LIA

BARAHUNDA

Mientras despertaba, sentía mi cuerpo tenso y adolorido, cuando pude ver dónde me encontraba, recordé todo y pose mi vista en mi último recuerdo.

-ahí estaba, ahí está-me decía una y otra vez para creérmelo- no puedo entender lo que veo es que no tiene sentido, que es lo que me está pasando, se supone que debo esperar que al día de mañana me salga un cuerno en la frente como un unicornio ?- le decía a la sola oscuridad del ático, como si pudiera resolver todas mis dudas.

Y ahí como si tan solo fuera un dibujo, en tinta blanca, se encontraba en mi brazo lo que a simple vista pareciera un tatuaje pero no, pareciera que me lo hubieran impreso, era la imagen de una libélula, pero esta tenía figuras geométricas a punto, alrededor de ella como si se demostrará el brillo que pudiera desprender, con un símbolo extraño en la punta de su cola, como un círculo con una flechas y unos arcos, sentía que lo conocía pero, no sabía, dónde yo podría conocer algo así ?, y en la parte superior del animal desprendían sus antenas, pero estás eran espigas de hojas, con otro símbolo triangular encima de estas y por último la luna o bueno eso daba a entender, y no fue hasta que me fijé en ella, que pude ver las estrellas que se encontraban alrededor de la libélula.

Tratando de incorporarme un poco aún mareada, logre darme cuenta por un pequeño ventanal del ático, que ya era de noche, había estado horas ahí y luego me fijé en el piso ahí se encontraba La caja de la felicidad entre abierta, me senté a tratar de pensar en que debo hacer mientras tomaba  una porción de ella y comía.

-Esa voz- dije casi en un susurro para mí misma- ¿ Quién era?- me volvía a decir y sentí mi cuerpo estremecer bajo la oscuridad que me ofrecía el ático.

Abajo Jhonatan y Pati aún buscaban a su hermana, pero aún más preocupados porque llevaban horas buscándola y no daban con ella, estaban tentados de decirle a su padre, hasta que dieron con el posible blanco.

-No puedo creer que no se nos ocurría ir al ático- decía Pati a su hermano, enfocando su vista hacia arriba- hemos pasado por aquí como 6 veces y no nos fijamos que las escaleras están medió abiertas- decía mientras se golpeaba la frente con su mano, acto que hicieron los dos al mismo instante.

-De seguro que ya se la acabo-decía Jhonatan afligido.

Mientras los hermanos bajaban las escaleras con cautela, para no poder ser percibidos, Lia se encontraba acostada con un pedazo de pizza en su boca mientras pensaba en las palabras que le dijo esa voz.

Los gemelos como muy buenos hermanos, se fueron acercando lentamente, para asustarla y luego capturar su objetivo, cuando estaban apuntó de hacerlo, pasó algo inesperado.

-Yo de ustedes no lo haría- dije mientras me incorporaba dándoles las espalda a mis hermanos.

-Que? Como? Es que, ah?- decía Jhonatan un poco aturdido.

-Estabas de espalda a nosotros, además habían unas cajas que te interponían ver- decía Pati algo confundido.

-Solo sentí que me acechaban- dije de los más natural posible, eso era extraño en mi, siempre me atrapaban desprevenida en todo- debe ser la pizza que tal vez estaba rancia ya me afectó hasta el cerebro, es toda suya si la quieren, porque hasta veo esta libélula en mi brazo- dije a mis hermanos tratando de convencerme con mis palabras y enseñándoles mi tatuaje en tinta blanca.

-Pati no hay que volver a comprar Pizza donde Don Luis- susurraba Jhonatan a Pati- mira lo que le ha hecho a nuestra hermana, que hasta le falta un tornillo.

-Ya le faltaba uno de todos modos- decía Pati también en un susurro y aproveche y le pegue en el brazo- Que ? Es verdad hermanita y esto acaba de confirmármelo.

Los muy pendejos pensaban que haciendo eso no los escucharía, sin embargo estaban a tres pasos de mi, lo escuchaba todo.

-Que pasa con ustedes es que no la ven ?- pregunté con cierta incertidumbre y curiosidad.

-Emmmm- decían los dos tratando de hallar una respuesta- Lia será mejor que bajemos y descanses- dijeron tratando de esquivar mi pregunta.

No lo veían, no lo puedo creer, me estoy volviendo loca? Si, definitivamente, le diré a mi Franciso que me interné, como es que no podían ver el tatuaje que cubría la mayor parte de mi brazo?, ahora menos me van a creer lo de la voz, o definitivamente necesito dormir y estoy alucinando.

-Si tal vez- dije en susurro débil por lo desconcertaba que estaba.

Bajamos y me fui directo a mi Pizzama, me recosté, ellos cerraron la puerta de mi habitación y cuando estaba a punto de quedarme dormida, por qué pensar no me ayudaría a mi mente un poco atormentada, recordé algo.

-La voz me dijo de un camino- susurre para mí, y me acorde que antes de desmayarme la libélula no llamaba mi atención si no la forma que formaban las figuras geométricas de esta, mientras poco a poco me desprendía de la cobija que tapa mi brazo tatuado al hacerlo, fue cuando me fijé que las figuras geométricas que rodeaban la libélula parecían que continuarían como un mapa- y si lo era? Se supone que mi cuerpo es el mapa?- me cuestionaba.

-Basta Lia no te tortures más, descansare, si eso haré, es falta de sueño, lo que produce esto- trataba de convencerme - pero si ya dormí casi toda la tarde por el desmayo?- suspire y me propuse a dormir, esa por ahora era la mejor solución, mañana será un nuevo día.

En una parte desconocida del universo...

Mi querida Athelia, prepárate, pronto tendrás que enfrentar lo inesperado y en quienes creías confiar mostrarán su verdadero rostro- decía la voz en un susurro que posiblemente alcanzaría el sueño de Lia.

Hola mis Lías en la foto está el tatuaje, pronto subiré el reparto de la historia, cuando la mayoría de los personajes aparezcan.

Disfruta, vota, comenta y comparte ⚜