Axl Rose | One Shots

✹Diminuta bailarína✹

Axl la observó desde un extremo con un cigarrillo en los labios. Se movía con precisión, pero tenía la impresión de que podía romperse en cualquier momento. La niña sonrió y cerró los ojos. Dejar que la música la guiara como si no pudiera controlar su propio cuerpo. Su cabello se movía a cada paso y flotaba con el viento que sus movimientos hacían.

Sus pantalones vaqueros fueron levantados sobre sus rodillas, lo que solo enfatizó sus largas y expertas piernas. Su pasión por el baile igualaba a la suya por la música, y por eso pensó que eran un buen partido. Ahora, Axl Rose no era un hombre que creía en almas gemelas o amor a primera vista, pero sabía, en el momento en que la vio bailando sola en el estudio, que no era una chica ordinaria.

Ella trabajaba como costurera, y según ella, era un pedazo de pastel ser una bailarina rota y tener que hacer sus propios disfraces y leotardos. Su relación fue como un huracán, pasó de sexo duro en callejones, a mudarse juntos y tener  perezosos los domingos.

La canción casi llegaba a su fin. La niña tocó esa melodía como un mantra y fue el comienzo de muchas de sus peleas. Y oh chico , pelearon. A veces fue debido a su uso de drogas. Algunos tenían que ver con el hecho de que pasaron más tiempo juntos, bebiendo, partiendo y bailando.

Ella no era una famosa bailarina de ballet, pero ese nunca fue su objetivo. En realidad, ella le confesó una vez que era todo lo contrario. La chica solo quería vivir del arte, y mientras tuviera comida y techo, era feliz. Y eso fue ella. Ella sonrió, era la luz que él nunca supo que necesitaba. Ella sonrió como si bailara, con todo su ser. Ella se rió y roncó un poco mientras lo hacía. Y a pesar de que ella se enojaba cada vez que él lo señalaba, amaba sus pequeños detalles. Como la forma en que sus pies se movían en la arena cuando se sentó y la vio girar en la playa. La luz de la mañana comenzó a mostrarse, iluminando su rostro y ella con el brillo en sus ojos. O cuando después de un día largo y cansado disfrutaba de encender sus clásicos en el volumen más alto y bailar alrededor de la sala de estar,

Ella estaba destrozada como él, o incluso más, pero ella era su bailarina. Su frágil y pequeño bailarína. Un elegante jarrón de cristal con flores muertas dentro. Pero al igual que dos piezas curvas de un rompecabezas, mientras que aparte eran solo un fragmento, juntos eran algo más grande.

Sosténgase más cerca pequeña bailarina.

Tarareó la última parte cerrando la puerta detrás de él, siendo bienvenido por su amplia sonrisa.