Has sentido alguna vez que has vivido en una mentira toda tu existencia ?
Pues yo no, realmente me creí el cuento de la familia perfecta, los amigos perfectos, el novio perfecto, el empleo perfecto, la mascota perfecta, el futuro perfecto.
Ahora s...
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Creí volver a escuchar a esa voz, pero no era posible que lo que dijera fuera verdad, o si?, en fin, después de que Caroline se fuera sospechosamente, me decidí por iniciar mi investigación, así que en vez de retomar clase, me escapé y fui al pequeño bosque donde vi a la libélula, para obtener respuestas.
-Libelulita, libelulita, ven aquí, ven aquí! - le gritaba- así se llamará a una libélula ?- susurre suavemente meditando, como llamarla a continuación.
Estaba pensando en otra opción de invocarla o como sea, cuando vi que mi tatuaje era más incandescente y de la nada volvió aparecer.
-Holaaaa? - le dije al pequeño animalito que tenía frente a mi, medio cuestionándome si podría entenderme.
La criaturita se me fue acercando hasta que se posó encima de mi brazo específicamente donde tenía el tatuaje y toda mi visión se perdió.
En alguna parte del universo
-Que mierda ?! - grite asustada viendo que ya no estaba en el bosque si no que estaba en una pequeña aldea, pero no cualquiera, una sobrenatural por lo que podía observar.
Estaba en la mitad de una calle y pude ver criaturas, algunas como la libélula versión ani-humana (animal y humano) y otras que eran totalmente fuera de lo normal, caminando, volando y hasta arrastrándose, continuamente transcurrían, pero todas tenían algo en común la luna horizontal en alguna parte de sus rostros, eso sí que era raro, pero aún más que ni siquiera se habían fijado en mi presencia.
-Será que soy invisible?- me pregunte, emocionada y esperanza, a lo que aproveche y empuje a un pequeño arbol sin hojas andante, pero efectivamente no era invisible-que mal - dije mientras mi sueño de serlo se fue al caño.
-Pero que te pasa pequeña niña malcriada! - me grito el arbolito?, o por Dios el arbolito habla, pensé abrumada.
-Perdona, dijiste algo?- dije rogando al destino que se me hubiera metido algo al oído.
-Lo que escuchaste pequeño engendro- me decia el arbolito de menos de un metro, por el amor de Dios!, es que acaso no se daba cuenta que lo triplicaba en tamaño?.
-Pequeña yo ? Por favor no me haga reír- le dije mientras sonsacaba una sonrisa muy sarcástica.
El muy grosero, me puso mala cara y se fue, no sin antes sacarme la lengua.
-Enserio? Jajajaja Dios mío me ofendiste- puse dramáticamente una mano en mi pecho y fingía desolación.
Estaba llevada por la cólera, cuando de la nada alguien habló a mi espalda.
-No te preocupes, Benito, siempre está malhumorado, aunque no debiste empujarlo, porque lo hiciste por cierto ?- me pregunto nada más y nada menos que la libélula, ya en versión humana.
-Ajaaaa- dije suavemente y extendiendo mucho la a para poder entender, QUE ESTABA PASANDO !?.
-Si, por cierto mi nombre es Caliope- dijo la ani-humana como si nada, y extendiendo su dedo hasta mi nariz para tocarla por un instante nada más, y hasta que le pico? pensé.
-Ah ya- dije sin entender bien que estába sucediendo- mi nombre es Athelia Nef- no me dejo terminar, ya que respondió por mi.
-Neferet si lo sé, eres la última descendiente de las Neferet- dijo súper casual la libélula está.
-Ah? - intuí - de que hablas ?, por cierto que se supone que eres?, y donde estamos ? - dije señalándola a ella y consigo el lugar.
-Soy una Draco Musca, una de las miles criaturas del dragón-dijo sutilmente porque ya sospechaba que iría a explotar- y esto es Phoenix.
Y quede en shock, ahora si, Virgen de la papaya santísima, llévame contigo, creo que Pati al final si tenia razón se me salió más de un tornillo.
-Perdón, déjame que procese, espera- dije mientras inhalaba y exhalaba dificultosamente, mucho drama para mi joven vida, pensé, ya dándome por vencida a lo que es un mar de dudas y misterio, pregunté -existen los dragones?.
-No, solo uno, nuestro señor- dijo señalando meticulosamente hacia una montaña que resaltaba de las otras a la lejanía, donde se lograba ver lo que era un enorme castillo de carbón o eso creo.
-Ah ya- dije analizando la situación y en donde me encontraba- súper Lía mira donde te has metido, ya hasta con criaturas extrañas convives, qué más podría pasar?!- grite mirando el cielo, rogando que me respondiera.
Caliopé tosió disimuladamente.
-Ah perdona si te ofendí, siempre suelo hablar de más-dije apenada.
-No me ofendiste tranquila, es normal que reacciones así, despues de que te dijiera que somos criaturas mágicas y tenemos un señor al cual obedecemos, que es un dragón y más aún cuando Benito fue tan grosero-dijo Caliopé tratando de darme apoyo moral.
-Espera, espera, alto ahí Caliopé, creo que quisiste decir soy una criatura mágica, NO, SOMOS !- dije un poco alterada y eufórica, mientras abatía las manos repetidas veces.
-Ay se me olvidó, si seré, si seré- se auto regañaba mientras buscaba en una pequeña bolsita que no me había fijado que tenía- Toma- dijo ofreciéndome lo que creo que es un espejo- cuando te teletransportas a Phoenix, tu como eres una Neferest tomas tu forma mágica- dijo, como si fuera a creerle, pensé, aún así con un poco de nervios y repentina intriga no aguante más y me vi en el pequeño espejo.
-Ahhhhhh!!!- grite mientras la veía y luego veía mi reflejo continuamente y luego no vi más, me morí, jajajajaja no mentiras, solo caí desmayada.
En la misma parte del universo
Mi cielo, ahora es cuando tu ser se revela, no temas, ten fe en ti y en lo que podrás lograr-decía aquella melodiosa voz.
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Mis Leías, hoy es doble capítulo, así que en un rato, lo subiré, además en la foto de arriba se encuentra Phoenix, Benito y el castillo, ¿cómo se verá Leía ?, que tengan un lindo día o noche.
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