Precious Days in Akatsuki

Capitulo 1:

Un Amanecer rojo.

"Era un día normal, estaba tranquilamente durmiendo, hasta que mi despertador sonó y me despertó una hora antes de lo acordado, ¡cada vez tengo mas ganas de romper ese reloj!... Pero quien me despertaría, no puedo malgastar mi dinero comprando otro. Bueno yo soy Deidara, una chica que quiso empezar la preparatoria como toda chica ¿No podía ser acaso así? ¿Que tendrá Dios contra mí? Todavía recuerdo ese amanecer rojo, donde todo parecía infinito, siempre lo retengo en mi corazón e intento que sea una de las cosas que no olvide, debieron ser como las 5:30 AM, pero ese fue un amanecer tan bello que lo quisiera tener en pintura, porque fue arte. La historia solo acaba de comenzar. "

―"¿Qué hora es?" ―Pensó una chica que estaba acostada en su cama, mientras miró el reloj desde la mesita que estaba al lado de su cama, se levanta de su cama y la acomoda, empiezó a estirarse lo brazos― ¡Cada vez odio más este despertador! ―Gritó la chica y luego lanzó un bostezo, la chica era pequeña, sus ojos son azules y su cabello amarillo como si fuera ricitos de oro pero sin los ricitos, entra en el baño y prende la regadera, mientras se quita la ropa. Prueba a ver cómo está el agua y entra ―"No creo que este día sea muy diferente como en los otros, estaré amargada, me regañaran los profesores, darán una larguísima charla yo no sé para qué. Ahorrare para comprarme un Ipop, porque ya no soporto escucharlos en clase ni en las conferencias ni nada" ―Salió del baño, y se vistió con un uniforme del colegio, eran blanco con negro y rojo, se arregló las medias y abrió las ventanas, que a través de ellas se veía un hermoso amanecer rojo, la chica sorprendida, se cepillaba sus cabellos de oro en frente de la ventana mirando el amanecer― " El arte es una explosión , y así es mi arte, así es el verdadero arte, hum..." ―tranquilamente preparaba su desayuno, un pan tostado con mantequilla y algo de chocolate, desayunaba pacientemente para después hacer su bento de arroz, tortilla y otros ingredientes mas. Ya se hacia la hora y Deidara, salió de la casa y miró la puerta ―. "Ya no tengo de quien despedirme" ―pensó con un semblante un poco afligida, se fue caminando para la preparatoria.

―Otro día otro aburrimiento mas... ―musitó para ella misma la rubia mientras caminaba la hacia el instituto.

―¡Deidara-chaaan! ―venia corriendo una chica de cabello blanco y ojos violetas, con una sonrisa de punta a punta pero algo maléfica tenia la camisa del colegio recogida que se le podía ver todo el estomago, le da una palmada a la chica rubia por atrás en la espalda―. ¡Qué mala eres, no me esperaste ni nada, zorra!

―Veo que no has mejorado tu vocabulario Hidan... No te espere porque... ¡no me habías dicho nada idiota! ―gritándole a la chica de cabellos blancos mientras caminaban.

―¡Debiste haberlo pensado también, maldita! ―frunció el ceño la chica de ojos violeta.

―Por favor el año que viene que Hidan pueda mejorar su vocabulario, te lo pido Diosito del alma, y tráete contigo un cerebro para ella, hum ―dramáticamente se arrodilló mientras su rostro se iluminaba de luz y de pureza―. Si lo haces seria un bien para todos lo que le rodean, hum -le salieron lágrimas de cocodrilito.

―¡Mierda! ¡Te voy a matar ZORRA! ― enfureció muchísimo, dándole a la chica de cabellos rubios una patada.

―hum... ―la de ojos azules esquivó la patada, dio una vuelta en el aire y cayo parada―. ¡100 puntos para mí! Pero no tengo tiempo de jugar contigo, ya es tarde, adiós... ―se fue corriendo dejando a Hidan atrás.