Abrí mis ojos sabiendo que este día no podría empeorar. Me vestí con lo primero que encontré y me vi en el espejo antes de salir, ¡Madre mía, que ojeras!
Llegue como zombie hasta mi casillero y empecé a buscar el libro de biología. Me estaba quedando dormida de pie. Nota mental: No pases en vela toda la noche pensando en un encuentro fugaz y estúpido. No había evitado recordar ese beso, cada caricia, cada... ¡Mierda! Tenía que aprender a controlar mis pensamientos.
-¡Esther!- una voz exasperada me saco de mi ensueño.
-¿Perdón?- lo mire y me arrepentí de haberlo hecho. Junto a mi se encontraba Kyle, estaba todo desaliñado y probablemente no se había bañado en mucho tiempo. Tenía los ojos rojos, sus problemas con las drogas seguían igual que antes.
-Te preguntaba...- dijo con una sonrisa aterradora-¿te gustaría salir conmigo esta tarde?
Me quede quieta y me abrace al libro aún más. Desde que estábamos en 7mo el me acosaba, hacía tiempo no lo hacía pero mi suerte no estaba de mi lado hoy.
-Lo siento Kyle, pero ya sabes mi respuesta- lo dije sin titubear pero tenía muchísimo miedo. Traté de irme pero entonces me tomo del brazo con fuerza.
-Saldrás conmigo, pequeña zorra.
-Suéltame- me tembló la voz pero traté de zafarme.
-Estoy harto de tus rechazos, ¿te crees más que yo, calienta pollas?
Traté de calmarme, pero su mano me apretaba el brazo más y más.
-¡No! No es nada de eso. Por favor, suéltame, me lastimas- me vi en sus ojos rojos, el terror marcaba mi rostro.
Entonces todo pasó tan rápido.
- Te dijo que la sueltes, drogadicto de mierda- Esteban me aparto de Kyle y le dio un golpe que lo arrojó con fuerza a los casilleros.
Algunos chicos que estaban cerca, ayudaron a Kyle a levantarse ¿donde estaban cuando este me estaba agrediendo?
-Esto no se va a quedar así hijo de puta- le gritó Kyle, limpiándose la sangre del labio.
-Ehh, si. Lo que digas- Esteban se dio vuelta ignorándolo y me abrazo para que no lo viera más. Me apreté contra el y cerré mis ojos con fuerza. Su olor fresco lleno mis pulmones pero me dolía la cabeza.
Los demás se llevaron a Kyle a la enfermería. Traté de estabilizar mi respiración pero no podía alejarme de Esteban.
-Oye, ¿estás bien?- me tomo el rostro con las manos y limpio las lágrimas que habían salido sin querer.
-Siempre estás preguntándome eso- dije y sonreí con tristeza.
-Siempre te estoy salvando también- dijo. Me vio con ternura- Calma Estrella, ya pasó.
Iba a contestarle cuando una larga melena castaña me abrazo por un lado haciendo a Esteban apartarse.
-¡Esther!- Jane comenzó a revisarme los brazos, la cara, me vio a los ojos- Escuche lo qué pasó, ¿Te hizo algo ese mal nacido? Lo voy a...- la abrace colgándome de su cuello.
-Me siento mejor ahora que estás aquí- la vi a los ojos pero estos no me miraban. Recordé que Esteban estaba detrás de mi, con las manos en los bolsillos del pantalón. Jane tenía la boca prácticamente abierta, me vio y sin hacer sonido alguno dijo "¿Es el?". La codee y asentí. Se aclaró la garganta y levantó una ceja.
-Así que este debe ser el chico que te salvó de Kyle- dijo. Esteban subió el rostro y le extendió la mano.
-Y tú debes ser la alborotada mejor amiga de Esther- al decirlo hizo esa sonrisa burlesca tan irresistible. Jane le dio la mano y también sonrío.
-Si lo soy. Gracias por salvar a mi amiga de ese cabrón. Espera, eres Esteban, ¿no?- pregunto. Él asintió y entonces ambos me vieron. Me hundí más en mi suéter. Ahora el sabía que lo mencionaba en mis conversaciones.
Esteban hizo su petulante cara y dijo:
- Bueno, tengo clases. Adiós Esther- Me cerró un ojo- Adiós amiga de Esther- Y sonrío con picardía.
Se dio la vuelta y camino por el pasillo. Jane silbó.
-¡No pu-e-do cre- er- lo! - Me tomo de los brazos agitándome como loca- ¡Pero que guapo y sexy es!
-¡Y tú eres una loca!- dije riendo. Nos tomamos del brazo y caminamos a nuestra siguiente clases.
-Ahora entiendo porque no dormiste anoche.- murmuró. La vi sería y puse mis ojos en blanco.
-Ayer nos besamos- dije entre dientes.
-¡¿Qué?!- gritó Jane, haciendo que varios chicos voltearan a ver.
-Chis, baja la voz.- dije haciendo muecas exageradas. Ella se rió.
-Tienes que contarme ¡TO-DO!- dijo más bajo y se mordió el labio inferior deliberadamente.
-Eres una enferma, sería un milagro si no te da un orgasmo- dije con ironía. Ella puso cara de asco.
-Ewww, si claro, pero yo soy la enferma- dijo entre risas.
-Ya cierra el pico- dije divertida y entramos al salón.
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Decidí no entrar a la última clase, necesitaba despejar mi mente. Todo había pasado tan rápido que ni siquiera lo había podido asimilar bien. Me dirigí a la biblioteca y tome un libro de Astronomía. Me puse los auriculares y empecé a escuchar a Codplay. Mmmm la letra de Sky full of the stars me transportaba. Me senté cómodamente y pase las páginas. Habían hermosas fotos de Júpiter, Saturno y el resto de los planetas. El libro era tan viejo que aún se consideraba a Plutón como un planeta. Un texto llamo mi atención: "Según expertos, la estrella más cercana a la tierra es el sol. Se cree que en otras estrellas hay vida. No son humanos como los que conocemos, sino especies mucho más avanzadas y de necesidades fisiológicas distintas".
Bufé. Menuda tontería. ¿Este era un libro de astronomía o de ciencia ficción?
Pase las páginas y se veían fotos de agujeros de gusano y meritorios. "Es tan hermoso" pensé, me recuerdan a...
-¿Que estabas leyendo?- sentí como alguien me quito los audífonos e interrumpió mi lectura.
-¿Que demo...- estaba a punto de gritar mis derechos pero mire quién estaba frente a mi- Esteban... ¿qué haces aquí?
-No sé si es una noticia nueva, pero yo estudio aquí.
Aplaudí- ¡Wow! Cariño, tu sarcasmos acaba de enamorarme.
El se rió.
-Hey, esa es mi frase- dijo.
-Pues este es mi espacio- replique. Lo empuje a un lado y me puse de pie.
El me siguió
-Acabas de interrumpir mi lectura, muchas gracias- Me queje y camine hasta el mostrador.
-De nada- dijo con diversión- No estuviste en clase de literatura.
Le ignore y me dirigí a la Bibliotecaria .
-Hola Elisa- dije sonriéndole.
-Hola Esther, ¿en qué puedo ayudarte?- respondió, alejando su vista de la computadora.
-Llevaré este libro- Se lo mostré y le di mi carnet de estudiante.
- Muy bien- Me hizo firmar- ¡Un gusto verte cariño! , saluda a tu mamá de mi parte- Asentí y sonreí. Guarde el libro en mi mochila.
Esteban salió tras de mi.
-¿Por que estás siguiéndome?- me giré y lo vi a la cara.
-No has respondido a mi pregunta. ¿Aún te sientes mal por lo qué pasó en la mañana o es por lo de anoche?
-¡Que engreído eres de veras! Estoy bien gracias. Y ¿por qué lo de anoche tendría que afectarme?- exigí, me quite los lentes y los puse en mi camisa enojada.
-No dormiste anoche, lo note. Y te ves hermosa con lentes, no te los quites.
Iba a reclamarle pero sus últimas palabras hicieron que mi pulso se acelerará.
No conteste, y me di la vuelta.
-Adiós, Baker.
Me detuve pero no le vi.
-¿Como sabes cómo mi apellido?- dije pero no pude verle el rostro.
-Lo vi de tu carnet- se acercó a mí.
-Déjame en paz. Solo debemos vernos en clase y en las prácticas. No quiero que sepas nada de mi- lo dije nerviosa. No me gustaba lo que sentía cuando él estaba cerca, simplemente no era yo.
-No puedes alejarme. Es mi misión.
Me giré sorprendida
-¿Tu misión? ¿por qué?
-Misión. No dije nada de ninguna misión.
-Te escuche. Dijiste "es mi misión" como si fuera un deber o una responsabilidad.
-No dije eso. Nos vemos en la noche Esther.
Se fue rápidamente y me dejo sola, otra vez.
Pero esta vez fue distinto. Él escondía algo y yo iba a descubrir que.
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¡Que bellas las estrellas!
Fiksi RemajaEsther había pasado toda su vida pensando en una sola cosa: Música. Le encantaba cantar y tocar el piano. Su sueño era ir a la mejor escuela de música del país para hacer sentir orgulloso a su padre. Con lo que ella no contaba era que llegaría Esteb...