Disparejo | #KacchakoWeek

Día 4

Uraraka sonríe embelesada por la inmensa belleza que las estrellas desprendían esa noche. A su lado, plácidamente dormido, Bakugou le tomaba la mano.

Ella le mira fijamente siente la hermosa sincronía de sus latidos y los suspiros de él. Le gustaba verlo dormir pues es donde más estaba tranquilo. Sin duda alguna le era difícil explicar como es que eran pareja, la mayoría de sus compañeros seguían haciendo teorías, pero ninguno daba en el blanco. Al parecer el único que sabía perfectamente porque Uraraka era la indicada era el mismo chico explosivo.

Ochako vuelve su vista a las hermosas constelaciones, ambos se encontraban acostados sobre una manta en el suelo. La única consciente de presenciar aquél fenómeno era la castaña, sus orbes reflejaban las pequeñas masas tintineantes. Ansiaba despertar a su novio para que disfrutara de la misma pero sabía que se negaría. Así que lo dejó seguir durmiendo, de todos modos no había
problema alguno con eso, la sola presencia de él calmaba todo en su ser.

Y así se mantuvo, en una noche de silencio llena de estrellas.