Introducción ✎

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En esta historia, Harry y Lou son padres de dos niños y una niña: Jeffrey, Luke y Peyton. Louis dio a luz a todos ellos. Sus tres embarazos fueron completamente sanos (si omitimos, claro, la gran cantidad de dulces, pasteles y postres varios que Louis se empeñó en devorar. Harry le repitió en innumerables ocasiones que todo ese azúcar lo acabaría destruyendo, y que lo mejor era, ciertamente, cambiar aquellos hábitos alimenticios por una dieta más saludable. Pero paulatinamente dejó de insistir, al ver que su esposo no dudaba cada vez en mandar al diablo a él y a sus bienintencionados consejos).

A continuación, una pequeña descripción de cada uno de sus retoños:

Jeffrey (7 años): El travieso e hiperactivo primogénito. Jeff es el verdadero calco de Harry. Tiene vivaces ojos verdes, ricitos castaños y una sonrisa que se pierde en medio de sus graciosos hoyuelos. Le gusta: pintarse las uñas de negro, el rock y tocar la guitarra junto a Louis. Le disgusta: las matemáticas, que Peyton lo obligue a tomar el té con sus muñecas y que le prohíban salir a jugar en días lluviosos.

Peyton (5 años y medio): La princesa de la casa. Idéntica a su papá Louis. Es pequeña y grácil, y con su suave cabello y sus preciosos ojos azules provoca suspiros por doquier. Siempre tiene a disposición una sonrisa y palabras dulces para cualquiera que le dirija la palabra. Le gusta: el ballet, el fútbol americano, las muñecas y el color amarillo. Le disgusta: las injusticias, no salirse con la suya y la gente que abandona a sus mascotas.

Luke (8 meses): El bebé más encantador y lindo del mundo (al menos ante la mirada orgullosa de sus empalagosos padres). Luke es la perfecta combinación de sus progenitores. Tiene mejillas muy rosadas, ojos color agua marina y rizos de la tonalidad de la miel. Nunca trae problemas, a menos que desaparezca su pato de felpa. Le gusta: la papilla de manzana, Peppa Pig y las canciones de cuna. Le disgusta: los sonidos demasiado fuertes, no dormir en su cuna (a menos que sea en los brazos de sus papás) y mojar su pañal.

¡Quieren volvernos locos! (l.s) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora