- Lenita - le dijo Inessa alarmada - ¡¿Qué tienes?! - Lena estaba completamente pálida, mientras observaba los fragmentos de la taza en el suelo.
- Elena - la llamo su madre, parándose a su lado - ¡¿Qué es lo que te sucede?!
- ... Yulia... - mirando a su madre - ¡¡Yulia no está bien!! - tratando de salir corriendo, pero Inessa la detuvo. Lena sentía su corazón al doble, sus manos sudaban... sentía que a Yulia le había ocurrido algo.
- ¿Yulia?... - le dijo Inessa - hija, Yulia está en el Ingenio.
- ¡¡¡Ya lo sé!!! - gritando - ¡¡algo no está bien!!... - empezando a llorar, se sentía muy desesperada - ¡¡mamá, mi esposa no está bien!! - sollozando.
- ¿De qué hablas Lenita? - alarmada - ¿Por qué dices eso? - sujetándola del brazo.
- ... No... no se... - aun llorando, sintió que algo le paso a Yulia... soltándose de su madre.
- Claro que no hija, mira.
- ...Quiero... ir... al Ingenio... ¡¡quiero verla!! - completamente desesperada.
Inessa la miro, nunca había visto así a su hija, estaba completamente exaltada y llorando.
<< ¿Cómo te enteraste Lenita?>> era la pregunta que estaba en la mente de Inessa.
Pero sus pensamientos fueron interrumpidos, cuando Lena salió corriendo de la cocina, entonces Inessa la siguió y logro detenerla en la puerta de la casa.
- Lenita, por favor cálmate, Yulita está bien... no se porque te pusiste así... - sujetándola.
- ... Necesito... verla... - respirando agitadamente.
- Esta bien, está bien... solo tranquilízate... - mirándola fijamente.
- ¿Qué sucede aquí? - les pregunto Sergey bajando las escaleras al ver a su esposa y a su hija bañada en lágrimas.
- ¡Papá por favor llévame al Ingenio! - mirándolo muy angustiada.
- ¿Al Ingenio?... ¿para qué Lenita? - sorprendido mirando a Inessa.
- ¡Por favor, necesito ver a Yulia papá!... -
- Lenita, pero Yulita esta con Sergey... seguramente no van a tardar... - Lena seguía llorando, no entendía porque sentía esa angustia en su corazón, solo necesitaba ver a Yulia, necesitaba saber que estaba bien.
- ... Esta bien Lenita... - le dijo su padre, se compadeció de ella - ven, te llevo en la otra camioneta... - La pelirroja asintió aun llorando.
- Pero Sergey es una tontería.... - sumamente nerviosa - Yulia pronto va a regresar... - tratando de impedir que fueran.
- ¡Por Dios mujer!... que no ves cómo está la niña... - agarrando las llaves de la camioneta - yo no sé para que se fue Yulita sola al Ingenio sino no saben estar separadas tanto tiempo -
Sergey ayudo a su hija a subir a la camioneta e Inessa subió también hecha un manojo de nervios, así es que los tres se dirigieron al Ingenio, solo que Lena no era la única que sentía su alma en vilo dentro de esa camioneta.
Sobre la plataforma el hermano de Lena, tenía fuertemente agarrada a Yulia de sus brazos, la fuerza era tal que la morena sentía sus pies ligeramente levantados de la plataforma. Yulia pensaba que en cualquier momento su cuñado la aventaría a las cuchillas, quería gritar, pero debido al colapso nervioso por el que pasaba sus gritos simplemente no salían de su garganta... era incapaz de hacer algún sonido, solo sentía sus lágrimas que resbalaban por sus mejillas... creía que su corazón se detendría en cualquier momento de lo rápido que latía.
- Jajaja - Sergey soltó los brazos de Yulia de repente y la aventó a su lado, aún sobre la plataforma - Jajaja, ¿creías que te iba a aventar a las cuchillas?... Jajaja - completamente rojo.
Yulia estaba sentada sobre la plataforma, no podía recuperarse del susto, estaba temblando y aún no podía hablar. También se había lastimado su rodilla al momento de caer, debido a que Sergey la había aventado con mucha fuerza.
- Jajaja, ¡vamos Yulia, no aguantas nada!... Jajaja - agarrándose el estómago por el dolor que sentía por estarse riendo tanto. La morena era incapaz de mirarlo, no podía controlar el temblor de su cuerpo, estaba muy asustada, así mismo no podía controlar sus lágrimas.
- Jajaja, ¡vamos Yul!... Jajaja, solo era una broma, Jajaja - mientras se sentaba en la plataforma, no paraba de reírse.
