Axl Rose | One Shots

✹Mejores amigos✹

Había absolutamente todo lo que podrías haber dicho que podría haberlo hecho no ir a su cita. Él había estado aplastando a la rubia de cabello corto desde que estaba en la escuela secundaria.

No es que no te gustara la chica, ella era amable y dulce, simplemente no te gusta la idea de que ella salga con él.

Tus sentimientos por Axl no habían sido definidos. No se podía negar que el hijo de puta estaba caliente, pero eso no significa que te sintieras  atraída por él, ¿verdad? Él te trata bien, te hace reír y te escucha, y te consuela cuando estas deprimida; él había estado allí para tí desde el primer día.

Te hundes  en la cama, boca abajo, en una almohada, dejando escapar un grito de frustración, amortiguando el sonido.

¿Por qué el chico tiene que ser tan complicado?  ¿Por qué tenía que ser él? De todos en todo el mundo, tenía que ser tu mejor amigo. Estupendo.

Cerraste  los ojos y descansaste  un poco, con la esperanza de detectar el pensamiento por un momento.

Mientras tanto, Axl se sentó en la silla de el restaurante , frente a la chica que había estado aplastando desde siempre.

Se estaba sintiendo cada vez más frustrado con ella, ya que había intentado conversar, conocerse, qué hacen las personas en las citas. Pero no estaba recibiendo nada de eso, tarareaba o asentía, si tenía la suerte de que ella le daría un monosílabo por una respuesta.

Cuando la comida llegó a la mesa, apenas la tocó, y su temperamento ya estaba recibiendo lo mejor de él.

Tn no habría hecho eso. 

Deteniendo su acción, lentamente parpadeó. ¿Él solo había pensado eso? ¿Simplemente comparó a su mejor amiga con su cita? ¿Su cita?

Tragó saliva y continuó comiendo. Su mente estaba centrada en Tn, en cómo lo escucharía y calmaría cada vez que estuviera tenso o en uno de sus estados de ánimo. Pensó en todo lo que ella había hecho por él, todos los grandes recuerdos que compartían, junto con todas las bromas internas.

"Oye, ¿estás escuchando?", Preguntó ella.

"Oh, lo siento, no me di cuenta de que estabas hablando", respondió.

La chica lo miró con incredulidad, su expresión casi como si estuviera ofendida. Él levantó una ceja, "¿Cuál es el problema?"

Ella resopló,

"¿Que esperabas? No has dicho una oración desde que te sentaste y ahora, cuando finalmente lo haces, estás siendo una zorra al respecto ", se defendió.

"¿Quién eres tú para llamarme una perra"

Minutos más tarde, abrió la puerta de su apartamento de Tn, su rostro todavía tenía una huella roja en la mano por la bofetada que había recibido en su cita.

Al darse cuenta de que no estaba en la cocina ni en la sala de estar, procedió a registrar su habitación, con la esperanza de que estuviera en casa y no fuera.

La puerta crujió cuando lentamente la abrió, notando su figura tendida en la cama, con los ojos cerrados y la respiración constante. Suspiró, te veías tan hermosa, tan tranquila.

Él entró y se recostó tranquilamente sobre su espalda al lado de su cuerpo dormido, cruzando sus brazos detrás de su cabeza.

Por primera vez, comenzó a pensar en cómo sería su vida contigo como tu novio, en lo maravilloso que sería besarte y acurrucarte por la noche, abrazarte y mantenerte feliz.

"¿Qué estás haciendo aquí?", Le preguntaste cuando lo viste 

"Oh, hola, ¿te desperté?", Respondió en voz baja.

"No importa, ¿cómo fue tu cita? No esperaba verte hasta mañana "bostezaste y te sentaste con las piernas cruzadas en la cama," Mierda, ¿qué le pasó a tu mejilla? "Preguntaste  cuando viste la marca roja.

"Sí, no salió como estaba planeado", se rió, fruncí el ceño, "¿Quieres hablar de eso?", le preguntaste.

"No, no es necesario...¿Alguna vez piensas en ... nosotros?" Él dijo, sentándose, de espaldas descansando en la parte posterior de la cama.

"¿Qué quieres decir?"

"Quiero decir, ¿alguna vez piensas en nosotros, como pareja?", Dijo.

"Me gustas", espetaste.

Sus ojos se iluminaron, "¿te agrado?", Repitió.

"En realidad creo que te amo", murmuraste, aún sorprendida por tus palabras.

"Creo que te amo también" sonrió, inclinándose, "¿Puedo besarte?", Susurró.

Sin vacilar, juntaron sus labios, sostuvo tu rostro entre sus manos y te besó con más fuerza, lentamente recostaste la espalda sobre el colchón y él se cernió sobre ti, el beso nunca se rompió.