—Quita esa cara hermano, luces como si alguien te estuviera matando—se burló Cyrus, su mejor amigo a su lado y Justin miró alrededor con molestia. Él no quería estar ahí. —Nadie va a atacarte, relájate—rio dándole unas palmaditas en la espalda haciendo rodar los ojos a su amigo.
—Estoy aquí por tu culpa—bufó Justin y este sonrió. —Joder, y no dejan de mirarme—se quejó y Cyrus miró alrededor como varias chicas; familiares de su novia se quedaban mirando asombradas a su mejor amigo. Y no es para menos, ¡Era militar! Todo un manjar para las mujeres hoy día.
—Eres mi padrino de bodas, tienes que estar aquí—dijo y Justin rodó los ojos viendo el salón donde seria la boda de su mejor amigo en unos días. Él no era muy fanático de las bodas, de hecho, no le gustaban porque simplemente creía que era una pérdida de tiempo y de dinero. Si dos personas se amaban tanto y querían compartir su vida juntos, ¿Porque qué hacer una fiesta grande? ¿Por qué gastar miles de dólares en salón, flores, banquete, decoración? Era estúpido, al menos para él. Pero su mejor amigo iba a casarse y él debía respetar eso. —Y te miran porque eres guapo y militar, para las chicas eso es un festín—rio negando.
—No para mí, me están poniendo incomodo—bufó y Cyrus volvió a reír al ver la cara de su amigo. Lucia como si alguien estuviera atacándolo, incomodo y no lo culpaba. Ninguno de los dos conocía todas esas personas que estaban ahí, la mayoría eran familiares de su novia. Esperaba que esta llegara pronto, quería empezar de una vez con los ensayos.
—¡Llegué! —gritó Hailey; su prometida y Justin rodó los ojos al ver como su amigo corría hacia esta besándola. No tenía nada en contra de ella, simplemente no le caía bien. Ella y su amigo eran tan diferentes. —Justin, hola—lo saludó dándole un leve abrazo y este asintió con las manos en los bolsillos. Quería irse ya, esas chicas lo estaban poniendo incomodo. ¿Por qué lo miraban? ¿Es que acaso nunca habían visto un militar? ¡Cyrus era militar! ¿Por qué mejor no lo miraban a él? su amigo amaba la atención, así que sería perfecto. —Les presento a Elizabeth, la planificadora de bodas—sonrió y Justin se giró a sentir el codazo de su amigo. Alzó la vista encontrándose con los ojos verdes de Elizabeth que se había sonrojado al verlo.
¡Era más hermoso de cerca!
Ambos sostuvieron la mirada completamente fascinados. Justin jamás había visto a una chica tan hermosa y elegante como Elizabeth. La recorrió con la mirada y apretó la mandíbula. Era preciosa, eso no podía negarlo, pero estaba seguro que sería otra Hailey. Solo tenía que verla como vestía; todo elegante, llena de joyas y lucia superficial. De seguro una nena de papá acostumbrada a los lujos y a tener la atención de todos.
Elizabeth por su parte jamás había visto un chico tan hermoso, tan sexy, tan masculino como él. ¡Era precioso! Y todo un militar. Ahora entendía por qué todas las primas de Hailey se le habían quedado mirando embobadas. ¡Y no es para menos, era guapísimo! Tragó saliva al sentir la mirada sobre ella; tenía unos ojos color miel hermosos.
—Mucho gusto, soy Elizabeth Mae—se presentó y tragó saliva al estrechar la mano con Justin. Eran tan suave y fuerte; algo raro viniendo de un militar, pero eran perfectas. Bueno, todo el era perfecto.
¡Contrólate, Elizabeth!
Se regaño a sí misma; estaba actuando como una adolescente precoz. ¡Por amor de Dios tenía veinticinco años! tenía que comportarse y concentrarse. Ella estaba ahí solo para ayudar a su amiga Hailey en su boda y cumplir su sueño; no a coquetear y a ligarse al sexy militar.
—Justin Bieber—se presentó Justin soltándole la mano y esta asintió aun mirándolo. ¿Por qué no apartaba la mirada? Lo estaba poniendo incomodo.
—Y este es mi hermoso prometido, Cyrus—presentó Hailey abrazando a su chico y Elizabeth por fin apartó la mirada de Justin para sonreírle al prometido de su amiga.
