2. Ideas Maliciosas

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POV'S PILAR

Sin duda la noche anterior había bebido más de la cuenta, porque el infernal sonido de mi teléfono sonando al otro lado de la habitación estaba perforándome la cabeza de una manera que no era normal. Cuando abrí los ojos con dificultad pude comprobar que sin duda, no estaba sola. Sobre mi cintura el brazo de Calum se apoyaba tiernamente acercándome hacia él y podía notar su respiración en mi nuca. Lentamente aparté su brazo intentando que no se despertara mientras me levantaba con cuidado de no hacer ruido, sinceramente no entendía como no se despertaba con semejante escándalo de mi teléfono.

Cogí mi ropa que estaba tirada en el suelo y me fui vistiendo mientras me iba acercando al lugar donde mi teléfono se encontraba, al cogerlo me sorprendió reconocer el número de la casa de Sara. Para no despertar a mi lío de una noche, salí al pasillo del hotel y cogí la llamada.

-¿Qué es lo que quieres Pony? Son las...-miré la hora.- ¡Son las 8 de la mañana y tengo un dolor de cabeza que no es normal!

- Necesito que me hagas un favor... es urgente.- dijo algo preocupada.

- ¿En qué habitación estás? Iré a por ti.- suspiré.

- ¡Ese es el problema! Estoy en mi casa.- entonces recordé que efectivamente me había llamado desde un fijo.- Ayer salí corriendo de la habitación del tal Ashton ese y me olvidé de todas mis cosas...

Entonces recapacité sobre las palabras que había dicho y no pude evitar abrir la boca y los ojos como platos.

-¿¡Estuviste en la habitación de Ash!?- grité como si no fueran las 8 de la mañana.

- Sí... pero me entró el miedo cuando quiso... ya sabes, folleteo. Así que salí corriendo y me dejé el móvil, la ropa y los pantalones.

- ¿Me estás diciendo que saliste en bragas por la calle, rechazaste tirarte a Ashton Irwin y que quieres que vaya a por tus cosas?

- ¡Bingo! Premio para mi pelirroja favorita. Es la habitación 235 si mal no recuerdo.

- Sin duda estás como una cabra, Pony...-suspiré- en un rato estaré allí con tus cosas.

Y dicho eso y algunas despedidas, colgué el teléfono resignada. ¿Pero en qué líos me metía? Ahora tenía que pensar en la cara que pondría cuando fuera a la habitación de Ashton a por las cosas de mi mejor amiga. Por dios, ¿Pero cómo pudo rechazar a tal hombre? ¡Ashton Irwin, dios mío!

Volví a entrar en la habitación donde Calum dormía profundamente y empecé a recoger todas mis cosas. Sin duda, Calum era de los famosos con los que había estado más tierno y con cara de ángel cuando dormía, por no decir lo bueno que era en la cama. Como una estúpida me quedé mirándole por un largo rato, observando cada facción de su cara y sonriendo como una adolescente hormonada. Por favor Pilar, tú eres una groupie, no tienes que pensar en estas tonterías. Sacudí mi cabeza a pesar de la resaca y salí de la habitación cuando confirmé que llevaba todas mis cosas, no sin antes oír como Calum se estaba despertando con un gran suspiro y gruñido.

Finalmente, con las indicaciones de mi amiga fui directa a la habitación donde Ashton se encontraba, que casualmente solo estaba a 6 habitaciones de la de Calum. Al llegar no dudé ni un momento en empezar a golpear la puerta para que este abriera, con tal, no le conocía de nada y quería irme a mi casa cuando antes. Al cabo de un par de minutos noté como alguien se acercaba a la puerta y la abrió, dejando a la vista un enorme chico rubio oscuro, alto y sin camiseta.

-¿Qué diablos quieres? ¿Y quién eres?- preguntó mientras se frotaba los ojos con una mano.

- La amiga de la estúpida que ayer te rechazó.- le aparté con el brazo y entré sin permiso a su habitación. Tenía prisa, ¿Vale?- He venido a por sus cosas, si no te importa las cojo.

- Sí, claro, pasa, como si estuvieras en tu casa.- dijo irónico.- Todas sus cosas están ahí.

- Gracias.- empecé a coger las cosas.

