Has sentido alguna vez que has vivido en una mentira toda tu existencia ?
Pues yo no, realmente me creí el cuento de la familia perfecta, los amigos perfectos, el novio perfecto, el empleo perfecto, la mascota perfecta, el futuro perfecto.
Ahora s...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Mi querida Athelia, prepárate, pronto tendrás que enfrentar lo inesperado y en quienes creías confiar mostrarán su verdadero rostro-me decía otra vez esa voz, en la oscuridad de mi sueño, dejándome con la curiosidad de querer saber quién es el rostro detrás de tan melodiosa voz.
Desperté sudando y con el corazón en la mano, recordando los acontecimientos del día anterior, lo primero que hice fue mirar mi brazo y aún seguía esa libélula ahí, si no que ahora los puntos se extendieron más, como buscando otra parte de lo que supongo que es un mapa.
Me despojé de mi cobija, me levante con todo la ansiedad y estrés a causa, de estos extraños sucesos, me metí a la ducha y deje que el agua se llevara todas mis malos pensamientos, hoy estaba dispuesta a buscar una respuesta.
Ya vestida, baje a desayunar, mientras desenredaba mi cabello color café rojizo, con mis dedos, en el momento que me sentaba en el taburete mirando a mi Padre, servir el desayuno y a mis hermanos peleando por una goma de mascar que encontraron en la mesa, cochinos.
-Papa ya te contó Lia de sus Pizzalusinasiones?- dijo Pati el metido, casi me atraganto con el jugo de naranja que papa había servido, me le quedé viendo, deseando que mis ojos fueran dagas, no quería que padre, supiera eso.
-Jajaja niños por el amor de Dios dejen de inventarse palabras que no existen, me va tocar crear un diccionario solo por ustedes, ya que cada día inventan como 30 palabras, y al día de mañana no comprenderé que me querrán decir- dijo mi padre con una sonrisa y pensando seriamente lo del diccionario- y no, Lia no me ha dicho nada, cuéntame cariño que pasó? - dijo mi padre mientras se sentaba con nosotros a comer, siempre hemos sido los 4 para todo, madre nos abandono, cuando tenía 3 años, así que él es mi ancla, el que está ahí para lo que necesita y mis hermanos mis veleros, ya que me dan las fuerzas para poder volar y alcanzar lo que desee.
-Nada padre, solo cosas de pizzas rancias, tú sabes, como desmayarme, oír voces donde no las hay y ver un tatuaje de una libélula o eso creo en mi brazo, súper casual- dije sin prestarle mucha importancia.
Padre por otro lado se quedo viendo hacia al vacío como si lo que le hubiera dicho lo hubiese transportado a otro lugar, ahora que lo pienso es extraño, pase mi mano por el frente de él y no reaccionaba, así que vi a mis hermanos y ellos estaban igual de confundidos que yo.
-Mmmm, padre tampoco te asustes, todavía no hay que internarla, más adelante si, pero por ahora ahorramos y nos compras la play que queremos- decía Jhonatan el cómico de mi hermano.
-Ja ja ja muy gracioso, mira casi me parto de la risa- dije con el sarcasmo que me brotaba por los poros.
-Aja si- dijo mi padre, saliendo del trance en el que estaba.