Entonces Yulia recupero el control de su cuerpo, aún lloraba. Despacio se puso de pie y vio a Sergey completamente acostado y riéndose aún. Ella intento caminar, pero de inmediato sintió dolor en su rodilla derecha, por instinto se llevó la mano ahí. Despacio paso a su lado, fue cuando Sergey la miro.
- ¿A dónde vas? - completamente serio.
- .... Déjame... en... paz... - apenas pudo decir.
- ¿Le vas a decir a Lena lo que paso? - mirándola fijamente.
Yulia se dio cuenta de que el chico se estaba levantando, entonces no lo pensó dos veces y empezó a correr hacía las escaleras, pero no contó con que Sergey eran también muy rápido y ella aún estaba muy nerviosa y le dolía su rodilla derecha. Cuando Yulia estaba por llegar a los escalones, Sergey estaba prácticamente encima de ella. Entonces el chico perdió el poco control que le quedaba de su mente, se le olvido que solo tenía que darle un susto... que su madre solo le había pedido que la convenciera como fuera, de que ella y Lena se quedarán más días... en una fracción de segundo pensó lo que le diría Vladimir, Lena y sus padres cuando Yulia les fuera a contar lo que paso en la plataforma... sabía que se le había pasado la mano con su cuñada... y definitivamente, no quería correr con las consecuencias de no hacer bien las cosas, no quería regresar a ningún hospital psiquiátrico, no quería volver a someterse a tratamientos médicos... y en ese momento una imagen vino a su cabeza, el desayuno de esa mañana y Yulia sonriéndole a Tania, los celos volvieron con más intensidad... ese fue el detonante, y sin pensarlo la aventó con todas sus fuerzas, cuando la morena estaba en el segundo escalón...
Las manos del chico fueron a dar en la espalda de Yulia, haciendo que esta tropezara y rodara por los escalones de metal. El impacto hizo que Sergey se estrellara contra el barandal de las escaleras, golpeándose el estómago fuertemente y solo porque se sujetó con sus manos no se fue del otro lado. Pero Yulia definitivamente no corrió con tanta suerte, instintivamente trato de protegerse la cabeza con las manos, pero fue inútil. Fue a dar hasta el suelo de tierra comprimida que había en esa área, golpeándose con cada escalón mientras rodaba. Cuando se detuvo en el suelo, no se movía, su cabeza sangraba abundantemente... tenía múltiples heridas.
- ¡¡YULIA!! - Sergey bajo como pudo, le dolía mucho el costado del abdomen - ¡¡DIOS MIO, YULIA!! - arrodillándose a su lado, sin moverla, sin comprender como era posible que hubiera hecho algo así.
En ese momento, varios trabajadores llegaron, solo se quedaron viendo sin intervenir. Miraron como Sergey estaba llorando prácticamente a gritos.
- ¡¡LLAMEN UNA AMBULANCIA!! - había entrado en pánico, no se explicaba cómo había sido capaz de lastimar a su cuñada de esa forma.
Dos de los trabajadores corrieron a llamar una ambulancia, mientras el resto murmuraba que la chica estaba muerta, porque no se movía... Sergey al escuchar eso, se levantó tropezándose, estaba blanco y muy muy asustado...
- ¡¡¿QUE DEMONIOS PASA?!! - fue la voz autoritaria de Vladimir, al ver una ronda de trabajadores sin hacer nada, lo que menos soportaba era la flojera.
Todos inmediatamente retrocedieron y dejaron a la vista a la chica que estaba en el suelo, sin moverse y con sangre alrededor de su cabeza. Vladimir soltó la tabla que tenía en sus manos, estaba pálido.
- ¡¡Llamen una ambulancia!!... ¡¡¿Qué paso?!! - acercándose a Yulia sin moverla - Dios mío - murmuro, despacio se acercó al pecho de su cuñada, teniendo mucho cuidado de no moverla... respiro, al escuchar débilmente su corazón.
- Ya viene la ambulancia señor - le dijo uno de los trabajadores.
- ¿Qué fue lo que le paso? - tratando de controlar el temblor de sus manos.
Todos miraron a Sergey que estaba abrazado a la base de la escalera de metal, llorando y temblando, estaba en shock. Vladimir lo miro, y se dio cuenta de que su hermano en ese momento no podría darle ninguna respuesta.
- Al parecer la chica se cayó de la plataforma señor - le dijo otro trabajador.
- ¡¿Que?! - sorprendido - ¡¿Qué demonios estaba haciendo arriba?!
- El joven Sergey nos dijo que iban a subir, que le iba a enseñar a su cuñada las picadoras.
- ¡¡Esto no es un centro turístico!!... ¡¡solo los trabajadores autorizados pueden subirse ahí!!... ¡¡¿Por qué demonios le hicieron caso a mi hermano?!! - mirando a Sergey... entonces comprendió y el comprender lo hizo sudar y abrir mucho sus ojos mientras miraba a su hermano.
Vladimir se levantó y se dirigió a Sergey.
- ¿Qué hiciste? - mirándolo duramente - ¡¿Qué fue lo que hiciste?! - sujetándolo fuertemente de sus brazos y separándolo de la base de la escalera - ¡¡Te estoy hablando!! - pero Sergey solo seguía llorando y temblando, definitivamente estaba fuera de sí.
Fue entonces que Vladimir ordeno que se llevaran a su hermano a las oficinas, donde le administrarían un calmante y lo revisaría el médico del Ingenio.
Sergey conducía rápido hacía el Ingenio, así se lo había pedido Lena.
- ¿Tienes idea de donde puedan estar Sergey? - le pregunto Inessa a su esposo, cuando hubieron llegado al Ingenio.
- Pues no se mujer, yo creo que ya van a la mitad del proceso. - Entonces el sonido de una sirena de ambulancia distrajo su atención.
- ¿Qué habrá pasado? - pregunto extrañado Sergey - se dirige a los patios de caña... -
Lena palideció al igual que Inessa.
- ... Papá, sigue a la ambulancia - apenas en murmullo.
- Pero Lenita.
- ¡Papá síguela! - exaltada, sentía que algo le había ocurrido a Yulia, sus manos temblaban ligeramente.
Sergey condujo hasta los patios de caña, estaciono la camioneta y Lena bajo prácticamente corriendo.
- ¡Lenita espera! - fue el grito que dio Inessa para tratar de detener a su hija, pero esta no lo hizo.
Para ese momento, toda la producción estaba paralizada y había muchos trabajadores ahí.
Cuando Lena bajo vio como de la ambulancia bajaban rápidamente tres paramédicos. También vio la aglomeración de personas que había junto a la base de una enorme plataforma de metal.
Los tres paramédicos se abrieron paso entre los trabajadores, estos al notar su presencia se hicieron a un lado no querían estorbar su labor. Fue en ese momento cuando Lena descubrió a la persona que había sufrido el accidente, ahí, a treinta metros, inerte en el suelo estaba su esposa, Yulia.
Y el verla hizo que detuviera su marcha, porque simplemente sus piernas no le respondían, por un momento sintió que su respiración se paralizo, el tiempo se detuvo una fracción de segundo y las personas que ahí habían simplemente desaparecieron de su vista, solo veía a su esposa, con las mangas de su camiseta blanca manchadas con su sangre al igual que su cabeza, el impacto emocional fue muy fuerte, quería gritarle, pero sus palabras no salían de su garganta. Instantes después sintió que su sangre corría muy rápido por sus venas, su respiración era de igual forma muy rápida.
Los paramédicos empezaron a atender a Yulia. Tomando sus signos vitales, ante la expectación de todos los trabajadores que habían pensado que la chica estaba muerta.
- ¡¡¡¡YULIAAAA!!!! - fue el grito que desgarro los oídos de todos por el dolor que llevaba implícito.
Todos miraron a la chica pelirroja, se veían muy mal. Inessa y Sergey estaban a punto de llegar con su hija, pero Lena había recuperado parte del control y se dirigía corriendo hacía su esposa. Cuando estaba a dos metros de los paramédicos, Vladimir la intercepto abrazándola fuertemente, logrando detenerla.
- ¡¡Yulia!!... ¡¡Yulia!! - era todo lo que su llanto le permitía decir, mientras trataba de zafarse de su hermano.
¡Tranquila Lena! - le dijo Vladimir - ¡tranquila, ya la están atendiendo! - sin soltarla.
En ese momento, llegaron ahí Inessa y Sergey ambos completamente pálidos.
- Dios mío - murmuro Sergey al ver a su nuera ser atendida por los paramédicos.
Inessa empezó a persignarse y a murmurar una oración. Al tiempo que su hija luchaba por librarse de Vladimir e ir con su esposa, completamente bañada en lágrimas.
- ¡Yulia, mi amor!... ¡Yulia!... - sin poder soltarse de Vladimir.
Los paramédicos despacio colocaron a la morena sobre una camilla donde protegieron su cuello y la subieron a la ambulancia donde le instalaban varios aparatos y sueros. Ante la mirada de todos y el llanto incontenible de Lena.
- Tenemos que llevarla al hospital, esta grave - fue lo que uno de los paramédicos le dijo a Sergey, cuando este le pregunto por el estado de su nuera.
- Ustedes vallan con Lena en la camioneta, yo me voy con ellos en la ambulancia - les dijo Vladimir a sus padres.
- ¡No, yo quiero ir con ella!.. ¡por favor!... ¡Yulia!... - aun llorando.
- No Lena, no estás bien - le respondió Vladimir, sabía que si permitía que su hermana subiera a la ambulancia solo iba a interferir con el desempeño de los paramédicos - vete con mis papás, nos vemos allá. - Lena seguía llorando, mientras su cuerpo temblaba ligeramente. Vladimir la vio. Vio a una chica pelirroja completamente pálida, sus ojos verdigrises tenían una leve tonalidad roja debido a las lágrimas, era la imagen viva de la desolación. La imagen que representa la posibilidad de perder a la persona que más amas en la vida y no poder hacer nada para ayudarla... para mitigar el dolor de su cuerpo... para ser el bálsamo de su alma... sino un simple espectador, con todo lo que eso conlleva... solo eso y no más. Entonces, por primera vez en mucho tiempo recordó que esa chica con la cual tenía una manera muy distinta de pensar y de actuar era su hermana, a pesar de todo.
Movido por ese sentimiento la abrazo, tratando de consolar su corazón. Le dio una mirada rápida y subió a la ambulancia. Mientras la pelirroja sabía que su alma se iba en ese transporte.
Cuando Inessa, Sergey y Lena llegaron al hospital, vieron a Vladimir sentado en la sala de espera.
- ¡¿Dónde está?! - fue la pregunta de Lena, aún estaba nerviosa, pero ya había recuperado el control.
- La están operando.
- ¿Qué es lo que tiene? - sintiendo que sus ojos se llenaban de lágrimas otra vez.
- Una hemorragia en la cabeza... - mirando como su hermana se llevaba las manos a la cara y empezaba a llorar.
Su padre la abrazo, tratando el mismo de contener su llanto.
- ... Va a salir bien Lenita - le dijo Sergey - ya verás. Yulita va a estar bien... - mientras corrían sus lágrimas por sus mejillas.
Las siguientes horas fueron de incertidumbre total. Inessa sentada con un rosario en las manos, el miedo, y la culpa mezclada con la inseguridad por lo que verdaderamente paso en el Ingenio estaban acabando con sus nervios, además no sabía dónde estaba Sergey, su hijo, no obstante, no se animaba a preguntarle a Vladimir, simplemente porque tenía miedo de la respuesta. Vladimir estaba sentado a su lado con la mirada pérdida, solo se había levantado para llamarle por teléfono a su esposa. Sergey muy cerca de su hija, quien estaba recargada en una de las paredes, mientras de sus ojos aún salían las lágrimas, no podía estar sentada.
En ese momento llego Tania, traía un pañuelo blanco envolviendo dinero que le dio a su esposo. Luego se acercó a Lena, no sabía que decirle, así es que solo la abrazo. Lena se aferró a ella, algunas veces las palabras sobran y los sentimientos se transmiten así, solo con el contacto físico.
Instantes después, Tania se separó de su cuñada, beso su mejilla y se sentó al lado de su esposo.
- Tengo que avisarles a los padres de Yulia - les dijo Lena, todos la miraron.
- ...No hija... - le dijo Sergey - vamos a esperar, ya verás que todo sale bien.
- De todas maneras papá, tengo que llamarlos... - pensando un momento - aunque no sé dónde localizarlos, ellos también iban a salir de vacaciones.
- Deja que termine la operación Lena - le dijo Vladimir - y luego los localizas, es mejor -
Lena cedió ante el razonamiento de su hermano, además, ella solo podía pensar en Yulia, solo en Yulia. Sabía que si le pasaba algo a su esposa ella simplemente no iba a soportarlo. Solo recordaba que su esposa quería regresar a Moscú, y ella no había querido irse aún...
Si tan solo te hubiera acompañado al Ingenio mi amor... si tan solo hubiera estado contigo... este pensamiento hizo correr nuevamente sus lágrimas.
Tres horas más tarde, el cuadro familiar no se había movido mucho. En determinado momento, Inessa, Sergey y Vladimir se separaron de Lena, sin que ella le pusiera mucha importancia al hecho, tenía la mirada al frente, perdida, su mente solo tenía espacio para Yulia, así que la pelirroja se quedó con su cuñada.
- ¿Por qué no te sientas Lena? - de forma muy suave.
Lena la miro y sentó a su lado, entonces Tania tomo su mano.
- Tienes que tener fe Lena, tu esposa se va a recuperar.
- ...Tengo miedo... - llorando nuevamente - ... miedo de perderla... yo... no quiero perderla.
- No lo harás, no vas a perderla - abrazándola.
En el estacionamiento del hospital, los padres de Lena y su hijo mayor discutían acaloradamente.
- ¡¿Qué acaso no pensaste mamá?! - completamente rojo.
- Vladimir... yo... no le dije a tu hermano... que le hiciera... daño a Yulita - llorando.
- ¡¡¡¡PUES LO HIZO!!!! - pasándose la mano por sus cabellos en forma desesperada.
- Inessa - intervino su esposo - no es posible que le pidieras a Sergey que hiciera que Yulita y Lenita se quedarán más tiempo...¡¡Ya lo habíamos hablado!! - muy exaltado - ¡¡Ya habíamos aceptado que Lenita se tenía que regresar con su esposa!! -
- ¡¡Pero es que no es fácil!!... ¡¡ES MI HIJA!! - aun llorando.
- ¡¡Si, claro!! - le dijo su hijo - ¡¡esa obsesión que tienen por Elena!! - señalándolos a ambos.
- Hijo, por favor no nos juzgues... somos viejos y estamos enfermos, solo queríamos que Lenita estuviera más tiempo con nosotros - le dijo su padre.
- Pues estuvo aquí varios días, ¡¡es suficiente!!... pero claro, ¡¡esa era su meta desde el principio, hacer que Lena se quedara para siempre!!
- ¡¡No seas tan duro con nosotros!! - le grito Inessa.
- A ver mamá - mirándola duramente - ¿para qué quieres a Lena este aquí todo el tiempo?... ¿para qué? - sus padres no le respondieron - ¿acaso le van a decir la verdad?... ¡¡¿le van a decir que estamos en la ruina?!.... - gritando - ¡porque si convencían a Lena de quedarse, se lo hubieran tenido que decir!... ¡¿que acaso no entienden?!
- Vladimir, nosotros... - empezó su padre.
- Escúchame papá, acepte que Elena y su esposa vinieran porque mamá está enferma y se suponía que solo sería por unos días... ¡pero esto ya se salió de control!... Yulia no es de mi agrado... ¡pero jamás le hubiera hecho algo así!... ¡¡eso que le hizo Sergey no es de personas civilizadas!!... - gritando.
- ¡¡Tú sabes que está enfermo!! - grito su padre, fuera de control.
- ¡¡Precisamente por eso no debiste permitir que fuera con Yulia al Ingenio!! - también gritando - ...¡¡Nunca debiste permitir que saliera del hospital psiquiátrico!! - ¡¡Tú sabes que ya no teníamos dinero para mantenerlo ahí más tiempo!!
- ¡¡Si, porque todo el dinero se acabó ahí!!... ¡¡en sus malditos tratamientos psiquiátricos!!... ¡¡Hipotecaste el Ingenio por Sergey... y no sirvió de nada, tu hijo sigue tan loco como el primer día!!... ¡¡como el día en que trato de dañar a mamá!!... ¡¡y por eso te dio diabetes!!... - señalándola.
-¡¡Eso no es cierto, lo de mi enfermedad es asunto aparte!! - se defendió Inessa.
- Claro que no - fríamente - todo tiene que ver... te afecto lo que le paso a Sergey años atrás... el diagnóstico del psiquiatra... el hecho de haberlo internado... el quedarnos en la ruina... ¡hasta el hecho de que Lena viviera en otro país!
Se hizo un silencio incómodo. Parecía como si se hubieran quedado sin palabras.
Entre ellos nunca hablaban tan abiertamente de la enfermedad de Sergey como lo habían hecho en ese momento. Sin embargo, era verdad, estaban prácticamente en la ruina. Era Vladimir quien administraba lo que quedaba, simplemente porque su padre ya no tenía la fuerza para hacerlo, lo habían perdido todo en algunos años, solo por aferrarse a encontrar alguna cura para su hijo. Enormes sumas se gastaron en diversos hospitales, y medicamentos que de alguna manera lograron controlar la psicosis de Sergey, hasta que se quedaron sin dinero, entonces decidieron que debía regresar a la casa. Sergey había dejado de ser agresivo, y la familia supuso o más bien quiso creer que podía convivir como alguien normal, no obstante, no lo mandaron a la escuela, ni siquiera a trabajar en el ingenio, solo aquella vez en que Vladimir se molestó con él lo envió, pero después de algunos días se arrepintió, no quería ser el culpable de desatar una nueva crisis en su hermano menor. Además, para Inessa, su hijo menor solo pasaba por una "rebeldía", y es que simplemente se cegó para evadir la realidad... una realidad tormentosa para Sergey, viviendo entre sombras y neblina... solo con una luz al final de su oscuridad, una luz llamada Tania.
Debido a lo anterior, y a pesar de la gravedad de Sergey, la familia nunca le aviso a Elena, no lo consideraron prudente, así que guardaron el secreto. Incluso, cuando Elena se casó con Yulia, ellos aportaron una gran cantidad de dinero para el evento, además de regalarles el departamento donde vivía la pareja, de ahí que la molestia de Vladimir se incrementara, el consideraba que la familia no estaba en posibilidad de costearle la boda a su hermana, y más pensando que ese matrimonio se trataba de una completa perversión. Y por supuesto, el hijo mayor de Inessa, casi se infarta cuando sus padres se ofrecieron a pasarles una mensualidad a su hermana y a su reciente esposa, no obstante, tanto Sergey como Inessa sabían de antemano que su hija y Yulia no iba a aceptar el ofrecimiento, solo lo hicieron para que ante sus ojos se reflejara que seguían manteniendo su fortuna y su vida prospera en Nayarit.
Y es que ellos, jamás iban a permitir que se supiera que realmente estaban en la ruina, tenían una imagen pública y no iban a perderla tan fácilmente, ya bastante tenían con haber inventado constantes viajes de estudios de Sergey, con sus escasas amistades, para ocultar las veces que estuvo internado en el hospital psiquiátrico. Al final, todas sus amistades terminaron por alejarse de ellos, definitivamente no eran una familia normal.
Así que con todo eso, era Vladimir quien se había vuelto la cabeza de la familia. Tenían demasiadas deudas, gastos, que al unísono con la hipoteca del Ingenio, solo les dejaba para vivir al día, de ahí la mensualidad que les daba, que básicamente se iba en comida para la familia. Su situación era tan precaria que algunas veces ni siquiera alcazaba para los medicamentos de Inessa, quien por si no bastara, no dejaba de comer dulces, logrando con esto constantes recaídas. Así que cuando sus padres prácticamente le suplicaron a Vladimir que querían que Elena y su esposa pasaran unos días con ellos, él simplemente no se pudo negar, aunque sabía que su convivencia iba ser en extremo difícil. Vladimir siempre había sido muy conservador y también muy histérico y neurótico.
- ¿Dónde está Sergey? - le pregunto más calmada Inessa.
- En el Ingenio - más tranquilo - se puso muy mal... ahí le iban a administrar un calmante y lo iba a revisar el médico.
- Vladimir, ¿Qué fue lo que paso exactamente en el Ingenio? - con cautela.
- No estoy seguro - mirándolo fijamente - ... creo... los obreros dicen... que la aventó de la plataforma... - bajando la voz.
- Dios mío - murmuraron ambos padres.
- Definitivamente le dio una crisis.
- Pero tenía varios meses sin que le diera una.
- Pues si papá, pero eso pasa siempre con los locos - duramente - nunca estas seguro.
- De ninguna manera le podemos decir esto a Lenita... - empezó Inessa.
- A ver mamá - de forma muy fría - si Yulia se muere, Lena le va a exigir una explicación a Sergey y no solo ella, también las autoridades, ¡incluso nos pueden cerrar el Ingenio!
- ¿Qué vamos a hacer? - le pregunto su padre mirándolo como si su hijo mayor tuviera todas las respuestas.
- Primero esperar que tu "nuera" no se muera.
- ¿Y después? - Inessa lo miraba de la misma forma que su esposo.
- Si Yulia sobrevive, trataremos de convencer a Lena y a la misma Yulia que todo esto fue un accidente... - pensando un momento - pero si se muere... entonces estamos perdidos... Sergey irá a dar a otro hospital... - este comentario hizo que Inessa llorara más fuerte - y nosotros prácticamente nos quedaremos en la calle - sentencio de forma dura.
Cuando ellos regresaron con Elena y Tania, la operación de la morena aún no concluía.
- Te traje un café Lenita - le dijo su madre.
- Gracias mamá, pero no quiero - aún tenía sus ojos completamente rojos de tanto llanto.
La familia se sentó a seguir esperando. Justo en ese instante, sonó el celular de Vladimir, esté se alejó del grupo para contestar, le habían llamado del Ingenio y le informaron sobre el estado de Sergey, momentos después regreso con la familia. Cuando Inessa estaba a punto de preguntarle quien lo había llamado, el médico que encabezaba la operación de Yulia apareció por el pasillo.
- ¡Es el médico que opero a Yulia! - exclamo Vladimir.
Todos se pusieron de pie de un salto y se acercaron rápidamente a él.
- ¡¿Cómo está mi esposa?! - preguntando con el corazón nuevamente latiendo al doble.
El cirujano se sorprendió mucho al ver a esa chica pelirroja lanzarle esa pregunta, dos mujeres casadas, no era algo corriente en esos lugares.
- ¡Por Dios doctor! - siguió Sergey - no nos deje así, ¡¿Cómo está mi nuera?!
- Bien - con serenidad - su... esposa... - mirando a Lena - salió bien de la operación... - esto hizo que todos respiraran - por fortuna logramos controlar la hemorragia... - haciendo una pausa - sin embargo, tenemos que esperar a ver como evoluciona... las siguientes horas son cruciales... solo entonces podremos ver si no hay secuelas.
- ¿Qué tipo de secuelas? - pregunto Lena, más calmada.
- No nos adelantemos, tendremos que esperar... - otra pausa - la paciente sufrió múltiples golpes y uno de ellos afecto su espina dorsal.
- ¡¿Que?! - Vladimir, Tania, Inessa y Sergey.
Elena solo sentía que sus lágrimas volvían.
- No podemos determinar aún el nivel de daño que tiene, cuando se reestablezca de la operación, entonces le haremos más estudios y...
- Espere, espere - intervino Sergey - ¿Qué es lo que quiere decirnos? - con la angustia en su mirada.
- La paciente perdió la movilidad de las piernas... - Esto hizo que Lena llorara aún más fuerte, sentía que el mundo se le había venido encima, Tania la abrazo para darle fortaleza mientras lloraba también. El resto de la familia estaban paralizados por la noticia.
- Lo siento mucho - mirando a Lena - aún no podemos determinar si el daño es permanente o temporal, tendremos que esperar.
- Quiero verla - reflejando el intenso dolor que sentía, y no obstante sabía que tenía que ser fuere por ambas, por ella y por su esposa que la necesitaba más que nunca.
- En este momento no es posible, está en terapia intensiva... cuando se reestablezca podrá pasar a verla, con permiso - alejándose.
Lena se sentó nuevamente en la sala de espera, se llevó las manos al rostro. Su vida al igual que la de su esposa había dado un giro de 180º. Nunca se imaginó que en esa ida al Ingenio a Yulia le podría ocurrir algo así. No asimilaba el hecho de que la vida de su esposa dependería de las siguientes horas... y no solo eso, no quería imaginar a Yulia sin poder mover las piernas... sabía que sería un golpe muy fuerte para la morena.
- Escucha Lena - le dijo Tania en un murmuro, mientras se sentaba a su lado y la abrazaba por un costado - tienes que ser muy fuerte - mirándola de una forma como nunca lo había hecho, trataba de trasmitirle serenidad a través de sus ojos - Yulia se va a recuperar, va a despertar muy pronto de la operación y entonces te va a necesitar más que nunca.
- ... No es justo... - llorando pero de forma más tranquila - ...no es justo que nos pase esto a nosotras.
- Lo sé, pero la vida a veces nos pone pruebas... sé que cualquier cosa que te diga en estos momentos no te va a consolar... sé que es difícil, pero también sé que el amor que se tienen es más fuerte.
Lena asintió, mientras trataba de limpiarse las lágrimas. Indudablemente sentía mucho dolor, inconformidad y miedo, mucho miedo, pero estaba consciente de que su esposa iba sentir eso mismo, pero al doble, así que tenía que reestablecerse por ella, porque ella la iba a necesitar entera y no como se encontraba en esos momentos.
El resto de la familia se había quedado de pie, mirando a la pelirroja, estaban helados con esa noticia, ninguno pensó que lo que Sergey había hecho tuviera esas consecuencias.
Minutos más tarde, Lena ya no lloraba, pero aún tenía los ojos completamente irritados. La familia seguía ahí, era su única forma de apoyar. Entonces, Vladimir dijo que iría a pagar una parte de la cuenta del hospital.
- Nosotras tenemos dinero en efectivo en la habitación... - le dijo Lena - tal vez no sea suficiente, pero tenemos la tarjeta.
- Esta bien - le respondió su hermano - voy a hacer el deposito inicial... nosotros... no tenemos... el dinero suficiente... para subsidiar todos los gastos del hospital... - hablando con dificultad, el aceptar que no tenían dinero, no era de su agrado ni del de sus padres. Con todo y eso, de alguna manera sentía remordimientos por lo que le había pasado a Yulia, por eso le había llamado a Tania para que le llevara el dinero.
- Sí, tengo la tarjeta en la habitación - le dijo Lena - en el estante derecho del tocador... - mirándolo - ¿no sé si alguien podría ir por ella?... - mirando ahora a sus padres - es que no quiero irme de aquí... no quiero que Yulia despierte y yo no este.
- Yo iré - le dijo su padre - no te preocupes Lenita.
- Vladimir, no es necesario que ustedes paguen algo, utiliza la tarjeta... - le dijo Lena.
- No Lenita - le dijo su padre - en lo que les podamos ayudar lo haremos.
- Te lo agradezco papá, pero no es necesario.
- Hija por favor - le dijo Inessa.
- Esta bien - lo que menos quería Lena era discutir sobre el dinero.
- Bien, iré por la tarjeta - les dijo Sergey - mientras tú haces el depósito inicial - mirando a su hijo.
- Si papá. - Padre e hijo se marcharon dejando a las tres mujeres sentadas, metidas en sus pensamientos.