- Un momento... Tú ayer estabas con Calum, ¿Verdad?

- En efecto.- contesté indiferente mientras recogía las cosas.

- Esto... - se rascó la nuca nervioso. - ¿Sabe que te has ido?

- No, es muy pronto y con la resaca que tendrá preferí no despertarle.- mentí.

En verdad nunca despertaba a los chicos con los que me había acostado a no ser que se me pasara la hora y fueran ellos los que me despertaran. Pero eh, eso solo era rara vez y tengo que recalcar que solo hago eso con famosos, yo no me acuesto con cualquier chico de la calle.

-De acuerdo...- volvió a decir no muy convencido.- Por cierto.- ¿Es que no se iba a callar?- Dile a tu amiga Sara que la próxima vez que salga corriendo de algún sitio, se lleve los pantalones.

- Tranquilo, lo haré, no es que sea mi hobby tener amigas nudistas.- reí por lo bajo. Me caía bien el chico.

Cuando ya tenía todo recogido y estaba lista para salir por la puerta, una idea cruzó por mi cabeza rápidamente y sin dudarlo giré sobre mi misma para observar al chico al que mi amiga había rechazado.

-Verás... ¿Ashton?- pregunté para aparentar que no sabía quién era, cosa que sabía de sobra porque podía considerarme su fan. Él asintió mirándome fijamente esperando una respuesta.- ¿Quieres el número de mi amiga Sara?- sonreí maliciosamente. Sara no se iba a quedar sin acostarse con Ashton, me negaba.

Cuando llegué a casa de Sara tenía tal dolor de cabeza que en cualquier momento pensé que me explotaría, menos mal que su casa no estaba muy lejos y estaba bien comunicada con el transporte público. Claramente antes pasé por mi casa para cambiarme de ropa, llamadme loca, pero ir con vestido de noche por la mañana no era muy normal, así que me puse mis vaqueros pitillo con una camiseta corta cualquiera y me dirigí allí. Al llamar a la puerta en menos de un minuto su madre me abrió con una amplia sonrisa.

-¡Pilar! Pasa cielo, Sara está arriba en su cuarto.- dijo dejándome pasar.

Subí las escaleras y me dirigí a la habitación de mi amiga, la cual me sabía el camino de memoria. Pasé sin llamar y sin poder evitar reírme observé a Sara tumbada en la cama boca arriba, con una camiseta amplia de Guns and Roses, el pelo alborotado y con unas ojeras hasta los pies. Por no mencionar su cuarto, que estaba hecho un auténtico aso.

Mientras yo era toda una maniática de la limpieza, ella era todo un desastre, yo vestía de colores claros y muy delicada mientras que ella vestía oscura y algo más descuidada. Éramos como el día y la noche, pero quizá por eso nos complementábamos.

-Buenos días doña calentón.- dije sin evitar reírme.

- Muy graciosa... - volví a reír mientras me sentaba en el borde de su cama.- Pues a mí no me hace ni puta gracia, ¿Sabes?

- Vamos Pony, ¿Enserio le dejaste con tal calentón?- enarqué una ceja sonriendo de medio lado y ella asintió.- Tenías que haber visto las ojeras que tenía el pobre esta mañana.

- Pues que se joda. ¡Me engañó diciéndome que él dormiría en el sofá! Cuando empecé a notar el bulto en su entrepierna...- se tapó la cara con las manos y yo eché a reír a carcajadas.- ¡Que no te rías!

- Eres mi ídola, Pony.- me froté los ojos por las lágrimas de la risa.

En ese momento empezó a sonar el móvil de Sara, el cual tenía dentro del gran bolso con todas sus cosas. Lo saqué y se lo di para que contestara. Ella lo miró extrañada y me miró con una mueca.

-No es un número español y no lo tengo guardado.

- Seguramente será Ashton.- dije tan pancha levantándome corriendo, sabiendo que me caería la mayor bronca del siglo y algún que otro cojinazo.

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WEEEEEEEEEEEEEEEEE

Hola otra vez!

Esta vez este capitulo lo ha escrito Pilar, como ya podreis comprobar la historia tiene dos puntos de vista.

Esperemos que os guste muscho asi que por favor, darle a me gusta y comentad!!

Poni🌚

Tongue Tied // Ashton Irwin //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora