Pase toda la semana tratando de saber más sobre Esteban. Investigue su apellido con uno de los profesores y créanme, hay más de un millón de personas llamadas Esteban Murphy en Facebook. No pude encontrar ningún perfil social, no Instagram no Snapchat. Después de actuar como acosadora cybernetica decidí hacerlo a la antigua, ahora sería detective. Para eso necesitaba la ayuda de mi querida Amiga Watson, alias Jane.
-¿Que quieres hacer que?- gritó. Puse ambas manos sobre la boca de mi mejor amiga. Estábamos en el cafeteria de la escuela y ella gritaba como la niña del exorcista.
-¿Que parte de " actúa con calma" no entendiste?- susurré. Sentí que me lamia la mano-¡Que asco!- Exclamé, aparte mis manos y la vi reírse.
-Eso no es lo que dices cuando tenemos nuestras noches de pasión- lamió sus labios y guiño un ojo.
-Eres tan lesbiana- dije, y le tire una manzana. Ella la atrapó.-Lo se. Y regresando al tema, ¿en serio vamos a espiar a Esteban?- mordió la pobre manzana y abrió sus hermosos ojos canela.
-No vamos a espiarlo, vamos a seguirlo para conseguir información importante- trate de restarle importancia al asunto.
-Sii, como digas- sonrío y puso su mano bajo su barbilla- te ayudare. Esto es lo más loco que has hecho.
-¡Hey!- la empuje- Eso no es cierto, perra. ¿Recuerda la vez que me escape de casa?
-Esther, con costo y llegaste al patio, y cuando te insistí cruzarnos al lado del vecino te pusiste a llorar.- me vio divertida mientras yo le sacaba la lengua.
-¡Era una niña!
-Tenias 16.
Ambas reímos. Escuchamos el timbre sonar. Caminamos por los pasillos y nos dimos la mirada cómplice. Hoy
iniciaríamos.
🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸
Seguimos a Esteban después de clases, vivía tan solo a unas calles de nuestra cafetería favorita "Coffee House". Lo seguimos en el auto de Jane porque yo solamente tenía mi vieja bicicleta.Esteban manejaba un Mercedez Benz negro que probablemente era un clásico. Vimos cómo entraba a su casa y estuvimos ahí al menos 15 min.
-Esto está aburrido- dijo Jane bostezando.
-Creo que debemos entrar a su casa- dije más para mi que para ella.
-Para un momento Sherlock Holmes, eso es un delito.
-¡Aquí no estamos haciendo nada productivo! Solo debemos tener cuidado- subí la capucha de mi suéter negro y revise la hora en el celular- Son exactamente las 6:45.
-No voy a entrar- dijo Jane. La mire sorprendida- No me mal entiendas, no tengo miedo pero creo que desde aquí podría ser de más ayuda, además si nos toca escapar podría arrancar el auto y huiríamos más rápido.
-No te creo nada, pero tienes buenos argumentos como de costumbre- repliqué. Empezaba a revolvérseme el estómago.
-Toma fotos si vez algo, y pon el celular en silencio.- Dijo mientras, escribía un Tweet en su celular.
-Y tu llámame si vez algo- le dije. No dejo de ver la pantalla. Puse mis ojos en blanco pero salí del auto.Fui por el patio de atrás, suplicando mentalmente que no tuviera un perro. Vi una casa, en un árbol junto a la ventana de una de las habitaciones de arriba. Dudé; si me subía al árbol podría entrar a la habitación. Pero si el estaba ahí me vería.
Decidí entonces entrar por la puerta trasera que probablemente daba a la cocina. Camine silenciosamente. El patio estaba lleno de flores muy hermosas.
Desvíe mis pensamientos, joder Esther, no es momento de pensar en jardinería. Vi una casa de un perro. Demonios, tenía un perro que se llamaba Firulais. Rece para que fuera sordo o un Chihuahua.
Pase por la piscina y gire el picaporte de la puerta lentamente. ¡Maldita suerte, estaba abierta! Fui paso a paso, lentamente pase por la cocina. Estaba impecable. Me acerqué a la refrigeradora. Había una foto de Esteban con una mujer de al menos 30 años. Era todo lo contrario a él. Ojos verdes y cabello rojo natural. Era de tez blanca, y tenía pecas sobre el rostro. En la foto sonreía mientras Esteban la abrazaba. Saque mi teléfono y saque un foto de la fotografía.
Seguí andando pero me paré en seco cuando vi a Esteban viendo televisión de espaldas a mi en la sala. En el sillón estaba un perro dálmata de aún era un cachorro. Por suerte dormía profundamente mientras Esteban le sostenía la cabeza con una de sus piernas. Tenía un cuenco de palomitas y miraba una mis series favoritas, Riverdale. Me quede embelesada viendo a Judhead Jones. Ufff, ese actor si que era caliente. Sacudí mi cabeza, ¿que pasa contigo?.
Subí las escaleras con el temor a que chirriaran o que la mamá de Esteban estuviera en casa. Llegue arriba y por suerte la puerta de su habitación estaba abierta. Entonces entre, había una cama grande y matrimonial en medio. Las sábanas eran negras completamente. Las paredes eran color claro. En un mueble habían cientos de libros. Reconocí varios clásicos ingleses y algunas novelas más modernas. Había libros en portugués y en francés. Saque mi celular y tome mas fotos. Mandándoselas directamente a Jane por WhatsApp.Jane👑👯♀️: Además de guapo, lee. ¿puede ser más sexy?
Esther👸🏻👭: 🙄🙄🙄Rodé mis ojos. Seguí caminando por la habitación. Vi otra foto donde salía con su mamá. Otra de el vestido con un smoking y un Cello a la mano. Habían varios trofeos y medallas. Reconocimientos y notas en la pared. Nada me servía. A ver Esther, si fueras un enfermo psicópata que esconde algo, ¿donde lo harías? Exacto. En el armario. Entre al armario y rebusque entre sus ropas. Varias chaquetas de cuero, smoking's, americanas y jeans oscuros. Habían converses, botas de cuero, vans negros, zapatillas y deportivos. Estaba a punto de abrir las gavetas de la ropa interior cuando escuché un ruido. Me quede quieta y apague la luz del armario.
Vi por un pequeño espacio entre la puerta y pared, como Esteban entraba a la habitación. Comencé a respirar más veces por minuto y mi corazón latía al mil. Dejo el celular en la mesita de noche, los auriculares y la billetera. Entonces empezó a quitarse los pantalones. ¡Santísimo! Iba a ducharse. No pude evitar seguir viéndolo. Se dio la vuelta y se subió la camisa. Ahí estaban esos extraños lunares otra vez. Confirme que mi celular no tuviera flash y aun temblando le tome una foto. Tenia un trasero impresionante. Se dio la vuelta y lo vi en calzoncillos negros. Sin mencionar las piernas y su muy bien formado abdomen y su... ¡Esther, concéntrate! No quise bajar mi vista, eso me convertiría en una pervertida. Entro al baño pero antes de hacerlo apago la luz de la habitación. ¿Manía extraña? Al escuchar el sonido del agua, salí lentamente del armario, pero mi celular vibró.Jane👑👯♀️: Una mujer pelirroja está entrando a la casa. Creo que es la Mamá de tu crush xd.
Diablos, tendría que salir por la ventana. Seguí andando, pero cuando estaba por llegar, escuché una voz en el pasillo.
-Ben, ya estoy en casa, ¿estas ahí?
Me quede quieta como una estatua. Inconscientemente mire hacia arriba. En el techo estaban todas las constelaciones conocidas por los humanos. Formadas por estrellas de pegatinas fluorescentes, de esas que brillan en la oscuridad, estaban: la Osa mayor, la Osa menor, Hércules, Auriga, Casiopea, Cefeo, la Cruz del norte, Dragón , Polaris, entre otras. Me quede viéndolas tan embelesada, que me sobresalte cuando Estaban contesto:
-Estoy en la ducha, en un momento salgo.
Reaccione entonces a la realidad. Abrí lentamente la ventana y con todo el miedo del mundo me agarre del árbol. Por suerte para mi, al parecer este era el escondite de Esteban. Llegué fácilmente a la casita del árbol. Justo a tiempo porque entonces vi la luz de la habitación encendida. Me oculté y vi mi error, dejé la ventana abierta. ¡Todo por ver las estrellas! Esteban se acercó a la ventana confundido, probablemente tratando de recordar cuando la abrió. Entonces otro cuerpo se adentró a la habitación.
-¿Hijo?- Dijo. Esteban se giró de salto.
- Grace, me asustaste.- Respondió, soltando el aire contenido.
-Disculpa. Solo venia a decirte que traje pastel de chocolate, si quieres. Se que es tu favorito.
-Claro que quiero. En un momento bajo.
Asintió con la cabeza y salió de la habitación. Esteban entonces se metió al armario. Suspiré. Vi la casa del árbol por dentro. No había ni un solo juguete. Solo una mesa, libros y algo que hizo que un escalofrío me recorriera el cuerpo entero. Fotos mias, en toda la pared.
ESTÁS LEYENDO
¡Que bellas las estrellas!
Teen FictionEsther había pasado toda su vida pensando en una sola cosa: Música. Le encantaba cantar y tocar el piano. Su sueño era ir a la mejor escuela de música del país para hacer sentir orgulloso a su padre. Con lo que ella no contaba era que llegaría Esteb...