Capítulo 4

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EDITADO

Seré madre. Una vida dependerá de mí. Es en este momento donde se me hace mas evidente la falta de preparación para cuidar de otro ser

Tengo miedo y mucho.

Mi cara debe reflejar lo que siento, ya que Evan borra su sonrisa y se levanta para acercarse a mí, se arrodilla a lado de mi silla y pone sus manos sobre la mesa, cerca dela mías.

—¿No estás feliz?

—Tengo miedo - admito.

Sonríe y pasa una de sus manos por mi espalda.

—Todos los padres primerizos tienen miedo.

—Pero todos tienen nueve meses para prepararse —le dijo empezando a frustrarme —, yo tuve dos días.

Hace una mueca, mientras piensa lo que quiere decir.

—Sí, tienes razón, pero... ¿no es mejor así? —lo miro sin entender, él sonríe —Es decir, ellos tienen nueve meses de miedo, de inseguridad y de angustia, tu solo la padeciste dos días, ahora es tu responsabilidad y la vas a asumir porque amas a ese bebé y amabas a Amber.

Y a Dylan. Él estaría feliz de ver que cuido a su bebé como si fuera mío.

Asiento más tranquila que antes, pero aún con los nervios a flor de piel. Le agradezco y él se regresa a su silla para terminar su postre e irnos. Apenas termina, pide la cuenta y sonríe.

—Tienes suerte de tener a un abogado precavido - dice mientras saca dinero de su cartera y lo coloca en la mesa -, ayer, mientras estábamos en el hospital, pedí una copia del certificado de nacimiento de Matthew y la ocuparemos en la corte.

El mesero llega con la cuenta y después de revisarla, Evan le entrega el dinero y nos levantamos. Pero algo no encaja.

—¿Por qué te la dieron? Tienes que ser el padre o familiar del niño para eso

—Resulta que es un caso especial, que todo el hospital conoce, por lo que solo y tuve que decir que era tu abogado y hablar con el director para que me lo dieran.

Para este momento ya hemos llegado al auto. No siento la necesidad de responder, así que solo me subo y espero a que Evan haga lo mismo.

La parada en mi casa es rápida, tengo todos mis documentos juntos en una carpeta, así que simplemente la tomo y regreso corriendo al auto para ir a la corte. No recuerdo mucho del camino, solo sé que me sentía emocionada y nerviosa al mismo tiempo. 

Al llegar a la corte, es mi turno de subir corriendo las escaleras con Evan pisándome los talones, al cruzar la puerta, dejo que Evan me conduzca a una oficina diferente, donde nos espera una chica relativamente joven. 

Evan entrega mis documentos, ella revisa que todo esté en orden y completo, luego se levanta y sale de la oficina.

El tiempo de espera es eterno. Evan trata de sacarme conversación, pero al ver que no estoy en capacidad de seguir una conversación coherente se rinde y simplemente espera en silencio como yo. No aparto mi vista del ventanal detrás del escritorio, el cielo azul de la tarde poco a poco va cambiando a tonalidades rosas y naranjas.

Cuando por fin regresa la chica, con algunos papeles en las manos.

—Todo está en orden —anuncia en cuanto se sienta y mi corazón está a punto de estallar en mi pecho —. Nos quedaremos con algunas copias de tus papeles y de los papeles de propiedad, mañana enviaremos a la oficina de tu abogado los papeles de custodia y propiedad, para que puedas hacer uso de ambos —toma todas las hojas del escritorio y me las tiende.

Destino AdelantadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora