Mientras Percy Jackson y Nico di Angelo estaban hablando sobre el futuro y la vida en el inframundo, todos los demás jefes de cabañas estaban corriendo por el campamento mientras la información dada por los antes nombrados era transmitida a cada ser viviente del lugar, sin excepción.
No tardo mucho para que se divulgara la declaración de guerra entregada entre nuestros protagonistas, "Los traidores del Olimpo", según Zeus, y el Olimpo junto con los dos campamentos. Todo se volvió un caos, literalmente, muchos tenían miedo, mientras muchos otros sentían la adrenalina por la nueva guerra. Otros estaban preocupados, y más de uno ya tenían decidido a quien seguir.
Lo que divertía a Caos, Percy, Nico y Hades, porque no paso exactamente mucho tiempo para que todo eso pasara. Mientras ellos reían por las reacciones de todos, veían lo que pasaba a través de un espejo especial, cortesía de Caos.
Zeus tenia miedo, pero no lo demostraba, el estaba medianamente seguro de que todos los dioses y semidioses le apoyarían, o por lo menos la mayoría, más ahora que sus acusados habían planeado algo contra ellos y que eso le permitirá decir que siempre lo planearon y más mentiras para salvarse ocupando a los demás como escudos.
Pero todavía existía una pequeña duda en él. Bueno, en él y todos los demás.
¿Por qué?
Hasta lo que todos saben, Percy es, o mejor dicho, era el más leal al Olimpo, no había nada que lo pusiera en contra de su padre y amigos. Algunos de los dioses pensaron que era por que querían matarlo, pero no tenia forma de saberlo.
Simplemente no lo podían creer, nadie podía creer que el héroe del Olimpo venga de un día para otro y diga que los atacara, sin importar si fueron su familia o amigos en el pasado y en este preciso momento.
Desde el punto de vista de Zeus esto era algo que pasaría, tarde o temprano. Pero tampoco esperaba que fuera tan rápido. Los olímpicos y los semidioses estaban sorprendidos, todos pensaban que el único que podría ir por voluntad propia contra el Olimpo y ser capaz de atacarlos era el hijo de Hades, Nico di Angelo.
Muchos presentían que pronto llegaría una gran batalla, una mucho más peligrosa que la guerra última guerra. Que está guerra cambiaría y marcaría toda su vida y todo el mundo. Y también que más que un presentimiento era un hecho.
Caos, quien observaba todo con diversión, tenia que pensar en alguna forma de hacer que los mortales no resulten afectados, por petición de Percy. Cosa que sabia que a los dioses se le olvidaría o lo ignorarían por esta pensando en como escapar y salvarse. Menos algunos, quienes apoyarían a los "traidores".
En el inframundo los muertos también estaban divididos, algunos apoyaban abiertamente a Percy y Nico, otros solo pensaban que solo traería más desgracia, pero todos sabían que ellos tenían razón. Algunos de ellos eran secretamente revividos por Caos para luchar al lado de Nico y Percy, otros ya habían revividos mucho meses antes, porque ella presentía que algo así sucedería.
Los diferentes bandos se separaron rápidamente, nadie sabia a quien apoyaba la persona o ser a su lado. Lo que si sabían, es que ese mismo día, en unos minutos más, todos sus amigos y familiares estarían separados permanentemente.
Sin nada que esperar, los semidioses principales de todo el drama recién ocurrido estaban camino al Olimpo, hablando animadamente sobre sus futuros planes, y preguntándose cual seria la sorpresa que Caos les tenia preparada. Hace una media hora atrás, la recién mencionada, después de asegurarse de que ningún mortal sufriera por la guerra, había viajado de regreso momentáneamente al Inframundo para decirles que les tenia una muy grande sorpresa, desapareciendo después de decir eso.
-Ya estamos aquí. Y seguimos sin saber que es.
Un suspiro frustrado se escucho venir del rendido Percy Jackson. Nico solo lo miro levemente antes de reírse y seguir caminando hacia su destino. Ellos seguían hablando despreocupadamente, como si no existiera la amenaza que ellos dos crearon hacia el Olimpo, como si solo fueran mortales sin problemas en sus vidas.
-¡Percy!¡Nico!- grito Jason cuando vio a los semidioses entrar a la sala, justo a la hora del tan esperado y ansiado juicio.
En la sala estaban todos sin excepción, los dioses y los semidioses griegos y romanos. Todos mirando hacia ellos dos, como si fueran los únicos seres del mundo, pero lo que no notaron es que entre ellos, entre los semidioses, había alguien más. Alguien, que solo fue visto por los "traidores", y que el tenia una leve sonrisa juguetona, mirando todo como si fuera un simple juego, un juego que estaba por comenzar, y que de algún modo quedo atrapado allí.
-Muy bien, ahora que estamos todos,- empezó a hablar Zeus consiguiendo su objetivo principal, la atención de todos en él. Sonrió cuando noto que todos lo veían, esperando que continuara.- vamos a empezar el juicio.
Muchos murmullos se escucharon al instante en que el dios termino de hablar, pero fueron callados rápidamente, cuando, sin previo aviso, Percy empezó a reír como si todo esto le resultara verdaderamente divertido, haciendo que muchos pensaran que él estaba loco.
-¿De que te ríes, hijo de Poseidón, Perseo Jackson?- grito furioso, por perder toda la atención en unos segundos, desde su trono la reina de drama, Zeus. A Poseidón se le formo una mueca de disgusto en su rostro cuando menciono que Percy era su hijo.
-Hermano,- empezó el dios del mar, sin esperar que su hijo hablara- te pido que no llames a Perseo Jackson como mi hijo, eso no es más que algo muy molesto para mi.
Muchos se sorprendieron por lo que dijo el dios, por que siempre pensaron que Poseidón y Percy tenían una buena relación de padre e hijo, pero nuestro ser infiltrado solo sonrió levemente de una forma que pareciera que todo se esta volviendo a su favor, porque, sin que nadie lo supiera más que el, así era.
-Bueno, ignorando la reciente interrupción.- comenzó a explicar Percy, ignorando completamente al dios que alguna vez fue su padre- me estaba riendo de lo tontos que son.
-¡¿Cómo?!- gruño el dios del rayo, completamente enfurecido. No solo le quitaba la atención de todos, también lo insultaba.
-Déjalos, son extremadamente tontos como para entender de sus propios errores.- dijo esta vez, para sorpresa de muchos, Nico di Angelo, al ver que su acompañante estaba por hablar.
-Ustedes, semidioses- bramo enojado Zeus, hablando hacia los dos campamentos- están aquí para presenciar la muerte de los traidores del Olimpo, Perseo Jackson y Niccolò di Angelo. Ellos, como ya deben saber, se les acusa de querer planear una guerra contra el Olimpo y los dos campamentos.
-Antes de que sigas con tu drama, me gustaría saber quienes están de nuestro lado.- interrumpió Nico- Tengan por seguro que nadie los lastimara, ni muchos menos la reina del drama, así que los que están de nuestro lado, den un paso.
Perdón por no publicar, no sabia como escribir mis ideas. Espero que les guste el capitulo, por favor comenten y voten, me gustaría saber que piensan de mi historia, cualquier idea o sugerencia que tengan pónganla en los comentarios, responderé a cualquier pregunta. En el próximo capitulo vamos a ver quien apoya a Nico y Percy.
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En mi desgracia
FanfictionVivía siendo un héroe, ayudando a todo semidiós, dios o criatura que lo necesitara. Pero el amor y la amistad que tenia por todos se destruyo cuando una gran puerta se poso en mi vida mostrándome la verdad de muchas cosas. Ahora estoy con mucho más...