Instantes después, mientras el reloj marcaba las ocho de la noche, Lena recordó algo.
- Mamá - mirándola - ¿Dónde está Sergey?
La pregunta hizo que Inessa se mareara y empezara a sudar, ¿Cómo explicarle que había sido su hijo quien había lastimado a su esposa?.
- ... No se Lenita... - jugando con sus manos.
- ¿No sabes? - extrañada - se supone que Yulia estaba con Sergey... -pensando - ¿en dónde está? - Y es que en todas esas horas no había tenido tiempo de pensar en su hermano ni realmente como había estado el accidente de su esposa.
- ... Ay Lenita... no tengo idea... ni siquiera me acordaba... - nerviosa - hay que preguntarle a Vladimir, seguro él sabe - asintiendo con la cabeza.
Lena no le insistió, después de todo le creyó que no sabía nada, puesto que habían llegado con ella al ingenio y no recordaba cuando horas atrás, sus padres se desaparecieron para hablar con Vladimir.
Ahora en la mente de Lena, se formaba otra pregunta, o más bien varias,
¿Cómo se había accidentado Yulia? ¿En dónde estaba Sergey? ¿No se suponía que estaban juntos? No sabía responder a esas preguntas, pero cuando llegara Vladimir sentía que más de una tendría respuesta. Por otro lado, sabía que tenía que llamar a sus suegros, pero no quería hacerlo hasta tener un diagnostico real, y claro, hasta que su esposa despertara.
Dos horas más tarde, llegaron Vladimir y su padre. Al final utilizaron el dinero de ellos solo para pagar una mínima parte, ya que la cuenta ascendía a más que eso debido a que estaban en un buen hospital. Cuando Sergey se dio cuenta de que la tarjeta de su hija tenía suficientes fondos exigió que a su nuera y a ellos como familiares se le diera un trato especial, no importando el costo, y haciendo ver que era su dinero, siempre cuidando las apariencias. Así que les proporcionaron una habitación en donde podrían quedarse para seguir de cerca la evolución de la paciente.
- Listo Lena, ya vamos al corriente con los pagos - le dijo su hermano mientras le daba la tarjeta bancaria a su hermana.
Cuando Lena recibió la tarjeta la observo, ella y Yulia nunca habían despilfarrado el dinero que ganaban, ahorraba todo lo que podían porque pensaban viajar las siguientes vacaciones solas. El recuerdo hizo que un par de lágrimas salieran de sus ojos, casi al instante se limpió el rostro con su mano derecha.
- ¿Por qué se tardaron tanto? - les cuestiono Inessa.
- Fuimos al Ingenio - les dijo Vladimir - venimos de ver a Sergey.
- ¿En dónde está? - fue la pregunta automática de Lena.
- Ahora ya está en la casa, tiene fracturadas dos costillas y un golpe fuerte en la mano derecha.
- ¿Pero porque?
- No lo sé... es decir, Sergey esta sedado... lo atendieron en el consultorio del Ingenio.
- ¿Quieres decir que no has hablado con él? - sorprendida.
- Así es, fuimos al Ingenio por él... cuando llegamos ya le habían suministrado el sedante.
- Vladimir, ¿Qué fue lo que le paso a Yulia? - mirándolo fijamente.
- No lo sé Lena... nadie vio exactamente que paso... cuando llegue, Yulia ya estaba en el suelo y Sergey... él estaba aferrado a la base de la escalera de la plataforma... estaba en shock... era incapaz de responder algo.
- No lo entiendo... - negando con la cabeza.
- Algunos trabajadores suponen que Yulia se cayó de la plataforma.
- ¡¿Pero cómo se cayó?!
- ¡No lo sé!... o sea, ignoro si alguien vio que paso... de igual forma, cuando Sergey despierte nos explicara qué fue lo que realmente ocurrió... como se cayó Yulia y porque él tiene esas fracturas.
- Esto es muy extraño... ¿Cómo es posible que ningún trabajador se dio cuenta?
- Bueno, los trabajadores tenían que estar trabajando en esa área... pero uno de ellos me dijo que Sergey y Yulia les pidieron que se tomaran unos minutos de descanso... en lo que ellos miraban el proceso... - con cierta cautela.
- Yulia jamás haría algo así - seria. Todos, excepto Tania intercambiaron nerviosas miradas.
Pues no se Lena, no podemos saberlo con certeza... quizás se les hizo fácil pedirles eso a los trabajadores... y como ellos saben quién es Sergey, pues lo obedecieron.
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MIRADA AZUL
FanfictionUna pareja joven de mujeres va de visita a otro país para ver a la familia política. Suceden cosas extrañas que les llaman demasiado la atención por que no pueden explicárselos, pero pronto encontraran que estos acontecimientos tienen como resulta...