—Mucho gusto—sonrió Cyrus estrechando su mano antes de besar la mejilla de su prometida. —Agradezco mucho que hayas decidido organizar nuestra boda en tan poco tiempo, pronto partiremos de servicio y no quiero irme sin antes jurarle a esta mujer lo mucho que la amo—dijo y Hailey besó los labios de su chico haciendo que Justin y Elizabeth se sintieran incomodos. Este se alejó de la pareja dándole privacidad y Elizabeth sonrió acercándosele.
—¿Obligado a estar aquí? —preguntó y Justin la miró confundido. ¿Qué hacia ella ahí? —Te entiendo, no eres el primer padrino que veo que está aquí por obligación—rio nerviosa y este asintió apartando la mirada alejándose disimuladamente. No la quería cerca, lo ponía incomodo. —Así que, ¿te gustan las bodas? —preguntó.
—No—contestó este y Elizabeth asintió nerviosa. ¿Por qué hasta su voz sonaba sexy? ¡Era ilógico!
—¿Las fiestas? —preguntó mirándolo, pero este no le devolvió la mirada. Quería volver a mirar esos ojos mieles.
—No son lo mío—contesto y esta asintió bajando la cabeza. Jamás le había costado tanto formar una conversación con un chico. ¡Prácticamente tenía que sacarle las palabras!
—Yo también creía eso, pero ya vez, es a lo que me dedico—rio nerviosa y este asintió indiferente. —Así que, ¿Militar eh? —dijo y este se giró a verla con el ceño fruncido.
—¿Necesitas algo? —preguntó molesto y esta tragó saliva al escuchar el tono grosero de este. Sin duda alguna no quería seguir hablando con ella, no le interesaba en lo más mínimo. Además de que lucía incomodo; de seguro por su culpa. Esta negó sin contestarle y este apretó la mandíbula al notar lo nerviosa que estaba. No había querido asustarla con su tono autoritario, pero le ponía incomodo cuando las chicas se le lanzaban como si fuera un Dios griego. Odiaba que se le acercaran desesperadas en busca de su atención. Lo menos que él quería era tener una chica detrás de él, mucho menos una relación. Estaba bien con Ashley, su amiga con la cual solía tener sexo ocasional. Cero ataduras, cero complicaciones, solo placer. Justo lo que necesitaba ahora mí mismo ya que pronto partiría a servicio. Además, él odiaba todo relacionado con el amor. Había sido testigo de lo que el amor le había hecho a su mamá y como la había dejado en una tristeza y miseria. Él no quería eso, jamás pasaría por eso.
—Mmm, un gusto conocerte Justin—sonrió de lado antes de irse y Justin suspiró. ¿Por qué se sentía incomodo a su lado?
—¿Todo bien? —preguntó Hailey acercándose a esta y Elizabeth sonrió asintiendo. —Te vi con Justin, ni lo intentes—le advirtió y está la miró confundida.
—¿De qué hablas? —preguntó Elizabeth haciéndose la desentendida y Hailey sonrió. Su amiga podía mentirle, pero su rostro no. De lejos se notaba lo fascinada que había quedado con el mejor amigo de su chico.
—Odia las relaciones, nunca ha tenido intenciones de tener novia y no creo que la tenga—dijo y esta asintió.
—¿Por qué me dices eso? —preguntó confundida y Hailey se acercó a su oído.
—Vi tus ojos brillar, te gusta Justin—dijo y Elizabeth se sonrojó. ¡Había sido muy obvia! —Y creo que también le gustas—susurró y esta alzó la mirada encontrándose con los ojos mieles de este. Tragó saliva sintiendo la intensidad de su mirada y Justin apartó la mirada.
—Entonces planearé que se enamore de mi—sonrió Elizabeth mirándolo. Iba a cumplir su palabra; el sexy militar Bieber iba a caer rendido a sus pies.
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Historia inspirada: Soldier por Poeticx
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Planning Our Love {Historia Corta}
RomanceDos personas atraídas al instante Un eventos que los unirá y los llevará por el camino del amor. ¿Ella? Planeadora de Eventos. ¿Él? Militar. ¿Problema? La intensa atracción que sentían uno por el otro nada mas conocerse. Justin hará todo lo que sea...