Un omega para un omega~♥

El celo 3

Lo confieso: Busqué el nombre de la novia de JJ por internet porque no me lo acordaba, resulta que se llamaba Isabella :v

Segundo caso: Isabella×JJ

Narra JJ

Habían pasado unas cuantas horas desde que hablé con Isabella y estaba muy nervioso porque no faltaba poco para que llegase la hora de comer. Ella es cinturón negro en dos artes marciales, asi que ni bien se enterara quien es Pitchit de seguro lo mataría. Y tal como si la hubiera invocado apareció el portero diciendo que una chica que aseguraba ser mi alfa me esperaba abajo. Cuando se lo confirmé se sorprendió un poco, ya me había acostumbrado, despues de todo que un beta hombre salga con una alfa mujer es de lo más extraño para los demás.

Cuando bajé ella me abrazó soltando feromonas de amenaza para todo el que se acercara y me impregnó con su fuerte olor.

-¡Mi vida! ¿Estás bien? ¿No te duele nada? ¡Dime donde está ese infeliz!- comenzé a temblar del espanto, me asustaba mucho cuando se enojaba asi, me dieron ganas de llorar, estaba aterrado- Amor cálmate, vamos a tu cuarto, lo más importante ahora es cuidarte- dijo en un tono dulce consiguiendo que me relajara, me cargó estilo princesa y me recostó en la cama.

-Is, ¿qué tanto haces en el baño?- volvió a la cama y me desvistió- Oye, no creo que sea momento para esto- me miró molesta, pero se le pasó cuando notó mi sonrrojo.

-Solo quiero darte un baño, para que nada de ese desgraciado quede en tu cuerpo- a todo esto yo ya estaba desnudo y pasando por la puerta del baño en los brazos de mi morocha favorita- Claro que si quieres podemos hacer otras cosas después- esto lo dijo mirándome con esa cara de pervertida con la que siempre me ve y no pude evitar sentir escalofríos, es un caso perdido.

-N-no creo que sea momento para eso Is- asintió, me metió en la bañera y comenzó a pasarme el jabón. Cuando estuvo cerca de mi trasero empezó a manosearme- Hey, hoy no estoy de ánimos para eso . . . Aahg, no metas tus dedos ahí mhg.

-Tienes que entenderme, no voy a permitir que ese idiota haya sido el último en tocarte, eso . . .- metió un dedo más en mi entrada y comenzó a moverlo- .  . . Eso me molesta mucho.

-Mhhg ahh Isaah gyahh . . . ah- los gemidos se me escapaban sin que pudiera evitarlo, con una mano irrumpía en mi entrada y con la otra me masturbaba. Sigo un poco raro por lo que pasó con Pitchit, pero ella es mi alfa después de todo, nada de lo que me haga me hará sentir mal. Asi que solo me rendí al placer, cuando ella notó que no iba a oponer resistencia sonrrió y dejó de tocarme- Mgh, ¿por qué te detu- me calló con un beso y luego siguió bañándome como si nada hubiera pasado.

Llegó la hora de cenar y yo le rezaba a todos los dioses que conozco para que mi novia no se convirtiera en homicida. Bajamos a comer y todos nos miraban hasta que Yuuri se dignó a hablar.

-Hacen una linda pareja ¿Hace cuanto estan juntos?- iba a contestar pero Is me ganó.

-Desde hace cinco años, lo cuido mucho sabes, no soportaría que alguien le hiciera daño- esto lo dijo mirando a Pitchit con odio mientras lanzaba feromonas territoriales provocando que todos los omegas se intimidaran, los alfas se pusieran alertas y yo la abrazara para calmarla.

-Isabella, yo lamento mucho lo que pasó, no pude controlar a mi lobo, se que quieres matarme, pero hazlo afuera ¿quieres? Estás poniendo a los omegas nerviosos.

-Voy a hacer que te arrepientas de haber nacido- se levantó de su asiento y salió al patio seguida de Pitchit. Empezó a lanzarle patadas de las cuales no pudo esquivar dos y calló al piso con mi alfa sujetandole los brazos tras la espalda- ¿Ves lo que se siente estar vunerable? ¡¿Pudes entender como de mal hiciste sentir a mi JJ?! ¡¿Lo sabes Pitchit?! ¡No sabes las ganas que tengo de matarte! ¡Ahh maldita sea!- se le empezaron a escapar un par de lágrimas de rabia mientras apretaba los brazos de Pitchit.

Comenzé a sentirme mareado, esa situación era mucho para mi, estaba a punto de caerme cuando Yuuri me sujetó, al darse cuenta de esto Isabella me cargó y llevó al cuarto. Estaba débil, no había podido cenar de lo mal que me sentía asi que perdí fuerzas. Is se quedó cuidando de mí y al día siguiente se fué a un departamento que alquiló cerca de la pista.

Pitchit se mejoró de los golpes, pero ya nunca bajaba de su cuarto si no era para entrenar, me preocupaba, ya nadie lo veía fuera de la pista, tampoco bajaba a cenar . . .