Era un día hermoso, el olor a lilas y la vista de las flores y pájaros cantando te rodeaban a ti y a tu familia mientras caminabas por el parque local. Axl llevaba a su hija en la cadera, su pequeña niña se reía mientras su esposo le hacía cosquillas en los costados y el hacia caras graciosas al angelito. Desde que los chicos habían regresado de su gira, Axl nunca estuvo muy lejos de sus dos chicas favoritas.
Su pequeña querida solo estaba aprendiendo a hablar, solo conocía unas pocas palabras en ese momento, como mamá y papá, junto con el saludo ocasional, pero pequeños balbuceos todavía ocupaban su vocabulario. Ser padre era lo mejor del mundo, ver crecer a tu hija todos los días y aprender cosas nuevas siempre hacían que tu propósito fuera cuidarla y protegerla. A Axl le gustaba tanto, era casi como un niño pequeño, amaba tanto a su hija que iría lejos solo por ella.
-Abajo- chilló tu hija cuando te topaste con un pequeño estanque con lindos patos y lirios. Axl sonrió e hizo lo que le dijeron, le dio un ligero beso a la cabeza de su hija antes de que la dejara caer, solo para que ella tomara las manos de ambos , su pequeño cuerpo ahora en medio de ti y Axl.
Los grandes ojos verdes de tú hija vieron a una rana que saltaba del estanque, túsonreíste y te inclinaste hacia ella, emocionada por lo feliz que parecía.
-¿Puedes decir rana?-Cuestionaste, sonriéndole suavemente mientras Axl se mordía el labio para evitar reír, sabía que estaba a punto de suceder "algo".
Tú hija miró alegremente a su padre. Curiosamente, te miró antes de que sus pequeños párpados parpadearan hacia la rana verde vibrantemente inocente sentada en el camino.
-¡Joder! -La pequeña voz dijo emocionada, tú mirada se centró directamente en la rana antes de que con suerte intercambiara miradas con Axl.
Te quedaste boquiabierta mientras tratabas de esconder tu risa, mientras Axl se estaba muriendo, sonrió a tu pequeña mientras reía. Sin que lo supieras , él le enseñó a decir eso, aunque sospechaba que sus pequeños berrinches tenían algo que ver con eso.
Le disparaste dagas a Axl, quien ahora tenía su labio inferior en un pequeño puchero. Cubriste los oídos de tu hija antes de hablar,
-Muy jodidamente gracioso- dijiste, riendo entre palabras, asegurándote de que tu hija no pudiera escuchar el habla vulgar de tu boca.
-Mamá tampoco es una pequeña santa perfecta- se burló Axl alzando una ceja antes de sonreírte y acercándose unos pasos, sin dejar de sonreír ante su pequeño truco. Ambos tenían su actitud y su temperamento, sabían cómo controlar el suyo un poco mejor, bueno ... a veces.
-Por lo menos, no le enseño a un niño cómo maldecir- Sonreíste.
-Tienes que admitir que fue muy divertido- replicó, levantando sus gafas de sol hasta la parte superior de su pañuelo deportivo.
-Mhm, supongo ...
-Me dejarías salirme con la mía siempre, pequeña.
Pusiste los ojos en blanco cuando te abrazó y besó la parte superior de tu cabeza, sabiendo que tenía razón. Sintiendo pequeñas manos que se alzan hacia él, Axl recogió al niño del suelo. La sostuvo frente a él, su pequeño ser estaba entre tú y Axl. La pequeña familia perfecta.
Tu pequeña familia perfecta
LLEVELE LLEVELE LA VIRGEN ROCKERA
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