La casa de los perros -Soukoku vs Shin Soukoku-

Peluca, grabaciones y tratos.

Nuestra hermosa falsa pelirroja con asma veía con rostro soñador (o la menos lo intenta) el barco del príncipe Atsushi donde están celebrando y mostrando la estatua para este. Aunque el  príncipe del mar piense que esa estatua hecha con periódicos por el mismísimo Dazai no es mas que una ofensa a la vista, tiene que actuar como si fuese la cosa mas hermosa que ha visto.

La verdad es que podría ser peor, es decir, en la película original hay un perro, pero su mentor ha hecho un drama completo para evitar trajeran un canino, por lo que se ha librado de tener que actuar con uno y aun mas: dejarse lamer. Asi que con ese pequeño ajuste no tiene inconveniente en seguir. Se arroja al mar – que no es mas que una caja llena de pelotas azules- mientras el barco explota – fuegos pirotécnicos cortesía de Chuuya Nakahara- y ve caer indefenso al pobre príncipe, sin dudarlo nada a su rescate y lo saca del ''mar''.

No tiene problema con ninguna escena, con lo que si tiene problema es con esa cola de sirena en la que rashomon se ha visto obligado a convertirse. Vaya princesa de mar esta hecho: cola negra, camisa blanca (ni loco usaba el sostén morado) y peluca pelirroja desordenada, sin contar la mueca de ira contenida que tiene en ese momento. Ahora entiende a la perfeccion por qué Gin siempre amarra su cabello en el trabajo: si intenta correr termina con algo de cabello en la boca y luego un ataque de tos.

Ahora que el príncipe esta a salvo en la orilla viene lo peor. Pero se anima a si mismo diciendo que ya lo han practicado y si de esta forma Dazai lo reconocerá no tiene nada que perder, nada además de su orgullo, la verdad sea dicha.

La primera vez que tuvo que decir los diálogos se quedo tanto tiempo callado que Atsushi se durmió, Chuuya se puso de cabeza en un árbol mientras escribia sabe dios que y Dazai jugaba algo en su teléfono.

La segunda, no tardo como la primera ocasion, pero se sonrojó tanto que Dazai decidio grabar desde entonces todos sus ensayos.

La tercera Chuuya y Dazai hicieron de críticos y dijeron que debía hacerlo con emoción y sentimientos, el se levanto furioso, golpeo a Atsushi en el estomago y no volvió a salir en todo el dia de su habitación.

Para la cuarta practica fue Atsushi quien lo arruinó, pues con el golpe del dia anterior cada que debía cerrar los ojos lo hacia con fuerza y se sostenia el estomago. Con tres amenazas bastó para que el chico se relajara y dejara de tener cara de miedo, bueno, tanto asi como relajarse... pues no.

Solo que decirle ''si no lo haces bien a la próxima te voy a arrancar una pierna de nuevo y será la versión gore de la sirenita'' lo motivo bastante.

Y cómo ''no hay quinto malo'' aquí estaban, Dazai grabando por cuarta vez. Se había mandado a un encargado de grabaciones, pero Dazai estaba tan emocionado con esto que había pedido grabar él mismo. De la edición ya se encargaría alguien mas, eso si, vendera las tres versiones anteriores y se quedaría con varias copias respaldadas, esto seria algo que no olvidaría nunca. Ni permitiría ellos lo olvidaran.

Akuatagawa respiro profundo, compuso su mueca por algo menos molesto y se coloco muy cerca de Atsushi, con su mano derecha empezó a acariciar el rostro del albino. Con la voz mas agradable que podría hacer alguna vez en su vida comenzó sus diálogos:

- Es tan hermoso.- solto un suspiro- Quiero que sepas que bien estarás- Aquí iniciaba la tortura y en su mente se intentaba calmar a si mismo- Quisiera poder, quedarmee a tu laado – Esto lo intentó cantando, segunda estrofa y ya la odiaba- Me gustariiia tanto, verte feliiiz- Uno, dos, tres, Rashomoun sigue en su lugar- Y diisfrutaar bajo el sool tu compañiia sin condiicioon – Cuatro, cinco, seis, todo sea por el reconocimiento de Dazai-san – Yo volveré, ya lo veraas- siete, ocho, no lo golpees, esta despertando y tocando tu mano Akutagawa, pero no lo golpes,- Por tii vendreee- nueve diez, ¡terminó!

En ese momento se escucha a alguien gritar el nombre del príncipe Atsushi, Akutagawa regresa al mar/ caja y aparece Dazai mientras Nakajima se levanta. Por supuesto, confió la cámara a Chuuya que estaba tan interesado en ese video como Osamu.

- Atsuhiii kuun ¿Has descubierto las maravillas del suicidio?

- Un chico... vino a rescatarme

- Siempre hay un entrometido, por eso debe ser en un lugar donde no molestes a nadie, creí que ya te lo había enseñado.

- Estaba cantando, tenia la voz mas hermosa que he escuchado.

- Oh Atsushi-kun, creo que estas alucinando por tu intento fallido. Pero no te preocupes, a la próxima lo lograras. Vayámonos de aquí. Que desastre, ya ni en la muerte se puede confiar.

Dicho esto Dazai y Atsushi empiezan a caminar, el albino recargándose del suicida.

En el árbol mas cercano Chuuya apagó la cámara y de un salto, con ayuda de su habilidad, fue a ver a Akutagawa quien le arrojo la peluca pelirroja y siguió furioso al tigre que seguía recargado de Dazai.

Luego regresar los cuatro a la casa, el shin Soukoku no se ha dirigido la palabra, ni siquiera la mirada.

Pero en la sala, los otros están cerrando un trato:

- No te vuelvo a llamar enano en una semana.

- No.

- No te digo perchero ni enano.

- No.

- No seras perchero, enano tsundere en dooos semanas.

- ¡Qué? ¡¿Desde cuando me llamas así?!

- Desde siempre, pero si aceptas no lo usare en 14 largos días.

- Olvídalo

- Ok, yo no quería llegar a esto pero... Ese vino que tanto amas y tan caro es: Petrus

- ...

- ¿Estas dudando percherito?

- Estaba, ahora ya no.

- Ok, ok, hagamos esto: esa botella y unos zancos para que te veas mas alto.

- Vete a la mierda bastardo.

- Chuuyaaaa

- He dicho que no.

- Pero es que...

- No.

- Todo lo que te he ofrecido antes, ¡pero acepta ser Mary Jane!

- ¿Tan urgido estás?

- ... tal vez.

- Te tengo una oferta mejor: dame la botella y pídelo por favor.

- Eres ruin, Chuuya

- Lo sé. ¿Qué dices?

- Chuuya... por... por... fvr

- No te entendí bastardo.

- ¡Por favor!

- Ha sido un placer negociar con usted prototipo fallido de momia

- Te odio.

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Editado: 12/11/2018