Demonios entre humanos

Parte 2

Estos al verme inmediatamente se lanzaron hacia mí...
Así que corrí hacia el auto, lo encendí y todos se tiraron sobre el.
Comenzaron a romper los vidrios y me entró la desesperación...

Me mordi la mano para poder reaccionar y así fue.
Acelere y volví a casa para curar mi mano.
No quería ningún tipo de infección.

Luego de esto llame a mis amigos y todos estaban bien así que decidí tener un punto de encuentro con ellos en un lugar alejado de la ciudad, un bar de motociclistas.

Y así fue.

Nos encontramos allí y por fortuna ninguno estaba herido, solo varias manchas de sangre en sus camisas.
Nadie sospechaba nada ya que era muy común que haya peleas en esos lugares.

Le explicamos al cantinero que todo estaba hecho un desastre en la ciudad, pero este solo se rió de nosotros y les dijo a los demás que estábamos locos.

A lo cual mi amigo me susurra al oído...

Joshua, dile que encienda la televisión y lo compruebe con sus propios ojos...
Entonces encendieron la televisión y no se veía ningún canal.
Aun así el  cantinero seguía riéndose hasta que un persona entre tambaleante al bar e hizo que un motociclista se volcará la cerveza encima.
Este le lanzo un puñetazo y la persona le mordió el brazo haciendo así que todos empiecen a armar un gran alboroto.

Tres sacaron armas de sus chaquetas y le dispararon al tipo, este al no tener ninguna reacción al dolor solo se queda parado y empieza a comerse el brazo del motociclista...
Todos se quedaron paralizados excepto mis amigos y yo.

Al ver tal atrocidad, tomo un palo para jugar a pool y se lo parto en la cabeza, clavándoselo  y haciendo que se desplome en el suelo.

¿ Qué me estaba pasando ?

Salimos corriendo fueran del bar, entramos al auto y nos fuimos rápido de ahí.
Al volver vimos como todo era devastado por saqueos y las personas matándose por todo.
Nosotros no podíamos quedarnos atrás así que todos tomamos unas mochilas de viajes, latas de comida que aun no eran saqueadas, kits de primeros auxilios y algún que otro cuchillo de caza que aun quedaban en las armerías también saqueadas.
Obviamente ya no quedaban armas y solo tres sabíamos usar armas de fuego.

Al irnos de ahí ya sabias que a este punto las cosas no tenían retorno, era matar o morir y ninguno de nosotros deseaba eso.
Pronto amanecerá, el tiempo se nos fue volando...

Ya todo esta hecho un caos...
Vamos de camino hacia la granja de los padres de Leonardo.
Esperemos que estén bien...