamá
-¡Papi, mami no despierta!- grito para que papá me escuchara, desde dónde él estuviera - ¡despierta, mami! - papá, al escucharme, no tarda en llegar y al ver a mamá en el suelo, corre hasta donde esta el telefono y marca a una ambulancia.
Minutos después, se logra escuchar las sirenas de la ambulancia. Papá corre hasta la puerta para abrirla y recibir a los paramédicos. Ellos entrar a la cocina y suben a mamá a una camilla para sacarla de casa y subirla a la ambulancia, dejándonos a papá y a mi detrás.
Subimos al auto rápidamente sin importarnos si cerramos bien la puerta de casa o no. Seguimos a la ambulancia hasta llegar al hospital.
Papá corre lo más rápido que puede conmigo en brazos, detrás de la camilla donde mamá se encontraba rodeada de doctores. Cuando al fin logramos alcanzarla, un doctor nos detiene negandonos el paso a dónde se la llevarían,
*fin del flashback*
Han pasado 6 años desde que a mamá le detectaron Leucemia. 6 años llenos de sufrimiento y dolor para ella.
Después de 8 años bailando, éste sería mi primera competencia a la que voy sin mis papás ya que a mamá le tocaba cita con el doctor para una sesión de quimioterapias el mismo día de la competencia. Le había dicho a mamá que podía quedarme con ella si así lo quería, pero insistió en que fuera, ella sabía que iba a ser una gran competencia la de hoy.
No estoy sola, la tía Alice viene conmigo. Estámos en el camión de camino al Sydney Opera House, ya que ahí se hará la competencia, la cual duraría todo el día de hoy y la mitad de el de mañana.
Al llegar a nuestro destino, bajamos las maletas en las que guardamos todo el maquillaje, los vestuarios y todo lo que necesitaríamos para las presentaciones.
La maestra, después de darnos a cada una de las participantes los pases de entrada, nos guió a el que sería nuestro camerino. Después de acomodar mis maletas junto a las de mi mejor amiga Bethanny , las dos comenzamos a arreglarnos con la ayuda de su mamá y en mi caso de mi tía, mientras hablabamos animadamente de el solo que nos habían dado a cada una.
Una vez listas con el maquillaje y el peinado, tomé mi vestuario y entré a un cambiador para ponermelo con cuidado de no arruinar nada. Salgo y junto a Beth, nos dirigimos al escenario a esperar nuestro turno de salir al escenario.
La primera en salir es Beth, sonrío al ver lo bien que lo hace y cuando sale de escena la felicito abrazándola fuertemente.
Dos números después de Beth, llega mi turno y tomo una gran bocanada de aire antes de salir a escena. La música comienza a sonar y yo dejo que los pasos de la coreografía salgan solos al son de la canción (*multimedia*).
Salgo del escenario sonriendo encontrándome con Beth cruzada de brazos y mirándome como si estuviera enojada, frunzo el ceño sin entender la situación y me acerco a ella para preguntar que le pasa. cuando estoy a punto de preguntar mi tía sale de detrás de unas barras con el rostro lleno de lágrimas. Al verla frunzo aún más el ceño y me quedo en mi lugar sin saber con quien ir primero. Al final me decido por ir con mi tía y ver que sucedía.
-¿Tía Alice, está todo bien?- pregunto al llegar hasta ella. Mi tía cierra con fuerza sus ojos y niega con la cabeza, levanta la mirada y después de mirarme por unos segundos dice
-Cariño...Tu madre...ella falleció hace unos minutos, mientras tu estabas bailando- dice mirándome con lástima, me toma unos minutos darme cuenta de la gravedad de sus palabras y de las lágrimas que caían sobre mis mejillas.
-No, eso no es verdad, es una broma - Digo negándome a aceptar lo que acaba de decirme, pero en el fondo se que es verdad, mi tía no bromearía con eso, mucho menos sabiendo la gravedad de la situación de su hermana. - Debemos ir con ella, tenemos que verla - digo con la voz entrecortada y corriendo a hacer mis maletas de nuevo. mi tía sólo se levanta de su lugar y le va a comunicar lo sucedido a la maestra para que me deje ir.
Al llegar al hospital veo a papá totalmente destrozado junto a mis abuelos y ahí es donde la verdad me pega y me derrumbó, dejando que el llanto y el dolor salga.
-Oh pequeña, Alex- siento los brazos de papá rodearme y apegarme a su cuerpo con fuerza haciendo que el llanto se intensifique.
Era mi culpa, si yo no hubiera ido a esa competencia, tal vez mamá seguiría viva y yo habría podido despedirme de ella.
Desde ese momento me prometí a mi misma que no volvería a tocar un escenario ni bailar nunca más.
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N.A:
Para aclarar un poco las cosas; cuando le diagnostican el cáncer a la mamá de Alex, ella tiene 5 años. Y cuando muere, Alex tiene 12 años.
:)))