Se trata de sentir

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-¿Por qué mi canción y no la nuestra?- pregunte confundida, ¿este chico trataba de darme clases de canto?
-Ni siquiera puedes conectar con una canción, ¿como vas a conectar conmigo?- se dirigió al iPod y empezó a buscar entre las pistas- Quiero verte en el escenario sola, haz que me tiemblen las piernas o que me suden las manos. Hazme sentir algo.
Bien, le iba a demostrar a este engreído que podía hacer magia cantando.
-Está bien, si eso quieres eso tendrás. Pon "Dangerous Woman" de Ariana Grande- saldría bien, llevaba semanas practicándola.
Esteban se soltó a reír. Lo quede viendo molesta y me cruce de brazos.
-¿Qué es tan divertido?- dije ya molesta. Entrecerré mis ojos.
-Jaja, perdón. Pero ¿vas a cantar esa canción en serio?- sus mejillas estaban rojas de tanto reír.
-Si, ¿qué tiene?- yo no entendía el chiste.
-Ok. Te explico: Se supone que tu debes "sentir" la canción. La letra habla de sentirse peligrosa, ser sexy, caliente, ardí...
-¡Ya para!- le interrumpí. La conversación tomaba un rumbo que no me gustaba nada.
-¡A eso me refiero! Nunca has tenido un novio, de seguro nunca has tenido intimidad con alguien. ¿Cómo planeas transmitirme algo que no conoces?
- ¿Quien dice que nunca he tenido un novio?- me sentía indignada.
-¿Eres virgen?
-No te importa si lo soy o no, no es tu maldito problema.
-Se que lo eres y apuesto a que nunca has sentido que es el deseo.
Me quede en silencio. Tenía razón pero yo no iba a aceptarlo. 
- Está bien. Probemos. Voy a escucharte.- dijo y camino hasta la consola.
-¡Oh, muy bien! Gracias por desanimarme y decirme de cosas, ahora voy a cantar con el corazón.
-¡Vamos! Demuestra de que estás hecha- movió varios botones y me cerro un ojo.
-Agh, de acuerdo- al final cedí.
Toco PLAY en el reproductor y empezó la música.

//Don't need permission
Made my decision to test my limits
Cause it's my business,
God as my witness
Start what I finished
Don't need no hold up
Taking control of this kind of moment
I'm locked and loaded
Completely focused, my mind is open//

Traté de concentrarme y deje mi voz fluir.

//All that you got, skin to skin, oh my God
Don't ya stop, boy//

Mire fijamente al frente, respirando suficiente, usando las técnicas y recordando la letra.

//Somethin' 'bout you makes me feel like a dangerous woman
Somethin' 'bout, somethin' 'bout, somethin' 'bout you
Makes me wanna do things that I shouldn't
Somethin' 'bout, somethin' 'bout, somethin' 'bout you //

Justo cuando iba a terminar el coro ,la música se detuvo.
Gire mi rostro hacia el tarado y lo vi simulando un bostezo.
-¿Qué crees qué haces mal educado?- camine hacia el con la intención de darle una bofetada. El plan fallaba, al final, el me estaba sacando de quicio a mi.
-Estoy haciéndote un favor. Tienes una hermosa voz y tus técnicas son excelentes, pero no sentí nada. Eres solo una cantante más, no eres especial.
Me detuve en seco. Había herido mi orgullo. Corrí hacías las puertas pero sus brazos fuertes me tomaron por la cintura.
-Suéltame. Eres un engreído, grosero y crees que sabes todo sobre música.- patalee pero era inútil, yo era un pez atrapada por un gran oso.
- Ya basta- me soltó y me giro hasta tenerlo a 5 cm de mi cara- desde que te conocí no has dejado de ponerte a la defensiva. Trato de ayudarte...
-¡No quiero tu ayuda!
-¡No, pero la necesitas!- me vio a los ojos.
Mi respiración se oía entrecortada por el micrófono, sus manos estaban en mis brazos y aunque no me apretaba, me sostenía firmemente.
-Quizás no era la forma, lo siento. Pero quiero que aproveches tu potencial. Ahora somos compañeros, y voy a ayudarte hasta que ganemos esta competencia.- me soltó suavemente y bajo los brazos derrotado.
Sus palabras sonaban sinceras. Respire profundamente y asentí. Se saco un pañuelo y limpio mi mejilla. Lo vi confundida. Había empezado a llorar y ni siquiera me había dado cuenta.
-No te avergüences- me limpio con delicadeza- ahora toma este pañuelo y tapa tus ojos con el.
-¿Qué? ¿Vamos a jugar a ponerle la cola al burro?- me arrepentí de haber dicho eso de inmediato. Mi sarcasmo no era el mismo cerca de él.
-¡Ja! ¡Que chiste más malo!- se rió en forma de burla y yo le saque la lengua. Ate el pañuelo y todo se apago. La música empezó a sonar, traté de relajarme. Entonces sentí a Esteban detrás de mi.
-¿Que haces? - sentí fuego correr por mis venas.
-Ayudándote a sentir. Ahora canta.
  Empecé a cantar, entonces sentí su boca en mi cuello.

//Don't need permission
Made my decision to test my limits
Cause it's my business, God as my witness//

Seguí cantando, tratando de ignorar la electricidad que sentía en mi cuerpo. Entonces, dio un paso adelante y se posicionó frente a mi. Me tomo de la cintura y paso su mano desde mi hombro hasta mi mano. La tomo y beso mi palma. Uso su lengua, haciendo círculos e hizo que está ardiera de una forma deliciosamente dolorosa.

//All that you got, skin to skin, oh my God
Don't ya stop, boy//

Volvió a ponerse tras de mi, puso su mano sobre mi vientre, y me pego contra el. Sentí su ereccion contra mi trasero pero seguí cantando hasta llegar a la segunda estrofa.

//I wanna savor, save it for later
The taste of flavor, cause I'm a taker
Cause I'm a giver, it's only nature
I live for danger//

Entonces colocó su pierna entre las mías, haciendo a estas separarse un poco. Deslizo sus manos por mi cintura, mis caderas y posicionó sus manos en ellas, llegue a la parte final del coro, entonces este me dio la vuelta. 

//Makes me wanna do things that I shouldn't
Somethin' 'bout, somethin' 'bout, somethin' 'bout you//

Mi respiración empezó a acelerarse debido a la anticipación. Me apretó contra el. Dejo besos húmedos en mi clavícula y viajó hasta el lóbulo de mi oreja derecha.

// All girls wanna be like that
Bad girls underneath like that
You know how I'm feeling inside//

Entonces algo en mi se despertó, y mientras cantaba la última parte, la más alta, la más difícil, saque el pañuelo tirándolo al suelo.

//Yeah, there's somethin' 'bout you boy
Yeah, there's somethin' 'bout you boy//

Le vi, sus ojos estaban dilatados y sus mejillas rojas. Le tome por lo hombros y el con una fuerza extraordinaria me empujó hasta la pared. Sus manos viajaron por toda mis espalda y mis piernas se enroscaron sobre sus caderas justamente en su cintura. Su boca estaba a centímetros de la mía. Tome su rostro con mi manos y con mi pulgar derecho toque su labio inferior. Le vi a los ojos y termine la canción.
Nos quedamos segundos así, viéndonos, deseando que nuestros labios acabaran con el espacio entre nosotros. Fui la primera en reaccionar.
-Esteban...
-Shhh..- me interrumpió. Entonces cumplió el deseo de mi corazón. Tomo mi mejilla y me atrajo a su boca. El beso fue inesperado, dulce, delicado. Sus labios se sentían tan suaves, tan tiernos. Abrí mis ojos y me aparté de golpe.
-¡Suéltame!- Exclamé.
-Joder, yo no quería...- se aparto disculpándose avergonzado. Pasó la mano por su cabello varias veces despeinándose de una forma sexy y nerviosa.
-Este era tu plan entonces- Traté de que sonara como un reproche, quería que la tierra me tragara por mi comportamiento- Seducirme...
-¡No!- Gritó. Sus ojos eran grandes como platos- No te atrevas a insinuar eso. Yo, simplemente me descontrole, nunca me había pasado, menos con una niña malcriada.
-¿Como me llamaste?- me acerqué indignada- Pues si bien no recuerdo acabas de besarme tu, ¿quien es el malcriado?
Me miró fijamente y balbuceo:
-Pero no te apartaste...
-¿Qué?
-Te bese y no te apartaste. Por un segundo correspondiste al beso.
Me quede callada. Una lagrima luchaba por salir, ¿como pude comportarme como una cualquiera? Mis piernas fallaron y caí sentada al suelo de madera.
Esteban se acercó y con su mano subió mi mentón.
-Cantaste de maravilla- sus ojos brillaban pero no vi ni un rastro de compasión- Sentiste, deseaste y me hiciste sentir tantas cosas...perdona mi comportamiento, no te culpes. Prometo no volver a tocarte sin tu permiso- sonrió. Asentí y extendió su mano ayudándome a ponerme de pie.
Trague grueso, me acerqué a la consola y desconecte el iPod. Decidí romper el silencio.
-Mañana practicaremos nuestra canción.
-Muy bien- respondió.
Se dio la vuelta para volver por donde entramos.
-Ah, y Esteban- se giró- gracias por ayudarme a sentir la música y... otras cosas.
Sentí como mis mejillas se calentaban, al menos estábamos en un lugar con poca iluminación, aún así, vi su sonrisa despreocupada.
-Fue todo un placer señorita.
Salí detrás de él por aquella puerta sabiendo que no dormiría esa noche.

¡Que bellas las estrellas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora