Harry: (entra a la habitación de Peyton con un libro de cuentos en la mano) ¡Hora de dormir, pequeña traviesa!
Peyton: (se sobresalta y al ver a su padre, corre a sus brazos) ¡Papi, papi, mira esto! (sostiene entre sus manos un pequeño dientecito)
Harry: (emocionado) Al fin se cayó, ¿eh? Mi niña está creciendo... (finge secarse una lágrima)
Peyton: (ríe, orgullosa) ¡Es enorme!
Harry: (asiente y sonríe) Vaya que lo es. Ahora debemos ponerlo debajo de tu almohada para que lo recoja el hada de los dientes, ¿verdad?
Peyton: (de a saltitos, se acerca a su cama, recostándose en ella y dejando que Harry colocara el diente en su lugar asignado) Aún no me has dicho cómo es ella...
Harry: (un poco nervioso) ¿Quién, el hada?
Peyton: Ajá (con su muñeca favorita entre sus brazos, espera ansiosa la descripción).
Harry: Bueno... (carraspea, pensando un poco). Es verdaderamente hermosa, como una princesa. Oh, y es muy pequeñita. Tiene pestañas largas y los ojos muy bonitos.
Peyton: (atenta) ¿Y le gustan los niños?
Harry: (riendo) Sí, amor, le encantan. Ella premia a todos aquellos que tengan sus dientes limpiecitos, dejándoles un regalo debajo de su almohada.
Peyton: ¿Qué hace una vez que los recoge?
Harry: Pues... los convierte en estrellas.
Peyton: (sorprendida) ¿De verdad?
Harry: ¡Claro que sí! Cada vez que veas una en el cielo, recuerda que anteriormente era el diente de un niño. El hada puede transformar una cosa tan simple en algo maravilloso, ¿no crees?
Peyton: (una idea se cruza por su mente) ¿Estás seguro de que el hada de los dientes no es en realidad papi Louis?
Harry: (entrando en pánico) ¿Qué...? ¿Por qué piensas eso, bebé?
Peyton: ¡Tú lo has dicho! Es pequeñita, hermosa, tiene ojos bonitos y ama a los niños (se acerca a Harry y pone sus manitos alrededor de su oído, para confesarle algo que sólo él debía escuchar) Creo que papi Louis quiere ocultar su secreto de nosotros.
Harry: ¿Ah, sí? ¿Eso crees? (intenta mantenerse serio)
Peyton: ¡Claro que sí! Apuesto a que tiene en su armario muchos vestidos de todos los colores, y alitas que sólo usa cuando todos nosotros estamos dormidos y se prepara para ir a trabajar...
Louis: (asomándose detrás de la puerta de la habitación, sonriendo) ¿Qué pasa aquí?
Peyton: ¡Papi! ¡Se me ha caído el diente! (se levanta de la cama y corre a abrazarlo. Al llegar a su lado, lo mira solemnemente). Yo guardaré tu secreto, pero tienes que prometerme que lo convertirás en la estrella más brillante de todas.
Louis: (la abraza, confundido) Esto... sí, claro, mi amor (mira a Harry buscando comprender aquel extraño pedido)
Harry: (ríe con ganas) ¡Y a mí, que me mostrarás cómo te quedan todos esos vestidos!
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¡Quieren volvernos locos! (l.s)
FanfictionDel cómo Louis y Harry se las apañan para vivir el día a día siendo padres de tres revoltosos niños.